Noticia
biográfica
Ayelén
Dorta es estudiante de la Licenciatura en Bibliotecología y Ciencia de la
Información en la Universidad Nacional de La Plata y Bibliotecóloga graduada de
la misma casa de estudios. Entre el 2014 y el 2016 se desempeñó como alumna
adscripta a la cátedra Historia del Libro y las Bibliotecas y, en 2016, como
colaboradora alumna en el Curso de
Ingreso a Bibliotecología. En 2015 le fue otorgada por el Consejo
Interuniversitario Nacional una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas
para desarrollar el proyecto titulado Espacios bibliotecarios de lectura: la
Biblioteca Pública de la Provincia de Buenos Aires y la formación de una
cultura científica en la flamante ciudad de La Plata (1884 - 1898). Desde el
2015 hasta el presente se desempeña como representante titular por el Claustro
de Estudiantes en la Junta Asesora Departamental de Bibliotecología. A partir
del 2017 colabora en el Proyecto Bienal de Investigación y Desarrollo
Entramados de la Cultura Impresa en Buenos Aires: Libros, Lectores y Bibliotecas
(siglos XIX-XX) dirigido por la Mg. María Eugenia Costa, e integra como miembro
suplente en representación del Claustro de Estudiantes la Comisión de Reforma
de los Planes de Estudio de Bibliotecología.
Entrevistador:
Daniel Canosa
- ¿Por qué
la Bibliotecología?
Siempre
tuve un interés particular por las Ciencias Sociales y las Humanidades, pero en
mis planes iniciales no proyectaba estudiar Bibliotecología al terminar el
secundario. De hecho desconocía su existencia hasta poco más de un año antes de
escogerla. Finalmente opté por esta carrera luego de evaluar que, entre las
ofrecidas por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la
Universidad Nacional de La Plata, era la que me permitiría mantener mi trabajo
y al mismo tiempo obtener un título intermedio en un corto lapso de tiempo, en
tanto no me disgustaba la propuesta del plan de estudios. No aspiraba en un
primer momento a completar la formación ni con la Licenciatura ni con el
Profesorado. Pero mi visión de la Bibliotecología cambió conforme fui avanzando
en mis estudios: constaté que es una disciplina tanto más rica de lo que
originalmente pensaba, con muchísimo que aportar y, en consecuencia, decidí continuar formándome en
el área a fin de en un futuro poder hacer alguna contribución desde el lugar
que me sea factible. Actualmente sí puedo decir que se despertó en mí una
sincera pasión por este campo de
estudios al que antes desconocía y ahora siento como propio.
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
Sí, en
todas mis etapas escolares visitaba con frecuencia las bibliotecas de los
establecimientos educativos a los que asistí. También desde que ingresé a la
escuela primaria me asocié a la biblioteca popular del barrio, aunque mis
visitas a ella mermaron una vez que en mi adolescencia descubrí la lectura por
medios digitales. De cualquier manera, desde que aprendí a leer, siempre
disfruté muy especialmente de hacerlo pese a que en múltiples ocasiones escogí
lecturas que no pude comprender por no poseer los conocimientos previos
necesarios.
- Dos
preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo
actualmente?
No podría
ser tan taxativa: diferentes libros, de géneros y fines disímiles influyeron
notablemente en diversos aspectos de mi vida. No obstante ello, toda vez que se
me hace esta pregunta, y sin que me lo proponga, viene automáticamente a mi mente
Operación Masacre, de Rodolfo Walsh. Supongo entonces que Operación Masacre es
la respuesta. Algo en mí y en mi manera de abordar la palabra escrita se
modificó desde que leí por primera vez esta obra. Me sentí cautivada por la
forma en que Walsh reconstruyó y expuso lo acontecido en el marco de aquel
triste y aberrante proceso de represión de José León Suárez y desde ese
entonces entendí que una novela es con frecuencia mucho más que un medio de
entretenimiento.
