Recientemente, las Bibliotecas
Rurales de Cajamarca difundieron un nuevo trabajo comunitario, "La
enciclopedia en Huamachuco", en donde vale tanto la intencionalidad del
proyecto como el método de trabajo, y lo esclarecen con un ejemplo, tomando el
entendimiento de un concepto según los diferentes ámbitos rurales en donde se
manifiesta, ubicados en comunidades cajamarquinas, según dice la nota:
"De
cómo se mueven los nombres y sus saberes en nuestras comunidades:
la Mustela frenata –para poner un ejemplo– es conocida en Cajamarca
con el nombre de Huayhuash; un poco hacia la costa es hurón o comadreja.
Hacia el norte es mono, fino. Poco más al norte es huaygash o huayhuacho. Pero
también se le conoce con el nombre de monoch’usho, masha, chupacuy, padrecuy,
padrino. En general se le dice “compadrito”, pues si se le llama por su nombre,
vuelve para hacer daño a la casa. Al sur, en la zona de Cajabamba, se le
conoce con el nombre de ardilla. Esto significa que más hacia el sur, nuestros
libros de la Enciclopedia Campesina pueden gozarse por su contenido, pero sería
fantástico que en todas nuestras bibliotecas rurales tengamos también libros
nacidos de sus propios conocimientos. Ahora que nos hemos extendido hacia la
zona de Huamachuco, esta preocupación viene siendo una constante. Por eso
ya empezamos a recolectar las tradiciones orales en esa zona”.
Lo
que sigue es la tarea habitual que viene desempeñando el bibliotecario Alfredo
Mires Ortiz, en cuanto a la conformación de los equipos y los pasos para
continuar acopiando los saberes tradicionales de la cultura, y es en este punto
donde formulan algo clave, una verdadera declaración de principios:
“Para
crecer hay que enraizarse. Para enraizarnos hay que tener la humildad de
adentrarnos y reverenciar la prodigiosa sabiduría que aun habita en nuestras
comunidades”.
"Para
crecer hay que enraizarse", feliz entendimiento de las Bibliotecas Rurales
de Cajamarca, es un modo genuino de registrar conocimiento, sobre todo si ese
conocimiento se desarrolla oralmente en las chacras, al ritmo del trabajo
cotidiano, cuando se dice lo que se sabe, mientras culmina la jornada.
Podríamos
conjeturar una situación análoga, generada en la Biblioteca Qomllalqpi en 2010,
cuando los libros vivientes Mauricio Maidana, Ana Medrano y Adelio Medrano,
trabajaron una traducción del esquema clasificatorio de la Clasificación
Decimal Universal (CDU), tomando como elementos de consulta un diccionario de
la Real Academia Española y un vocabulario toba (realizado por Alberto S.
Buckwalter, edición 2001), de ese modo pudieron acercarse a la comprensión de
ciertos términos para luego traducirlos a la lengua qom. Recuerdo lo
interesante que fue evidenciar como se iban descubriendo palabras nuevas, ya
sea por condensación de ideas, fusiones de palabras y asociación cultural de
los conceptos. Se sabe que hay términos que no tienen traducción directa en
lengua indígena, como por ejemplo “filosofía”, pero si es posible traducir
“amor a la sabiduría”, tal como lo representa la etimología griega del término,
logrando un significado que en lengua qom se traduce como Na uoche na naÿasnec.
La
propuesta consistió en confeccionar los carteles con los nombres de las
diferentes disciplinas que en aquel momento componían el acervo bibliográfico
de la biblioteca, términos que en su mayoría no tenían traducción directa al
qom, y con los cuales hubo que conversar y discutir opciones para representar
cada una de esas temáticas generales. De hecho el nombre final de la
biblioteca, que completaba la denominación Qomllalaqpi (hijos de la
gente), propuesta por Ana Medrano, se había definido en otro encuentro: Noýec
Tounaxaqui logró representar la idea de biblioteca para la comunidad: Casa
de la memoria.
