Kevin Alexis Shimabukuro nació el 22 de
agosto de 1995 en la ciudad de La Plata (Buenos Aires) donde reside
actualmente. Es egresado de Bachiller con orientación en Ciencias Sociales
(Escuela de Enseñanza Media Nº 1 Manuel Belgrano), además obtuvo el título de
Programador Básico. En el 2014 comenzó la carrera de Lic. en Bibliotecología y
Ciencia de la Información (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación)
y en el 2017 la Lic. en Informática (Facultad de Informática), ambas en la
Universidad Nacional de La Plata.
Entrevistador:
Daniel Canosa
-
¿Por qué la Bibliotecología?
Para
ser sincero, al finalizar mis estudios secundarios aún no tenía muy en claro
qué carrera universitaria seguir, aunque sí pensaba estudiar alguna relacionada
con las Ciencias Sociales y las Humanidades. Además por aquel entonces me
preocupaba más escoger alguna carrera que me ofreciera rápida salida laboral
por sobre la remuneración económica, o las dificultades que podría presentarme
y tampoco me preocupaba demasiado escoger alguna carrera equivocada, así que no
elegí estudiar bibliotecología por vocación, gusto por la lectura, los libros o
las bibliotecas, ni tampoco porque alguien me lo haya recomendado. No sabía
siquiera sobre su existencia como carrera, sino que lo descubrí a través de un
folleto emitido por la Universidad Nacional de la Plata sobre las carreras que
ofrecía y que además afirmaba ofrecer una alta salida laboral. Luego a través
de una charla que tuve con la secretaria del Departamento de Bibliotecología
además me fui enterando del gran abanico de posibles lugares y actividades que
puede realizar un bibliotecólogo (no sólo trabajar en una biblioteca, sino
también en editoriales, archivos, museos, unidades de información de empresas,
como investigador, como docente, etc.), lo que me llevó a elegir esta carrera.
-
Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha
manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o
cultural en particular?
Nadie
pudo imaginar lo que elegí estudiar, se quedaban atónitos cuando les comentaba
que estudiaría bibliotecología pues aparte de la biblioteca de la escuela
secundaria nunca antes había visitado otras. Si bien de vez en cuando pedía
prestado libros para leerlos en el colectivo en viaje a la escuela sólo para
pasar el tiempo, tampoco sentía una real afición a la lectura, los libros o la
biblioteca, lo que me hace aparentar la antítesis del bibliotecario formado en
el imaginario social.
Tampoco
he sentido afición por alguna expresión artística, literaria o cultural en
particular, aunque sí siempre sentí curiosidad por comprender la naturaleza
social y cultural del Ser Humano en toda su complejidad. Así me interesaron
temas como la moral, el psicoanálisis, la cultura como construcción social, los
fenómenos sociales, la organización del poder en la estructura social, los
efectos de los medios de comunicación, capitalismo, la globalización, la
propiedad intelectual y otros tantos temas aunque tampoco profundicé demasiado
los conocimientos sobre éstos.
-
Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está
leyendo actualmente?
No
hay un libro que me haya influido especialmente, aunque sí provocaron cambios
en mi forma de pensar Aurora de Nietzsche (además de otros libros del mismo
autor como La gaya ciencia y Humano, demasiado humano), El cazador oculto (o El
guardián entre el centeno) de Salinger, Un mundo feliz de Huxley entre otras
aunque no podría confirmar que alguna me haya influido más que otra, ni tampoco que la lectura me
haya marcado mi ser social y psicológica más que otros factores, como mi
familia y el entorno social. Sinceramente leer no es algo que me vuelva loco,
pero tampoco es algo que odie. Además
creo que el conocimiento se adquiere de otras fuentes culturales e incluso de
las charlas cotidianas, no solamente de los libros y a través de la lectura.
Con
respecto a tu segunda pregunta, actualmente no estoy leyendo más que contenidos
académicos para las materias que estoy cursando. Solamente cuando estoy
totalmente despreocupado puedo leer por ocio.
- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?
Bueno,
en primer lugar yo diferenciaría bibliotecólogo, es decir una persona que ha
estudiado bibliotecología, de
bibliotecario, que es quien trabaja en una biblioteca. No todo bibliotecólogo
es bibliotecario, ya que el título académico te permite trabajar en una gran
variedad de ámbitos relacionados. Tampoco todo bibliotecario es bibliotecólogo
pues bien se sabe que en una biblioteca suelen trabajar personas de las más
diversas formaciones. Ahora bien, yo no definiría al bibliotecario como una
persona aficionada por la lectura, o como un sujeto con un rol social, sin
embargo sí considero, y es importante que lo recalque, que debe estar muy
consciente del potencial que posee al estar manipulando (en el buen
sentido) y gestionando grandes
reservorios de capital simbólico. Pero la injerencia de las actividades bibliotecarias en la producción de cambios
sociales es potencial, ya que considera que se precisan generar políticas
nacionales de información, comunicar a las personas sobre los servicios que
brindan, concientizarlas sobre el valor de la información y su comunicación,
generar nuevos servicios virtuales...Pero también considero que las actividades
aisladas de cada biblioteca no llegan a producir cambios que sí se podrían
conseguir si se proyectan políticas a altos niveles desarrollados de forma
cooperativa entre bibliotecas y también de forma interdisciplinaria con
profesionales de otras ciencias. Los bibliotecarios deberían formar lazos con
políticos, tener un espacio en ese círculo, participar en el desarrollo de
servicios que contemplen el acceso a la información pública, participar en la
modificación y creación de leyes que consideren la información, realizar
proyectos con instituciones educativas, las posibilidades son muchas para
alcanzar el potencial.
- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?
Creo
que en sí el bibliotecario de forma individual no posee un rol social, pero al
estar inserto en la organización biblioteca y que al tratarse de una
institución social, no de cualquier tipo, sino una con gran capital simbólico,
allí es cuando su labor adquiere un rol social. Tener en cuenta esta
institucionalidad es fundamental para poder analizarla no desde una perspectiva
técnica, organizacional o tecnológica sino dentro de campos sociales de poderes
en lucha. El capitalismo, el neoliberalismo, la mercantilización de la
información, son fenómenos que afectan todo a nuestro alrededor, ni siquiera
las cosas a las que todos tenemos derecho se salva de ellos. Creemos que con
las tecnologías web podemos acceder a toda la información, pero tenemos que
saber realmente cuánto de ella podemos acceder libremente, y de qué calidad.
Sabemos que existen bases de datos de publicaciones científicas pagas, donde
todo el Estado contribuye a su producción. Sabemos que hubo y que habrán
propuestas de Ley como PIPA y SOPA, sabemos sobre el Acuerdo Transpacífico de
Cooperación Económica que introducía un marco común de fuertes medidas de
protección de los derechos de reproducción a sus integrantes y que afectaban a
la mayoría de los países con el aumento de su duración. No opino que haya que
abolir las Copyrigths, sino equilibrarlas con los derechos de acceso a la
cultura, la educación y la información.
En
sí no creo que el bibliotecario posea un deber social, sí las bibliotecas como
instituciones sociales. Si bien existen diferentes tipos de bibliotecas, en las
públicas es donde más fuerte se presenta la pretensión de garantizar el acceso
a la información como derecho. Así creo que la labor del bibliotecario no se
restringe a realizar tareas técnicas, a buscar un libro, preservarlos del
daño, o responder una consulta, sino
que se fundamenta en razones sociales muchas más amplias relacionadas con los
derechos de toda persona de acceder a la información. Para ello los
bibliotecarios deben inmiscuirse en cuestiones políticas, no me refiero a
apoyar un partido político, sino en general políticas internas como reglamentos
sólidamente fundamentadas, desarrollar servicios adecuados para su comunidad de
usuarios adquirir notoriedad en ella, desarrollar consorcios e incluso
participar en el desarrollo y modificación de leyes relacionadas con el derecho de autor, la reproducción de
documentos, y participar de políticas nacionales de información.
-
Con respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos
favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades
vinculados al rol social del bibliotecario?
No
demasiado, aunque también hay que considerar que no todos los estudiantes de
Bibliotecología querrán ser bibliotecarios (aunque sí la gran mayoría) pues las
incumbencias del título ofrece mayores posibilidad que trabajar en una
biblioteca. Además con las transformaciones sociales y avances tecnológicos las
actividades vinculadas con el rol social del bibliotecario se amplían. La biblioteca
no es una institución aislada, sino que se encuentra en un mundo donde se
conjugan constantes luchas de poder, por lo que creo que es preciso que se
incluyan contenidos que permitan analizar de forma mucho más profunda esta realidad, especialmente para
la formación de investigadores o consultores. El capitalismo es una fuerza en
constante avance que junto con las políticas neoliberales no poseen miramientos
con la mercantilización de la información. La producción y comunicación
científica también se ve afectada por ellos. Así, para que el bibliotecario
puede poseer mayores chances e impacto en cumplimentar su rol social debe
conocer temas de los más diversos desde políticos, sociológicos, económicos,
históricos, semióticos, comunicacionales, etc. y estar consciente de la
realidad donde se encuentra.
- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos técnicos)
La
verdad que nunca había escuchado sobre ello ni tampoco he notado ese cambio.
Aunque sí considero importante que los bibliotecarios posean competencias
comunicacionales y sociales, tampoco creo que los bibliotecarios, como
personas, deberíamos esforzarnos por ser de forma forzada algo que no somos. No
todos somos iguales y eso hay que respetarlo. Sin embargo sí creo importante
que siempre se debe mantener la cordialidad, la empatía y el respeto por el
lector.
-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?
Creo
que los conocimientos impartidos en el proceso de formación académica nunca son
suficientes para el trabajo profesional, todo adquiere sentido con la práctica
real. De todas formas considero que es más importante aprender el porqué
debemos hacer tal cosa que el cómo (aunque no deberían dejarse de lado aprender
y conocer de forma teórica estrategias mínimas). Considero que el know-how más
valioso se adquiere de la práctica en una unidad de información real.
Debido
a que realicé una beca de experiencia laboral en el puesto de circulación y
referencia general, principalmente tuve que aprender el CÓMO se utilizaba el
sistema informático propio que utilizaban para gestionar los préstamos, y el
CÓMO tomaban decisiones teniendo en cuenta el reglamento interno y las
variables cada situación, es decir
cosas que solamente se aprenden con la práctica.
- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?
Creo
que es muy difícil seleccionar los temas a desarrollar en las materias
relacionadas con las TICs, ya que avanza a pasos agigantados. Sinceramente
estoy satisfecho con los contenidos vistos en las materias relacionadas con las
TICs, además de ser temas que son de mi agrado. Estoy conforme dado que
considero importante que ofrezcan mayor importancia a las bases teóricas de,
por ejemplo los procesos de análisis de la realidad y desarrollo de bases de
datos, fundamentos de la web y la digitalización de documentos, y aprender a
elegir las herramientas adecuadas, que aprender a usar una herramienta en
particular, pues siempre quedarán desactualizadas. Para tener una aproximación
a las herramientas informáticas creo que las clases prácticas estuvieron equilibradas
con las teóricas, aunque siempre se conseguirá profundizar en su manejo con la
práctica real.
-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?
Sinceramente
ni siquiera sabía que existían, creo que los docentes deberían comunicarle a
sus alumnos sobre su existencia, e incluso crear foros de discusión internas de
la cátedra o dentro del Departamento con la utilización de las nuevas tecnologías.
Creo que los debates son parte fundamental del proceso de formación, y que se
encuentran muy relegadas dentro de esta carrera. Por ejemplo, una vez asistí a
una clase de Fundamentos de la Educación y me sorprendió la participación de
los alumnos y fomentada por la docente, cosa que no ocurre en Bibliotecología.
-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?
Recuerdo
una sola situación donde se lo mencionó, no recuerdo exactamente qué cosas.
Creo que es necesario que se traten dichos temas, pero tampoco puedo decir muco
sobra algo que desconozco.
-
El concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las
problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto
bibliotecario, según lo vivenciado como alumno de la carrera ¿desde el aula,
recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?
Estas
cuestiones generalmente no se mencionan en clase, sí recuerdo vagas discusiones
en torno a la cuestión de la neutralidad de la profesión, en cuanto al uso de
algunas herramientas como la CDU por
ejemplo, que posee un marcado sesgo cultural
occidental en las categorías definidas en ediciones anteriores
especialmente, lo que refleje un posicionamiento, una visión del mundo
determinada carente de la pretendida objetividad, pero no es un tema que sea tratado de forma sistemática en alguna
materia. Sin embargo creo que la profesión bibliotecaria no posee nada de
neutral, cada decisión tomada por el bibliotecario tiene sus resultados. Creo
que en el proceso de formación del
bibliotecólogo no se debe negar la no-neutralidad de la biblioteca, que debe
discutirse qué cosas deberíamos hacer los bibliotecólogos para poder mejorar el
acceso a la información a las personas como un derecho, sin embargo creo que
buscar formas de mejorar el mundo fuera de estos límites, ya queda a criterio
de cada persona, por ejemplo en el desarrollo de servicios educativos o
comunicacionales, aunque también es cierto que poseen fronteras a veces un poco
difusas.
-¿Como
percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta
visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a
problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión
social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos
bélicos, problemáticas jurídicas, etc.).
Siento
que se debería agregar más elementos interdisciplinares a la bibliotecología
como las que ya nombré, pero para su propio desarrollo. Sé que muchos alumnos
se preguntarán “¿y esto de que me servirá?”, pero creo que el trabajo en una
biblioteca no se fundamenta sólo en saberes técnico-prácticos, sino que
requiere de conocimientos de la realidad social y política del entorno general
para poder desarrollar políticas y servicios de información adecuados a cada
realidad.
No
creo que la carrera ofrezca respuestas a las problemáticas sociales que
enumeras en sí, ni que sean una prioridad para los bibliotecarios pero tampoco
creo que haya restricciones a colaborar con dichos problemas
-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)
-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)
En
una de las primeras materias se pidió a los alumnos que formaran grupos y que
cada uno desarrollara una pequeña investigación sobre un tema y exposición de
la misma. Los temas fueron determinados por el docente, pero se repartieron al
azar, y uno versaba sobre la bibliotecología social, pero nunca más volvió a
tocarse el tema en las clases.
-Si
le fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera
¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece
la institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten
posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?
En
muchos. Pero no creo que el cambio sólo deba pasar por modificar el plan de
estudio. En primer lugar, creo que es una disciplina que aún le falta madurar
mucho en la definición de sus fronteras
con otras ciencias como la documentación, la archivística y las ciencias de la
información, así como en la definición de su objeto de estudio y denominación.
Estos procesos son anteriores a
desarrollo de un plan de estudio sólido. También se encuentra la cuestión sobre
qué perfil se pretende formar: si enfocarse en desarrollar profesionales o
investigadores, y no es una cuestión menor. Muchas personas se inscriben en
esta carrera por poseer rápida salida laboral profesional y no le interesa
demasiado la investigación. La investigación aún no se encuentra muy
desarrollada en la Bibliotecología, y requiere de sólidos conocimientos
teóricos y metodologías de investigación. Tratar de valorar más el desarrollo
de la ciencia formando investigadores podría llevar a que mayores cantidades de
alumnos abandonen la carrera y aumentar la demanda de profesionales que se
precisa en el mercado laboral, siendo este nicho laboral ocupado por personas
de las más diversas formaciones. En este sentido también creo adecuado que los
bibliotecólogos vallamos insertándonos en nuevos campos como la gestión de
contenidos web, el desarrollo de bases de datos, la gestión de la información y
el conocimiento, en la política, etc. y para ello también es preciso cambiar en
el imaginario social la imagen que poseen sobre el bibliotecario como un ser
aislado que protege los libros impresos e impone multitud de reglas cerradas, y
sobre las capacidades del bibliotecólogo, quien puede más que trabajar en una
biblioteca. Sin embargo si se presenta a la carrera como una de amplia y variada
salida laboral tampoco hay que decepcionar a los estudiantes ofreciendo un plan
de estudios con contenidos meramente técnicos. Estas cuestiones no son muy
discutidas en el ámbito académico ni tampoco fomentadas, y a la vez son muy
importantes para el desarrollo de la disciplina y profesión. Son cosas a las
cuales deberían abrirse un espacio.
-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?
Creo
que el libro impreso no va a desaparecer jamás, aunque es posible que su uso se
reduzca mucho. Son dos medios diferentes con sus características propias, por
lo que creo que ninguna desplazará a la otra. Si bien los libros electrónicos
son mucho más transportables poseen el inconveniente de la energía que precisan
los aparatos lectores. Además siempre habrá quien sienta nostalgia por sostener
el libro impreso, sentir su textura, olerlo, escuchar el sonido de las páginas
al hojearlas. Leer frente a una pantalla, por ejemplo una computadora, obliga
al lector a acomodarse en determinada posición y lugar, además estar frente a
ella durante mucho tiempo genera malestar a los ojos; un impreso uno lo puede
leer cómodo desde su cama.
Particularmente
yo prefiero leer en pantallas información actual y efímera, o para tener una
idea general de un tema, Si tengo que leer un libro de literatura extenso
generalmente los leo en formato impreso. Ahora bien (y no quiero ofender a
nadie) si son lectura para el estudio académico prefiero hacerlo desde las
fotocopias: en pequeños módulos son mucho más manejables que los libros, al
imprimirlos en una escala más pequeña permite tener márgenes más amplios y
realizar anotaciones allí, uno puede subrayar
o resaltar parte del texto (sentiría pena si lo hago en un libro,
incluso si fuera mío), e intercalar hojas borradores con reflexiones, mapas
conceptuales y mentales. De
todas formas creo que nunca debería dejar de imprimirse libros ya que son
capaces de conservar su contenido por mucho tiempo (muchos de los soportes de
lo digital han quedado obsoletos), aunque no debe preocuparnos que su
utilización caiga en desuso. En cada salto tecnológico siempre hubo personas
reticentes al cambio, y otras que creyeron que lo nueva iba a acabar con lo
viejo, y la historia nos enseña que muchas tecnologías supieron convivir
juntas, y aún las hacen
Muchas
gracias Kevin
Daniel
Canosa