Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.
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domingo, 4 de mayo de 2025

Algunas (breves) reflexiones sobre el paradigma de la Bibliotecología


Hace unos días, cruzando ideas entre bibliotecarios, me dejó pensando un comentario de Mirta Pérez Díaz sobre la necesidad de replantear el paradigma de nuestra profesión, y cómo la transversalidad era una forma de prolongar el alcance del servicio, es algo que tiene que ver con el sentido del rol social profesional de la Bibliotecología. Pensé que para articular ese concepto de carácter interdisciplinario era necesario discutir, dentro del mismo plano, el entendimiento de otro concepto ya estudiado en diferentes artículos: el del bibliotecario incrustado o embebido.

Cuando observamos ciertas ideas en el mundo del arte, como las profesadas por Marta Minujín, se puede advertir que la obra requiere apropiarse de una experiencia estética que supone participación del público, a punto tal que lo observado genera construcciones artísticas, literarias o filosóficas, incluso musicales o cinematográficas, que habilitan la creación de artefactos propios, interrelacionados desde la noción fractal y arbórea de las ideas, situación que convierte en creadores a los que simplemente participan de un evento colectivo.

Cuando nos preguntamos por el futuro de la disciplina, surgen los fantasmas vinculados con el avance de la tecnología, se habla de lo prescindibilidad de la profesión, que somos demasiados técnicos, que no entendemos las urgencias de las consultas, en definitiva, que no asociamos esa idea de que "todo tiene que ver con todo", y a su vez, nos invita a interrogarnos porqué, ante discusiones de carácter social y política, los bibliotecarios/as no somos considerados/as para opinar sobre hechos concretos en los que sí suelen tener visibilidad y presencia profesionales de otras disciplinas, como los antropólogos, etnógrafos, psicólogos, sociólogos, filósofos o docentes, de quienes se espera un aporte según su práxis académica, la posibilidad real de aportar soluciones -o inferir posibilidades- a los problemas que aquejan a una sociedad, sea cual sea su conflicto.

El bibliotecario incrustado fue un modo de comprender nuestra visibilidad en contextos de investigación, de transitar algunos planos donde poder articular nuestro oficio, pero pareciera que no alcanza, y es allí donde creo que debemos pensar a conciencia el concepto de transversalidad de nuestra disciplina, ver hacia dónde podemos llevar la técnica en virtud de otorgar respuestas desde el rol social bibliotecario, y no perder en el camino nuestro sentido humanista, escenario de disputa intelectual. Necesitamos atravesar todos los planos posibles, que la Biblioteca no se vuelva irresoluta, que el alcance de nuestro quehacer conecte al conjunto, caso contrario seguiremos apartados en esa invisibilidad que ciertamente no nos representa.

Así como la destacada artista expresa que "todo es arte", bien podríamos decir que "todo es información", y en tiempos de Inteligencia Artificial, no podemos dejar de transformar nuestras prácticas para lograr entre la ciudadanía alertar sobre lo visibles que podemos ser ante la urgencia de un requerimiento de carácter informativo, cultural, político, vale recordarnos que sin usuarios las bibliotecas no tienen sentido, y allí también es necesario incluir en esta discusión, el alcance genuino de las bibliotecas humanas y la idea -siempre innovadora e inquietante- del concepto "tercer lugar", ya frecuentado en teorías y ensayos bibliotecológicos.

Un texto de Jesús Tramullas abre algunas líneas reflexivas para evaluar: “Hannibal ad portas, o los futuros perfiles profesionales de la información”, en donde me dejó pensando sobre cierta preocupación expresada por el autor con relación a los perfiles profesionales, que vendría a ser según sus palabras "la pretendida invisibilidad de la profesión", es una idea que se percibe en esa reinvención de la rueda que otras disciplinas hacen con nuestro campo de trabajo, y que preanuncia un escenario ya citado por Tito Livio en alusión a las famosas batallas ganadas por Aníbal: “Sabes vencer, Aníbal, pero no sabes qué hacer con la victoria”.