Lo
valioso de aquel encuentro entre tres lingüistas y un bibliotecario fue haber
descubierto palabras nuevas, buscando resignificar entendimientos que en
principio se presentaban ajenos a la cultura, con lo cual era importante contar
con un diccionario para tener en claro la etimología, y a partir de allí
consensuar una representación de los vocablos, sin pretender una definición
estándar, que por otra parte necesitaría de la aprobación de las comunidades
qom que habitan en Chaco, Rosario y Buenos Aires, a fin de homologar criterios
(en aquel momento se habló tanto en Derqui como en la Biblioteca Qomlaqtaq de
Rosario, sobre la necesidad de organizar un congreso de lengua qom, propuesta
que no llegó a concretarse, pero que permitiría discutir acuerdos entre los
lingüistas), en este punto vale resaltar que no todos en la comunidad de Derqui
eran hablantes y escritores de la lengua materna, lo cual divide un poco las
aguas a la hora de justificar ciertas elecciones gramaticales en relación a los
conceptos.
Entre
las conversaciones registradas en el blog de la biblioteca, incluyendo audios
que no se publicaron en dicho espacio (lo que comúnmente se denomina en
periodismo “material en crudo”), se habían resaltado algunos ejemplos cuyas
discusiones excedían el entendimiento gramatical, se trataba de conceptos
consustanciados con prácticas propias de la espiritualidad indígena,
probablemente el término “religión” represente ese contexto, ya que en líneas
generales tenía sentido hablar de cosmovisión, creencias, rogativas, cultos,
dioses, con lo cual los lingüistas discutieron una expresión que contenía lo
que podríamos entender como un conjunto de creencias: Na’amjanataxanac.
Otro
caso se registró con la concepción de la Psicología (partiendo de la
etimología común que indica “estudio de la conducta humana”), dicho término se
representó como Nataxac. Las ciencias sociales presentaron
variedad de términos, pero los paisanos lo comprendieron como “estudio de la
sociedad” en forma global. Para este caso todo aquello que implicaba estudio de
una disciplina o conocimiento se dice Paxaguenaxac, por ende el sector de
ciencias sociales se había registrado como Paxaguenaxac Na Shiýaxauapi (entendido
esto último como sociedad en general, no como comunidad en particular), lo cual
de algún modo implica aceptar que la traducción está orientada al usuario no
indígena que consulta una biblioteca indígena, en este caso habría que discutir
la noción de comunidad, dentro del amplio círculo del concepto sociedad.
En
cambio derecho (el derecho jurídico que corresponde a cada ciudadano
como un conjunto de normas éticas a cumplir y exigir que se cumplan) fue
comprendido por los paisanos como Huo’oda enec. Revisando los audios, hubo
términos que no generaron dudas, el consenso fue inmediato, tal el caso del
término “trabajo”, traducido como No onatac, acepción que en las
comunidades tiene honda vinculación con tareas agrícolas y comunitarias, no así
con la idea de cumplir un horario de trabajo en un espacio determinado. Lo
mismo ha ocurrido con “familia”, Ñalaqpi, un concepto en el que los
tres lingüistas acordaron sin inconvenientes, incluso “medicina”, que se
traduce como Nata, no tuvo dudas, mientras que sí se discutieron
apreciaciones con todo lo relacionado a la maternidad o parto, que es en este
caso qooqi nam alpi mientras que lo referente a estudios sobre el
cuerpo humano se expresa como N’ocguiaxac n’oc.
Otro motivo de reflexión lo originó el material relacionado con el arte y la música, en el primer caso se sugirió No’oxonecpi, mientras que música se representó como N’vic naxanaxac, aquí vale entender la noción de lo que para el qom representa el arte como actividad, relacionado con las prácticas habituales que se desempeñan en las comunidades, especialmente con las artesanías, se discutió previamente el alcance etimológico de la palabra, asociada como una actividad o un tipo de producto que tiene una finalidad estética y también comunicativa, pero también se mencionó la facultad de crear, un poco el entendimiento de la arcilla o barro, que una vez moldeado cobra una forma que termina en una representación relacionada con sus creencias, tomando elementos de la naturaleza, imágenes presentes en el monte y en los ríos, por lo tanto el consenso alrededor de esta palabra fue complejo, y llegó un punto en que los paisanos dieron a entender que la traducción la podían “dejar así” lo que no significaba que sea definitiva. Asimismo habría que considerar, previamente a la consulta, lo que representa la música en este contexto comunitario, asociada en ocasiones con prácticas medicinales, como forma de curación, un entendimiento propio de los chamanes que dista de la comprensión que la sociedad occidental pueda tener por este tipo de expresión artística, a lo que se llega en estos casos es a una aproximación conceptual, y no a una traducción directa.