En el
presente estoy leyendo Historia de la Lectura y de la Escritura en el mundo
occidental, de Martyn Lyons y, Cien
años de soledad, de Gabriel García Márquez.
- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?
Entiendo
al/la bibliotecario/a como un/a importante actor/a social, que tiene a su cargo
la enorme responsabilidad de acercar el mundo de la cultura (escrita, sí,
aunque no exclusivamente) de manera irrestricta a toda la gente, un agente
comprometido con la promoción permanente de la educación. Para cumplir
correctamente esas funciones, desde luego, debe estar formado —entre otras
cuestiones indispensables— en: el empleo de las nuevas TICs, en el análisis y
diseño de políticas de información, debe tener los conocimientos prácticos y
teóricos precisos para un buen manejo
de las colecciones a su cargo, poseer conocimientos estadísticos y recibir una
buena formación científica que le permita reflexionar con profundidad sobre los
diversos problemas de su campo y generar soluciones realmente eficientes.
- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?
Creo que
la razón de ser, aquello que da sentido a la existencia misma del/la
bibliotecario/a es su responsabilidad social. No hay biblioteca ni
bibliotecario/a sin lectores/as, por tanto todas las actividades que lleve a
cabo este/a agente deben ser por y para la sociedad en beneficio de la cual
trabaja.
- Con
respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos
favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades
vinculados al rol social del bibliotecario?
Desde mi
percepción la Bibliotecología como disciplina gradualmente ha empezado a
abandonar u olvidar su propósito social que, sin embargo, fue característico de
los primeros movimientos bibliotecarios. Creo que progresivamente y por
diferentes motivos las bibliotecarias y los bibliotecarios se alejaron tanto en
su ejercicio profesional como en el ámbito educativo de los principios
constitutivos de su actividad. Esto que observo en el campo, también lo veo en
el plan de estudios con que me estoy formando: contrario a mis expectativas
iniciales, siento que nuestra formación no está necesariamente orientada a
capacitarnos para cumplir el rol social que nos compete. No obstante ello, si
tengo noción de esta falencia, es gracias a la enseñanza que recibí y a los
debates propiciados a este respecto por mis docentes. Con lo cual tengo una
visión positiva hacia el futuro de nuestro plan de estudios (que justamente
está en proceso de reforma): creo que así como se ha ido relegando a un segundo
plano el rol social del/la bibliotecario/a, la reflexión profunda sobre
nuestros orígenes, nuestro presente y nuestro futuro hará posible que
paulatinamente volvamos a tener conciencia de que ese es el fin último al que
nos debemos y la esencia que habría de estar presente en todos los aspectos de
nuestra educación.
- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos técnicos).
Creo que
la posición de cada cátedra a este respecto es algo que varía junto con el área
temática a que pertenezca y el/la docente a cargo, pero no observo en términos
generales un cambio desde el paradigma de la información al de la comunicación.
Más bien, noto que las asignaturas en que tradicionalmente los contenidos
técnicos han tenido un peso fuerte continúan centrando su atención en ellos, en
tanto la formación en habilidades comunicativas o sociales la recibimos de las
materias de corte esencialmente teórico, en particular de aquellas agrupadas en
el área de fundamentos teóricos de la Bibliotecología, aunque también en otras.
-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?
Hasta el
momento no realicé ninguna práctica en unidades de información.
- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?
- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?
En lo que
refiere puntualmente a las asignaturas relacionadas con las TICs, sí, considero
que la bibliografía se encuentra actualizada. Además, observé en ellas un buen
equilibro entre los contenidos teóricos y los técnico-prácticos. En lo
personal, siento que me han formado no sólo en el manejo de algunas
herramientas específicas: por un lado aprendí a desenvolverme (al menos con
cuestiones básicas) en diferentes entornos digitales, me han dado instrumentos
de trabajo elementales que podría poner en práctica con relativa independencia
de las herramientas informáticas precisas; pero por otro lado, me han enseñado
a tener una postura crítica y reflexiva respecto a las TICs y me han dado las
herramientas teóricas necesarias para ello.
Respecto a
los conocimientos técnicos impartidos en la carrera en términos generales,
sentí con frecuencia que la práctica se impuso marcadamente sobre la teoría.
Creo que es justamente en las asignaturas que nos capacitan fundamentalmente
para el ejercicio práctico en las que más se ausentan los contenidos de corte
teórico que, no obstante, son necesarios para que todo/a profesional pueda meditar
con fundamento sólido en su obrar cotidiano y tomar decisiones acertadas.
-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?
En
términos generales no participo de estas listas. He estado en algunas de ellas,
pero me desvinculé porque los debates que allí tenían lugar no resultaban de mi
interés, ni sentí sacar provecho. En el presente sí formo parte de algunos
grupos en Facebook que comúnmente se utilizan para la difusión de noticias
varias sobre el campo y sólo ocasionalmente se prestan a intercambios de
opiniones entre sus miembros. De las pocas veces que esto último ocurre, son
prácticamente inexistentes aquellas en que se abordan temas políticos; lo cual,
creo, evidencia el actual vaciamiento político que caracteriza a la
Bibliotecología.
-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?
Sí, hemos
debatido en varias clases con nuestros/as profesores/as y compañeros/as sobre
la importancia de movilizarnos, unir esfuerzos y organizar un sindicato que
represente al/la trabajador/a bibliotecario/a y defienda sus derechos
laborales. Reflexionamos juntos/as sobre las diversas situaciones específicas
en las que un/a trabajador/a bibliotecario/a se encuentra desprotegido/a por no
contar con ningún sindicato que intervenga en su favor e, incluso, conversamos
sobre la injerencia que esta inexistencia tiene en el desconocimiento y desvalorización
que con frecuencia sufre nuestra profesión.
- El
concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las
problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto
bibliotecario, según lo vivenciado como alumna de la carrera ¿desde el aula,
recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?
En efecto,
es un tema que varias veces abordamos en clase y sobre el que hemos leído,
debatido y reflexionado en conjunto con nuestros/as docentes y compañeros/as.
Si bien son múltiples las posturas que existen en torno a la supuesta
neutralidad del/la bibliotecario/a, en lo personal concluí que es totalmente
equívoco pensar a la profesión como ausente de posiciones ideológico-políticas
e, incluso, lo veo contraproducente pues implica minimizar la capacidad crítica
de la bibliotecología e invita a la no reflexión.
-¿Como percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)
Por un
lado, tengo la certeza de que recibimos una formación que nos habilita a hacer
importantes aportes a la sociedad y también a otras disciplinas; en particular,
creo que tenemos mucho que aportar a las ciencias sociales, de las que formamos
parte. Sin embargo —quizá a causa de la juventud de nuestra disciplina y la
consecuente indefinición sobre nuestras responsabilidades, nuestro rol, nuestro
objeto de estudio— observo que aún falta bastante para que la Bibliotecología
logre la visibilidad que debiera tener tanto frente a la sociedad en general como
en contextos interdisciplinarios. Seguramente, a medida que sigamos tomando
consciencia sobre todos aquellos campos en los que podemos incursionar y hacer
nuestros aportes y, a medida que trabajemos por conquistar efectivamente esos
campos, se revertirá esta situación de ‘invisibilidad’ que en el presente creo
nos caracteriza.
-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.).
En algunas
pocas oportunidades sí, abordamos cuestiones vinculadas a nuestras
responsabilidades respecto a este tipo de bibliotecas, puntualmente las
carcelarias y comunitarias. No obstante, creo que se nos debería formar más y
más profundamente para que estemos en condiciones de hacer aportes
significativos en estos ámbitos. Desde luego, siempre una formación de grado
tiene sus límites y abre un abanico de posibilidades entre las que a los/as
graduados/as escogerán a cuál dedicarse y sobre cuál profundizar; pero
justamente creo que la falencia en nuestra formación está en que a ese abanico
le faltan las bibliotecas en contextos sociales vulnerables. En otras palabras:
no conozco a ningún/a compañero/a que se visualice a futuro trabajando para
esta clase de organizaciones, en tanto la gran mayoría aspira a ocupar puestos
en bibliotecas universitarias u otras especializadas; creo que ello es producto
de la formación que recibimos. Aun así, observo que muy paulatinamente estos
temas se van insertando en algunos programas de seminarios y/o materias.
-Si le
fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En
que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la
institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten
posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?
Considero
que es muy complejo proponer modificaciones a un plan de estudios y no me
siento en condiciones de hacerlo, menos aún en soledad. Sin embargo, sí hay
aspectos específicos en los que desearía se focalice en la reforma de nuestro
plan. Por un lado, creo necesario que los contenidos ‘técnicos’ (pienso
específicamente en el área de procesos técnicos) se entiendan en el marco de
los largos debates de que han sido y son objeto a través del tiempo y, en tal
sentido, que su enseñanza exceda a lo indispensable para la práctica profesional
e incluya análisis críticos sobre la finalidad última de las técnicas, sobre
los motivos para emplear o no determinadas herramientas, y sobre las diversas
opciones e instrumentos que existen o pueden llegar a existir para llevar a
cabo un mismo propósito. Por otro lado, creo que se debería correr el foco de
la educación puesto en las bibliotecas universitarias y otras especializadas y
lograr una formación que contemple de facto el amplio espectro de actuación
posible de un/una bibliotecario/a, siempre teniendo como eje el rol social al
que debe su existencia. Finalmente, me parece que sería positivo agregar al
menos como materia optativa alguna dentro de las tecnológicas y, también, hay
otras áreas específicas sobre las que estimo oportuno incluir contenidos:
preservación/conservación, promoción de la lectura y edición.
Respecto a
las posibilidades de participación que tenemos los/as alumnos/as frente a una
reforma del plan de estudios, me da gusto poder decir que en nuestra casa de
estudios siempre se escucha la voz del estudiantado y de hecho se nos invita a
hacer aportes desde lugares específicos creados a tal fin. Sin ir más lejos, en
los últimos meses del 2016 se conformó una Comisión para la Reforma de los
Planes de Estudio integrada por docentes, graduados/as y estudiantes. Asimismo,
se prevé formar más adelante equipos de trabajo por áreas temáticas en los que
se esperan representaciones semejantes. Fuera estas comisiones creadas ad hoc,
en todos los Departamentos docentes de nuestra Facultad existe la figura
permanente del/la representante alumno/a en Junta Asesora Departamental que es
responsable, entre otras cosas, de hacer llegar a los directivos las propuestas
y pareceres de sus compañeros/as por ejemplo en lo que refiere al plan de
estudios, su estructura y contenidos, aun cuando no se esté en el contexto de
una próxima reforma. Cabe decir que estas instancias de participación formales
funcionan en los hechos de manera efectiva, puesto que tanto el Departamento
como los docentes en general dan atención a las propuestas e ideas de los tres
claustros por igual.
-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?
Probablemente
el libro impreso (también la revista, el diario) desaparezca con el largo
transcurrir del tiempo, probablemente no, quién sabe. No le encuentro mayor
sentido a conjeturar sobre el futuro del libro en estos términos, creo que si
el libro impreso va a desaparecer o no, no es una realidad sobre la que
nosotros/as podamos intervenir para modificarla. En contraposición, lo que sí
podemos hacer en el presente es sacar el mayor provecho posible —tanto en
calidad de usuarios como de mediadores de la palabra escrita— a la diversidad
de dispositivos existentes, siempre entendiéndolos en sus lógicas específicas.
Respecto a esto último, pienso que es importante cuidarnos de no imponer las
categorías del mundo impreso al mundo digital porque cada uno maneja lógicas
distintas y sólo vamos a explotar de la mejor manera las virtudes de cada
entorno si somos conscientes de sus diferencias.
Muchas
gracias Ayelen
Daniel Canosa