Hay un hecho que atraviesa la conjetura, lo expresó Liangzhi Yu al decir que “una profesión desaparece cuando su misión se convierte en irrelevante para la sociedad o todas las actividades requeridas para su misión pueden ser automatizadas”, esa preocupación (y es esta una palabra que atraviesa buena parte del texto), también está relacionada con los perfiles profesionales, en donde se percibe que si referentes de otras disciplinas reinventan la rueda en nuestro campo profesional, habilita indirecta y progresivamente la pretendida invisibilidad de la profesión. Así también lo observa Tefko Saracevic cuando menciona sobre la interfaz o comunicación que debe darse entre las personas y los registros del conocimiento humano. El punto es que el entorno cambiante exige adaptaciones rápidas de los bibliotecarios/as, lo que lleva, casi sin advertir el contexto, a una inevitable vigilancia del entorno y al replanteo del alcance profesional bajo un proceso continuo.

Las profesiones suelen definirse a través de las competencias y habilidades de los profesionales, y en este escenario resulta muy positivo que entre dichos atributos se encuentre la capacidad para resolver problemas, trabajar en equipo y proponder al aprendizaje permanente. El problema que esta posibilidad genera es que la identidad profesional de los bibliotecarios/as evoluciona en forma constante, donde pareciera que no alcanza con adquirir nuevas habilidades vinculadas con la innovación, los entornos digitales y la inteligencia artificial, aquí es necesario reflexionar sobre los cambios culturales y nuestro papel como gestores de la información, si realmente entendemos al destinatario de nuestros servicios y de nuestra vocación.

Hay una reflexión muy acertada de Mirta, que aporta claridad en medio de los conceptos transitados por el profesor de la Universidad de Zaragoza, cito sus palabras: El arte, como una particular manera de expresar emociones y percepciones sobre una realidad, independientemente de los valores estéticos, es transversal a todos los grupos humanos, épocas y espacios. Y también lo es la información, sin considerar las intencionalidades que subyacen. Pero creo que el punto crítico está en el receptor. Se modelizan conductas sociales con baja o nula capacidad crítica, se estimula la alienación colectiva con gran dependencia tecnológica, y se anula la interacción social. Sobre lo que no hay duda, es aquello que tan bien señalaba Tramullas años atrás, “la vigilancia del entorno y los replanteamientos profesionales deben ser un proceso continuo. La Sociedad de la Información no puede arriesgarse a perder”. 

En un entorno tan volátil, dinámico, de cambio rápido y continuo desarrollo profesional, deberíamos preguntarnos o cuestionarnos si ya no es un poco tarde para revertir este contexto. Por lo tanto, resulta ineludible discutir porqué, como bibliotecarios/as, no realizamos aportes concretos para evitar esa nula capacidad crítica y dependencia tecnológica observada por Mirta en aquella mesa de café, pensar si de alguna manera estamos haciendo algo para evitar esa anulación de la interacción social, si realmente nos interesa o tenemos conciencia de lo que significa la necesidad de trabajar algunas ideas para comprender el paradigma de la transversalidad, he allí un punto crítico, y Anibal está a las puertas, una vez más.

PD: la mesa de café, que incluyó a Mirta Pérez Díaz y Javier Areco, pareciera ser una práctica en riesgo de extinción entre bibliotecarios, me hizo pensar sobre lo bueno que resulta, de tanto en tanto, intercambiar reflexiones sin una pantalla de por medio, podría ser también un tema para analizar, en medio de tantas cosas que se están perdiendo.                                                                                      

Textos consultados: 

Tramullas, Jesús (2016). “Hannibal ad portas, o los futuros perfiles profesionales de la información”. El profesional de la información, v. 25, n. 2, pp. 157-162. Consultar en: https://zaguan.unizar.es/record/70750/files/texto_completo.pdf?version=1

Marta Minujín y su plan de operaciones. Alejandra Varela. Página 12. Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/805559-marta-minujin-y-su-plan-de-operaciones

domingo, 17 de julio de 2022

La mediación del conocimiento en perspectiva – V Coloquio Rede Mussi

 

Desde Rede Mussi se ha divulgado la publicación del libro/anales "La mediación del conocimiento en perspectiva”, resultado de las comunicaciones compartidas en el V Coloquio Científico Internacional de la Red Franco-Brasileña de Investigadores en Mediaciones y Usos Sociales del Conocimiento y la Información, en la cual tuve el gusto de haber participado.

La obra es de libre acceso en el repositorio RIDI/IBICT/MCTI en el siguiente enlace: http://ridi.ibict.br/handle/123456789/1231

El trabajo presentado ha sido un artículo titulado “Construcción de Capital Social e Identidad Cultural:experiencias de oralidad documentada en comunidades indígenas y bibliotecashumanas”, dentro del panel “Mediaciones de saberes en contexto de transformación social”, compartido en el evento virtual de 2021 junto con las investigadoras Maria Aparecida Moura y Henriette Ferreira Gomes.

Tal como fue planteado en el prólogo por los coordinadores del evento, Gustavo Saldanha y Regina Marteleto, este documento busca reflejar la pluralidad de la producción científica de la Red tejida en el Coloquio, a partir de la conferencia inaugural, once conferencias invitadas y quince comunicaciones de investigación, cuya producción forma parte de la Colección Conmemorativa de los 50 años del Programa de Posgrado en Ciencias de la Información/PPGCI del Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología/IBICT, en convenio con la Universidad Federal de Río de Janeiro/UFRJ, por lo tanto, de la memoria de este quincuagésimo aniversario.

Fue muy grato haber podido estar presente para compartir reflexiones sobre el ejercicio profesional, un sincero agradecimiento a sus organizadores.

sábado, 23 de octubre de 2021

Coloquio Mussi 2021

Los días 3, 4 y 5 de noviembre participaré en el 5º Coloquio Científico Internacional organizado por la Red Franco-Brasileña de Investigadores en Mediaciones y Usos Sociales del Conocimiento y la Información (Red Musi). La propuesta de esta entidad ha sido denominada "La mediación del conocimiento en perspectiva: Memoria y construcción social de prácticas y dispositivos de infocomunicación".

Allí estaré compartiendo un trabajo sobre construcción de capital social e identidad cultural: experiencias de oralidad documentada en comunidades indígenas y bibliotecas humanas, con el objetivo de compartir reflexiones en torno a esta temática y el impacto de las experiencias de servicios bibliotecarios en el país.

El evento será en formato virtual por el actual contexto de pandemia.

Comparto programa https://remussi.org/coloquio-mussi-bh-2019/

El Coloquio será transmitido en plataforma zoom, para quienes deseen participar solo deben registrarse en este link: https://remussi.org/inscricao-coloquio/

Rede Franco-Brasileira de Pesquisadores em Mediações e Usos Sociais de Saberes e da Informação (Rede Mussi)

 5º Colóquio Científico Internacional

A mediação dos saberes em perspectiva: Memória e construção social das práticas e dos dispositivos info-comunicacionais

 

Programa General

03.11 | Quarta - Feira

9h

Mesa de abertura

9h30

Conferência

Memória e construção social da Base de Dados Referencial de Artigos de Periódicos em Ciência da Informação (Brapci)

Leilah Bufren

Universidade Federal do Paraná – Brasil

10h15

Debate

10h30

Intervalo

11h

Mesa-redonda 1

Epistemologias da mediação

Moderador

Gustavo Saldanha

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

Palestrantes

Maria Nélida González de Gómez

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro – Brasil

Quando as telas se iluminam, quando as telas se apagam

Viviane Couzinet

Université Toulouse III – Paul Sabatier – França

Mediação documentária: quatro dimensões para um conceito composto

Ana Amélia Martins

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

Mediação contra a ilusão da transparência

Carlos Henrique Juvêncio

Universidade Federal Fluminense – Brasil

A participação brasileira no Sumário Universal do Conhecimento: a Documentação e suas práticas

13h

Debate

13h15

Intervalo

14h

Sessão de comunicações 1

Mediação e construção social de documentos

Moderador

Gustavo Saldanha

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

A mediação das Américas no Museu Auch: das memórias locais à inscrição internacional de um território

Christine Carrère-Saucède

Patrick Fraysse

Université Toulouse III – Paul Sabatier – França

O cinema documentário como agente histórico: entre a mediação e a construção de conhecimentos

Renato Lopes Pessanha

Icléia Thiesen

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – UNIRIO – Brasil

14h30

Debate

14h

Sessão de comunicações 2

Mediação e dispositivos info-comunicacionais

Moderadora:

Martha Cabral

Universidade Federal de Sergipe – Brasil

História de Herbário, história da Universidade: o Herbário da Universidade de Toulouse como documento

Nathalie Sejalon-Delmas

Viviane Couzinet

Université Toulouse III – Paul Sabatier – França

As bibliotecas escolares e o repositório Lattes Data: reflexões sobre informação alteritária, ética, mediação e dispositivos info-comunicacionais

Carla Maria Martellote Viola

Marco Schneider

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro

Universidade Federal Fluminense – Brasil

14h30

Debate

04.11 | Quinta - Feira

9h30

Mesa-redonda 2

Mediações de saberes em contexto de transformação social

Moderadora

Regina Marteleto

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro – Brasil

Palestrantes

Daniel Canosa

El Orejiverde. Diario de los Pueblos Indígenas – Argentina

Construção de capital social e identidade cultural: experiências de oralidade documentada em comunidades indígenas e bibliotecas humanas

Maria Aparecida Moura

Universidade Federal de Minas Gerais – Brasil

Colonialidade algorítmica e epistemologia de dados: desafios à mediação social da informação

Madjid Ihadjadene

Université Paris 8 – Vincennes – Saint Denis –

França Inteligência artificial (IA) e Big Data: a mediação é uma farsa?

Henriette Ferreira Gomes

Universidade Federal da Bahia – Brasil

Mediação da informação frente à racionalidade neoliberal: fundamento voltado ao protagonismo social

11h30

Debate

11h45

Intervalo

13h

Sessão de comunicações 3

Mediação documentária e organização dos saberes

Moderadores

Viviane Ramond

Université de Toulouse 2 – Jean-Jaurès – França

Patrick Fraysse

Université Toulouse III – Paul Sabatier – França

Usos vernaculares e usos veiculares: o projeto documentário das instituições culturais na perspectiva da abertura de dados

Marie Després-Lonnet

Université Lumière Lyon 2 – France

Béatrice Micheau

Université de Lille – France

Arquivamento da Web: contribuições para a comunicação científica através das iniciativas de arquivamento e preservação de conteúdos em mídias sociais

Danilo Formenton

Luciana de Souza Gracioso

Universidade Federal de São Carlos – Brasil

Análise bibliométrica da produção científica da Rede Mussi

Cláudia Pecegueiro Silvana Vetter

Universidade Federal do Maranhão, UFM – Brasil

13h45

Debate

13h

Sessão de comunicações 4

Mediação documentária e cultura

Moderadora

Icléia Thiesen

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

Biblioteca e jardim: abordagem sensível de uma mediação

Sylvie Sognos

Isabelle Fabre

École nationale supérieure de formation de l’enseignement agricole (Ensfea)

Université de Toulouse 2 – Jean Jaurès – França

Mediação do documento musical: explorando os metadados

Bernard Jacquemin

Université de Lille – France

13h30

Debate

05.11 | Sexta - Feira

9h30

Mesa-redonda 3

Mediação documentária, memória e dispositivos info-comunicacionais

Moderadora:

Icleia Thiesen

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

Patrick Fraysse

Université Toulouse III Paul Sabatier – França

Museus, memoriais, histórias: diversificação dos locais de exibição do passado

Sékou Kamano

Université Julius-Nyerere de Kankan – Guiné

Produção do conhecimento na África: o caso dos professores-pesquisadores guineenses

Georgete Medleg Rodrigues

Universidade de Brasília – Brasil

Blogs e websites na construção, difusão e mediação da memória coletiva sobre a ditadura militar no Brasil (1964-1985)

11h

Debate

11h15

Intervalo

12h30

Sessão de comunicações 5

Mediação, espaço, leitura e patrimônio

Moderadora:

Gilda Olinto

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro – Brasil

Uma análise das práticas de leitura através do desenho

Cécile Dupin de Saint Cyr – Heckel

Université Montpellier – France

Isabelle Fabre

École nationale supérieure de formation de l’enseignement agricole (Ensfea)

Université de Toulouse 2 – Jean Jaurès – França

Viviane Couzinet

Université Toulouse III Paul Sabatier – France

Mediações participativas para coleções patrimoniais em bibliotecas universitárias: primeiras análises de pesquisas documentárias envolvendo usuários

Nathalie Joubert

Université de Toulouse 2 Jean Jaurès – França

A leitura em contextos de isolamento social: a humanização pela literatura

Patrícia Vargas Alencar

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

Gustavo Saldanha

Instituto Brasileiro de Informação em Ciência e Tecnologia

Universidade Federal do Rio de Janeiro

Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro – Brasil

13h15

Debate

12h30

Sessão de comunicações 6

Mediação, cultura, memória e patrimônio

Moderadora:

Lídia Eugênia Cavalcante

Universidade Federal do Ceará – Brasil

Aprender outros conhecimentos no museu através da universalidade: em direção a uma mediação social?

Muriel Molinier

Université Toulouse III Paul Sabatier – France

Museus da resistência ao salazarismo: patrimonialização de uma memória portuguesa

Viviane Ramond

Université de Toulouse 2 Jean Jaurès – França

Emmanuelle Lambert

Université Toulouse III Paul Sabatier – France

Expor a dieta mediterrânea – o lugar da cultura material num projeto educativo de concepção de exposições

Julie Deramond

Nolwenn Pianezza

Université d’Avignon – França

13h15

Debate

13h30

Homenagem a Leila Beatriz Ribeiro

Sessão de encerramento.

martes, 27 de diciembre de 2016

Sobre las posibilidades de las construcciones sociales en bibliotecas


A lo largo del año muchas lecturas se fueron acumulando dentro de un contexto signado por la responsabilidad social del bibliotecario, acaso el punto de entendimiento más emblemático dentro de dicha concepción haya sido el evento sobre Biblioteca Humana ocurrido en la Biblioteca Popular Florentino Ameghino de Luis Guillón, cuya realización dejó al desnudo una paradoja, advertida por Mirta Pérez Díaz bajo la forma de un cuestionamiento: preguntarnos qué nos está pasando como sociedad que para conocer otras historias de vida y otras problemáticas sociales haga falta planificar un encuentro, y que el mismo no surja espontáneamente…

Prácticamente nadie reparó en esta disyuntiva, el evento culminó, los informes se redactaron y vaya a saberse si las personas tuvieron otra posibilidad (o incluso deseo) de comunicarse, sin necesidad de esperar la propuesta institucional de un marco organizado que garantice una simple conversación.

Toda intervención tiene su significado, si genera adscripción, el paso del tiempo le agrega matices, le asigna conceptos, habilita construcciones cuyos esquemas pueden replicarse en otros contextos. La idea, como una rueda, avanza y cumple su destino, el motivo por el cual fueron conjeturados sus criterios. La idea, que a su vez lleva a cuestionar la propia naturaleza, bajo la cual se concibe toda disciplina, oficio o profesión.

Si en ese juego de espejos hacemos el esfuerzo de incluir a la bibliotecología, probablemente advertiremos que aún hay estereotipos que romper, acaso la histórica imagen del bibliotecario conservador, custodio, cuya rigidez lo aleja de toda posibilidad de construir capital social, en tal sentido aún debemos desestructurar anquilosadas estructuras de pensamiento, pasar del paradigma de la información al de la comunicación, generar contenidos, crear conceptos nuevos con un fuerte carácter dinámico, interrogativo, arbóreo.

Es entonces que considero pensar bibliotecas como casas comunales, casas de las palabras, casas de encuentro de personas. Sin alejarnos mucho, en nuestra historia como país tenemos el ejemplo de las pulperías, espacios de complejas dinámicas sociales que representaban un fuerte sentido de pertenencia, de identidad sociocultural, territorio de encuentro e intercambio entre personas de diferentes rasgos sociales, donde era posible compartir una conversación, realizar actividades lúdicas, artísticas y recreativas (juegos de naipes, tabas, carrera de sortijas, contrapuntos con guitarras, payadas, bailes tradicionales) o propiciar la comercialización de diferentes productos.

No podemos afirmar que en su mayoría las bibliotecas hayan representado ese espíritu, cuya máxima proliferación data de comienzos del siglo XX, incluso cabría preguntarse porqué se perdieron en el fondo de los tiempos los duelos de payadores (sin ir más lejos, desde el año 2010 no se realizan más payadas en el Bar Oviedo ubicado frente a la tradicional Feria de Mataderos, cuando por años fue una práctica frecuente y una “marca” registrada del lugar, cita obligada de gauchos, campesinos, folcloristas y tangueros), y es que tal vez tengamos que profundizar en aquellos ejemplos que significan para sus comunidades  las “casas de conocimiento”, ver cuánto pueden aportar, en este contexto, los abuelos y jubilados que viven cerca de una biblioteca pública o popular, cuántos testimonios propios de un fondo oral, cuantas historias de vida, cuántos documentos audiovisuales (hoy que todo lo antiguo tiene más valor comercial que los nuevos objetos, sin ir más lejos los discos de vinilo, VHS, cinta de proyector, casetes o fijarse en el precio que las fotografías antiguas tienen en librerías “de viejo”, sin contar con artefactos desusados como radios, televisores o proyectores cinematográficos).

Se tratan de oportunidades que se van perdiendo, porque en el universo de las culturas orales, los libros vivientes, cuando se van, se encienden por fuera, se hacen fuego, y al poco tiempo, la memoria documental que los acompañó –subrayada, comentada, ligada conceptualmente a otros textos– termina generalmente en manos de un hijo o un nieto, quedando sus materiales prolijamente depositados en un container, a la espera de que los cartoneros lo recojan y algún librero los adquiera, tasando el valor “a caja cerrada”.

Un documento liberado, una memoria embalada como un fardo, un entendimiento ignorado para siempre.

Que en algunas bibliotecas hay buenos ejemplos de construcciones sociales es innegable, pero ciertamente son pocos, la memoria colectiva de los pueblos se pierde si las bibliotecas no se hacen cargo de su rol de responsabilidad social, el tan reiterado concepto “rol social bibliotecario” que de tanto pronunciarse corre riesgo de perder significado.

Decía que las lecturas aumentan y que hay un contexto en el que algunos bibliotecarios elijen estar presentes, indudablemente resultan atractivas las frases como “bibliotecas de trincheras, comunitarias, rurales”, observar esta situación no implica asociar una crítica, pero son pocos los que detrás de esos pronunciamientos generan construcciones reales, documentos reales, situaciones reales de lectura y escritura, de palabras destinadas a formar parte de un documento. En algún punto la bibliotecología comunitaria requiere construcciones endógenas, necesita que los conocimientos se transformen en documentos, que los bibliotecarios ofrezcan información que los usuarios no encontrarán en otras casas de conocimiento, he allí toda fortaleza: constituir un acervo con la gente, ofreciendo nuestro tiempo, compartiendo experiencias.

El actual escenario se encuentra atravesado por relatos, teorías, consejos, opiniones, exposiciones, descripciones, revisiones…no es algo que esté bien o mal, es parte de una realidad cuya ley no escrita nos dice que si no publicamos perecemos, una realidad que no tiene correspondencia con el tiempo presente de quienes son nombrados sin ser entendidos, asumiendo la tarea de interpretar para la sociedad lo que “comprende” de dicho entendimiento, cabría analizar en tal sentido el profundo significado del concepto otredad (porque en este caso “el otro” es el indígena, el campesino, el extranjero, el inmigrante) y no hacer de algunas interpretaciones verdades soberanas.

Observando el plano (si tal acto es posible, ya que es preciso cultivar la atención) y luego de un pequeño recorrido con la mirada, si pasamos un tamiz por las intervenciones profesionales en contextos comunitarios, quedará en algunos casos solo buena literatura y la sensación de que todo está por hacerse, allí nunca faltan los análisis rigurosos, los discursos sobre la ética, las recetas profesionales, la inevitable asociación del nombre propio con el concepto, literatura de la literatura que descansa en algún repositorio y que ni siquiera llega a manos de quienes son referenciados.
Este simple texto intenta alertar sobre las posibilidades de las construcciones sociales bibliotecarias, porque aún siguen latentes en múltiples espacios de comunicación e información, y nos permiten cultivar un conocimiento con un rostro real intercambiando palabras reales en lugares donde las personas puedan encontrarse.

En tal sentido creo en el aporte de los docentes de bibliotecología, en los formadores de bibliotecarios, quienes pueden lograr, mediante pasantías, voluntariado y colaboraciones, recuperar aquel espíritu de los espacios sociales emergentes y espontáneos donde la identidad se forjaba entre el bullicio, las destrezas y la memoria, esa necesidad que como profesionales de la información debemos tener de estar alertas y dar respuesta inmediata a la cambiante dinámica social sin intención especulativa de por medio.

A ellos, bordadores de tejidos invisibles, van dedicadas estas palabras.

Nota: la imagen fue recuperada del siguiente texto:


jueves, 20 de octubre de 2016

La construcción de sentido de los libros humanos


Finalmente,  el sábado 15 de octubre, se llevó a cabo en la Biblioteca Popular Florentino Ameghino de Luis Guillón, el evento sobre Biblioteca Humana, una idea y un concepto que nos trasciende en tanto personas, en tanto profesionales de la información, con un fuerte sentido comunal, comprensivo, comunicativo, de pertenencia y empatía.

Sería muy complejo discernir sobre lo que vivenciamos aquella tarde, por un lado, hay un contexto que Mirta Pérez Díaz, en su soberbio trabajo sobre Biblioteca Humana (el tejido de la trama), torna visible en la introducción del documento: la preocupación de algunos científicos sociales sobre el progresivo deterioro del tejido social, que es algo que ciertamente observamos a diario en relación a los distintos niveles de violencia, racismo e intolerancia que sufre y padece buena parte de la sociedad. De algún modo, eventos de este tipo permiten aportar soluciones que reparan, o permiten reparar, aquel pronunciado y sensible dilema.

No es algo nuevo, pero es diferente. Siempre que hubo talleres de tambores en medio de favelas o talleres de escritura dentro de penales se comprobó posteriormente que los niveles de delincuencia bajaban considerablemente. Siempre la educación y la cultura ofrecen respuestas concretas a quienes viven bajo la sombra de la marginación y la estigmatización social. Pero en este caso es distinto, muchos libros humanos, por primera vez, sintieron que tenían algo para decir, porque sabían que tenían un público que los quería escuchar, y eso, la comunicación directa, no intermediada por la tecnología, fue algo que aprendimos a valorar de otra manera.

Es aquí donde considero necesario detenerse un poco, para poder articular una mayor comprensión del escenario compartido. Se trata de un descubrimiento tardío: un texto de Walter Benjamin sobre el entendimiento de la experiencia: como una verdadera construcción de sentido en donde es necesaria la interpelación y la comunicación genuina. Este filósofo, cuyo pensamiento se asocia con la Escuela de Frankfurt (investigadores adherentes a las teorías hegelianas, marxistas y freudianas), expresaba que a buena parte de la sociedad le ocurre en su día a día cotidiano (algo que ciertamente se puede extender a semanas) un fárrago de situaciones que nada tienen que ver con la experiencia, desde que ingresamos al trabajo y realizamos nuestras habituales rutinas laborales, las veces que quedamos un tiempo atascados en el tránsito, o cuando vamos al supermercado y a la noche cenamos mientras vemos televisión, nada de todo eso es experiencia, necesariamente la experiencia es otra cosa, experiencia es aquellos que nos pasa, no aquello “que pasa”, es algo que nos trasciende, que nos modifica, que nos transforma, y lo que vimos el sábado ha sido un conjunto de experiencias que los libros humanos compartieron con historias de vida, una oportunidad única (de hecho es la segunda vez que ocurre en el país) que nos permitió la posibilidad de hacer una construcción de sentido, una interpelación de lo sucedido, una reflexión de lo conversado.

Si vamos a la etimología, según lo recupera Jorge Larrosa -apoyándose conceptualmente en Benjamín-, tenemos que "La palabra experiencia viene del latín experiri, probar. La experiencia es en primer término un encuentro o una relación con algo que se experimenta, que se prueba. El radical es periri, que se encuentra también en periculum, peligro. La raíz indo-europea es per, con la cual se relaciona primero la idea de travesía y, secundariamente, la idea de prueba. En griego hay numerosos derivados de esa raíz que marcan la travesía, el recorrido, el pasaje: peiro, atravesar; pera, mas allá; perao, pasar a través; peraino, ir hasta el final; peras, límite. Y en nuestras lenguas todavía hay una hermosa palabra que tiene ese per griego de la travesía: la palabra peirates, pirata. El sujeto de la experiencia tiene algo de ese ser fascinante que se expone atravesando un espacio indeterminado y peligroso, poniéndose en el a prueba y buscando en el su oportunidad, su ocasión. La palabra experiencia tiene el ex del exterior, del extranjero, del exilio, de lo extraño, y también el ex de la existencia. La experiencia es el pasaje de la existencia, el pasaje de un ser que no tiene esencia o razón o fundamento, sino que simplemente ex-iste de una forma siempre singular, finita, inmanente, contingente. En alemán experiencia es Erfahrung, que tiene el fahren de viajar. Y del antiguo alemán fara también deriva Gefahr, peligro y gefahrden, poner en peligro. Tanto en las lenguas germánicas como en las latinas, la palabra experiencia contiene inseparablemente la dimensión de travesía y de peligro".

La experiencia -afirma el autor- la posibilidad de que algo nos pase, o nos acontezca, o nos llegue, requiere un gesto de interrupción, un gesto casi imposible en los tiempos que corren, requiere pararse a pensar, pararse a mirar, pararse a escuchar, cultivar la atención, cultivar el arte del encuentro, darse tiempo y espacio.


En el encuentro cité brevemente una frase de Alfredo Mires Ortiz, bibliotecario peruano de las Bibliotecas Rurales de Cajamarca, este entrañable colega dijo una vez que los “libros no nacieron para segregar, nacieron para congregar”, y lo había comentado en función de los libros campesinos que hacían los propios comuneros, si Alfredo afirmó esto en relación al libro-objeto o libro-herramienta, que no podemos decir entonces de los libros humanos, porque claramente lo ocurrido el sábado 15  fue una congregación, que en este caso puntual tuvo la particularidad de que al conversar con un desconocido sobre temas que no frecuentamos o del que teníamos escasas referencias concretas, lo que estábamos haciendo era poner a prueba nuestros preconceptos, nuestros prejuicios, nuestra ignorancia, eso solo debería propiciar –al final de la jornada o al día siguiente–  una construcción de sentido. De hecho los alumnos de Mirta tuvieron que hacer una construcción bibliográfica ofreciendo documentos que tenían relación con el conocimiento compartido por los libros humanos. De allí el entendimiento de la intertextualidad, en el cual se vinculan las dos colecciones: la colección “humana” y la colección documental. Allí también entra en juego la construcción que pueden hacer los oyentes/lectores, tornando arborescente el sentido de la trama.

De mi parte quise conversar con libros humanos, y en dos oportunidades (con Camila, artista callejera y con Sergio, la persona privada de su libertad) pude compartir verdaderas experiencias, por conocer en primera persona un modo de entendimiento que generalmente aparece estereotipado por los medios de comunicación (favorecido por aquello que Benjamin denominaba una falaz combinación: la información y la opinión como destructoras de toda experiencia) la realidad es bien distinta, aparecen los matices, y los motivos por los cuales resultan ciertas decisiones. Fue interesante indagar sobre los códigos de convivencia entre los artistas callejeros que “pasan la gorra” en los semáforos, como se “gana el espacio” en la calle, como se les dificultan accesos a plazas y parques, como son maltratados en la vía pública y hasta agredidos por los policías en ciertos espacios céntricos, contaron sobre sus anhelos y sus dificultades, y el coraje que se requiere día a día para llevar a sus casas el sustento cotidiano.

La conversación con Sergio (libro humano privado de su libertad) fue la última del día, y una de las más concurridas, ciertamente éramos muchos los que lo escuchamos motivando diversas intervenciones producto de una traumática experiencia. En un momento Sergio comentó que necesitó el perdón para poder continuar con su vida fuera del penal, y el perdón, tal como lo dijo, no es un sentimiento, es una decisión. Yo creo que a todos nos sirvió el testimonio “del otro lado” de la reja, que es como decir del otro lado de la realidad, que sin embargo avanza en paralelo sin atravesarse ni frecuentarse ni tampoco comprenderse. Allí se habló de posibilidades, que no solo deben ser externas, también para los reclusos deben ser internas, con un fuerte eje en educación y cultura, una vez más.

El encuentro de Biblioteca Humana nos permitió sumar un hilo al tejido de la trama, un hilo compartido entre libros humanos y oyentes/lectores (incluso para los bibliotecarios resultó propicio analizar nuestro estereotipo profesional), si tuviéramos por virtud elevar la imagen y poder observarla desde un plano más alto, lo que seguramente veremos es un tejido, con sus diferentes texturas, colores y tamaños, que no es otra cosa que una construcción de carácter colectivo, algo que nos pertenece y que a la vez nos trasciende, ciertamente esperemos (lo anhelamos) que estos encuentros se puedan replicar, y que de este modo podamos tener más elementos para intentar reparar los tiestos dispersos de aquel simbólico tejido social.

Al final de la jornada –tal como lo supimos todos– notarán que el esfuerzo valdrá la pena.


Vale un reconocimiento para Mirta Pérez Díaz por su inmenso trabajo, a los alumnos del ISFD 35 de Montegrande que tuvieron que investigar, tabular encuestas y colaborar con los visitantes (paralelamente tuvieron que asistir a clases aquel mismo día, con lo cual vivenciaron una verdadera maratón de actividades), a Sandra Caputi y Javier Areco por su entusiasta colaboración y a la gentileza de Anabella Manoukian por ceder el espacio y estar permanentemente presente en la organización del evento, junto con la colaboración de la bibliotecaria Rosa González.

Por último resalto la gentileza de Hernán Esteban Martínez por compartir su excelente trabajo fotográfico.

A todos muchas gracias.

Bibliografía consultada:

Jorge Larrosa (2002) Experiencia y pasión en, Entre las lenguas. Lenguaje y educación después de Babel, Barcelona, Laertes, 2003. p. 165-178. Consultar en:

Walter Benjamín (1933) Experiencia y pobreza. Consultar en:
http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/benjaminw/esc_frank_benjam0005.pdf