Con
los términos deportes o juegos infantiles coincidieron en traducirlo
como Na’axaxacpi por lo general la asociación con el juego es más
notorio entre los chicos, quienes en una oportunidad habían registrado en la
biblioteca, en un cartel con fotografías, algunas variedades de juegos con
bolitas.
Lengua,
Lingüística se interpretó como Na’aqtaqa (a modo de
ejemplo L’aqtaqa na qom se entendería como lengua de la gente), se
trata de un término que no ha generado discusión alguna, probablemente por
encontrarse vinculado con las prácticas orales de traspaso de conocimiento, y
que tanta incidencia tiene en la educación familiar indígena, sin embargo en
relación a Historia y Biografías, resultó interesante en aquel encuentro el
debate entre Mauricio Maidana, Adelio y Ana Medrano, en un primer momento
existían pocas diferencias entre ambos términos, la consulta al vocabulario
toba despejó un poco las dudas, finalmente Historia se representó como Na’aqtaguec mientras
que biografías (historias de personas) se entiendió como Laýajnec
Shiyaxaua, allí las herramientas bibliográficas permitieron separar algunas
apreciaciones sobre ambos términos para diferenciarlos en distintos planos.
El sector de enciclopedias y diccionarios lo representaron de varias maneras, “diccionario” se entendió en la comunidad como “libro de palabras”, para sorpresa propia, en aquella reunión los qom encontraron un término para representar la idea de libro: Nede, que partió de la imagen de representar con un objeto la posibilidad de “guardar palabras”, se trata de un novedoso enfoque de una expresión ajena a los patrones culturales de la comunidad, pero que ilustra sobre la necesidad de tender puentes hacia otros entendimientos por parte de sus libros vivientes. En ese caso la traducción completa fue Nede Na’aqtacpi. Enciclopedia en cambio significa “conjunto de todas las ciencia y artes”, por ende quedó establecido como Nede uetaigui na yajnecpi, limitado a la sabiduría de los pueblos indígenas en directa relación con la biodiversidad y cultura.
El sector de enciclopedias y diccionarios lo representaron de varias maneras, “diccionario” se entendió en la comunidad como “libro de palabras”, para sorpresa propia, en aquella reunión los qom encontraron un término para representar la idea de libro: Nede, que partió de la imagen de representar con un objeto la posibilidad de “guardar palabras”, se trata de un novedoso enfoque de una expresión ajena a los patrones culturales de la comunidad, pero que ilustra sobre la necesidad de tender puentes hacia otros entendimientos por parte de sus libros vivientes. En ese caso la traducción completa fue Nede Na’aqtacpi. Enciclopedia en cambio significa “conjunto de todas las ciencia y artes”, por ende quedó establecido como Nede uetaigui na yajnecpi, limitado a la sabiduría de los pueblos indígenas en directa relación con la biodiversidad y cultura.
En aquella publicación en el blog de la biblioteca (septiembre de 2010), recuerdo haber dejado para el final lo que consideré un punto conflictivo para el modo de entendimiento de la cultura qom: el de las ciencias duras. Aproximadamente tres años después de este trabajo, tuve la experiencia de entrevistar a Omar Camachi para generar, dentro de la comunidad de Derqui, un documento oral sobre "las dos educaciones", que no eran otras que la educación escolar y la educación familiar indígena, fue allí que Omar lamentó la ausencia de química y física en el lenguaje y vocabulario qom, pero tomando su intervención como una falta, casi como un lamento. Por lo tanto esta disyuntiva ya estaba presente en la comunidad, razón por la cual resultó complicado encontrar una representación de las matemáticas, química y física, por el simple hecho de que los antiguos paisanos no conocían esos elementos, con lo cual la opción final, aunque no definitiva, fue la de consignar los términos en castellano.
Sin
embargo sí resultó posible encontrar traducciones para estas disciplinas:
Estudio de la tierra (geología): Paxaguenaxac Alhua. Estudio de la flora y fauna (biología) entendido según los lingüistas como el estudio de todo aquello que vive, ya sea en tierra, agua o aire: Paxaguenaxac Nahuetalec Nac Alhua N ca’ altahuec. La paleontología (o estudio del pasado de la vida humana) se re-significó como Paxaguenaxac so aupi. En este caso no se encuentran documentos generados por los propios paisanos, salvo descripciones de flora y fauna características del monte chaqueño, elementos propios de la farmacopea tradicional indígena, y prácticas chamánicas con registros orales de los abuelos del Chaco. Recuerdo que cuando pregunté por el estudio del pasado, algunas respuestas remarcaron la importancia del presente, el pasado era un espacio guardado en la memoria, una forma de construir una vasija, un modo de cazar o pescar, un tejido que respetaba cierta composición en la técnica del hilado, destrezas y conocimientos para los cuales no dedicaban un tiempo en analizar el origen, todo eso estaba incorporado y era traspasado a los más chicos, podían discutir cómo se hacían ciertas construcciones, pero no delimitar esa discusión a una forma de homologación de cómo hacer lo que comunitariamente hacían, por ese motivo es que resulta complicado acercar una traducción con estas disciplinas.
Estudio de la tierra (geología): Paxaguenaxac Alhua. Estudio de la flora y fauna (biología) entendido según los lingüistas como el estudio de todo aquello que vive, ya sea en tierra, agua o aire: Paxaguenaxac Nahuetalec Nac Alhua N ca’ altahuec. La paleontología (o estudio del pasado de la vida humana) se re-significó como Paxaguenaxac so aupi. En este caso no se encuentran documentos generados por los propios paisanos, salvo descripciones de flora y fauna características del monte chaqueño, elementos propios de la farmacopea tradicional indígena, y prácticas chamánicas con registros orales de los abuelos del Chaco. Recuerdo que cuando pregunté por el estudio del pasado, algunas respuestas remarcaron la importancia del presente, el pasado era un espacio guardado en la memoria, una forma de construir una vasija, un modo de cazar o pescar, un tejido que respetaba cierta composición en la técnica del hilado, destrezas y conocimientos para los cuales no dedicaban un tiempo en analizar el origen, todo eso estaba incorporado y era traspasado a los más chicos, podían discutir cómo se hacían ciertas construcciones, pero no delimitar esa discusión a una forma de homologación de cómo hacer lo que comunitariamente hacían, por ese motivo es que resulta complicado acercar una traducción con estas disciplinas.
Volviendo
a las Bibliotecas Rurales de Cajamarca, a fin de cerrar este precario círculo
reflexivo, resulta imprescindible resaltar la metodología empleada en la
comunidad de Huamachuco, la necesidad de recolectar palabras, dotarlas de
contexto, poblarlas de verdades comunes, en donde la identidad es un plano que
todo lo cubre, que junto a la memoria todo lo articula, porque simplemente
tiene que ver con lo que saben, porque en el fondo, el simple acto de hablar es
interculturalidad viva, una noción vulnerable que anda por los campos evitando
el olvido.
Fuentes consultadas:
La
enciclopedia en Huamachuco
Noýec
Tounaxaqui: en busca de una representación lingüística
Circuito
de producción documental en bibliotecas indígenas: experiencia de trabajo en la
Biblioteca Qomllalaqpi
http://eprints.rclis.org/16978/1/Circuito%20de%20producci%C3%B3n%20documental%20-%20ELIS.pdf
Testimonio oral sobre
educación indígena y educación escolar
http://librosvivientes.blogspot.com/2013/03/testimonio-oral-sobre-educacion.html
Versión para El Orejiverde: