Construir un Usuré
no es producto de un acuerdo o de un proyecto, es el resultado de una necesidad
comunitaria, cuya construcción permite fortalecer las
actividades culturales de los indígenas bri bri de Costa Rica, se trata de una
casa cónica hecha con postes de madera de “manú”, bejucos y hojas obtenidos de
las montañas, donde los sabios transmiten sus conocimientos y desde donde se
realizan actividades festivas para beneficio de la cultura.
Así
como las malocas amazónicas, en una Usuré los ancianos llevan la palabra y el
conocimiento cultivado por los ancestros, compartiéndolo con las familias de la
comunidad. Para construir estas casas es necesario trasladar diversos
materiales surcando ríos y cruzando terrenos de planicies quebradas, además de
contemplar recomendaciones técnicas y espirituales sobre la construcción. Estas
tiendas cónicas representan para los paisanos la simbología del Universo y eje
de la cosmovisión originaria, y solo pueden recrearse siguiendo las decisiones
del consejo de ancianos y ancianas.
Existe
un caso reciente, publicado en el diario digital de los pueblos indígenas ElOrejiverde, que ha causado preocupación a nivel nacional y continental, por
tratarse de un misterioso incendio provocado en una Usuré de Cabagra, que
produjo diversas reacciones en espacios académicos y educativos, entre ellos la
Dirección de Extensión Universitaria de la UNED. Casualmente el incendio
coincidió un día antes del inicio de la recuperación de tierras en las
comunidades de Brazo de Oro y Palmira, anhelo largamente perseguido por las
comunidades bri bri.
Para
estas antiguas culturas, el Usuré representa la casa de Sibö (una de las
máximas deidades), permitiendo resguardar un espacio sagrado de valor
espiritual que históricamente debería ser protegido. Como dice el informe “cada
elemento de su compleja estructura expresa la profundidad de la filosofía y
cosmovisión bri bri. Su construcción fue una proeza que solo era posible con el
trabajo mancomunado de los bri bri de Salamanca y Cabagra bajo la conducción
del Consejo de Ancianos Iriria Jetcho Wakpa. El Usure se convirtió en el lugar
donde los Awá (médico y sabio tradicional) venidos de Talamanca brindaban
servicios de salud según los conocimientos y prácticas ancestrales, y también
funcionaba como espacio intercultural de encuentro entre los pueblos indígenas
de toda la región brunca”.
Pensemos
en la compleja gravedad del asunto, para recuperar el Usuré o Casa cósmica, el
pueblo bri bri de Cabagra tuvo que reaprender la tradición para poder
construirlo después de 60 años de haber perdido su último templo ancestral. Sus
maestros dicen que una casa cósmica es un centro espiritual que representa la
visión del mundo de los bri bri y su organización social. Cabe mencionar que la
tradición oral había desaparecido en la zona, y que solo en Talamanca existen
en la actualidad. Lo que intentan hacer es recrear lo que sus ancestros
practicaron por siglos.
Como
profesional de la información sigo creyendo en la necesidad de discutir estos
espacios para asociar una representación de las bibliotecas en contextos
indígenas. Los colegas costarricenses tienen la posibilidad, por la cercanía
geográfica, de propiciar un encuentro con los paisanos para tratar de entender
el significado y sentido de una biblioteca indígena. Se tratan de discusiones
que enriquecen, a las cuales debemos asistir con las limitaciones propias de
nuestro cuerpo académico. Se trata también de un aprendizaje en el cabal
sentido de la palabra.
El
Usuré o Casa cósmica bri-bri, es el centro espiritual que representa la
cosmovisión de este pueblo originario y su organización social. Una biblioteca
construida con la colaboración de los paisanos debería alcanzar el mismo
sentido de representatividad, un espacio donde se pueda cultivar y proteger el
conocimiento oral de las familias. Un reservorio del saber anclado en un
territorio de encuentro entre distintas formas de conocimiento.
Hoy
por hoy, reconstruir un Usuré solo puede ser posible mediante una convivencia e
intercambio intercultural entre los awas del consejo de ancianos local, el
Ministerio de Cultura y organismos indígenas como la reconocida organización
Ditsö. Los criterios se basan en investigaciones, reportes y trabajos de campo
donde se advierten sobres los distintos procesos de aculturación que los
pobladores de la región sufren desde hace años en deterioro de sus culturas
orales, pero también de la escasa conciencia cultural que lleva a algunas
personas a destruir estos espacios por meros intereses particulares, incluso
actualmente los conocimientos sobre la construcción de este tipo de sitios
ceremoniales son escasos, razón por la cual el incendio reciente simboliza una
sensible pérdida para el patrimonio cultural de las comunidades originarias de
Costa Rica.
Hubo
un evento que la destrucción del Usuré transformó en anécdota, que es cuando el
Consejo Iriria Jtechö Wakpa tuvo a su cargo la dirección de la ceremonia,
presidida por el awa Justo Avelino Torres. La charla histórica la dictó el
líder Maximiliano Torres y sobre la historia de los Usuré hablaron los miembros
del pueblo bri brí Adilio Ortiz y Julia Figueroa. Participaron representantes
de instituciones estatales y delegaciones de pueblos indígenas de otros
territorios vecinos. Todo eso se lo llevó el viento, con lo cual hay que
empezar de nuevo la construcción, que como se advierte no es solamente de
materiales.
Se
sabe que el bri bri es uno de los pueblos indígenas más importantes de Costa
Rica, con una población estimada en diez mil personas, asentado en la
cordillera de Talamanca. Aún conservan su lengua y en la actualidad hacen un
gran esfuerzo impulsándola de forma escrita. Asimismo practican una de las
cosmovisiones más antiguas de la región, estructurando sus sistema social en
clanes.
Vale
reiterar el informe final del Orejiverde, para detenernos en cada palabra, para
repensar el alcance de una biblioteca indígena:
“El
Usuré es el punto central de su cosmovisión, al ser la representación del
Universo y por lo tanto la manifestación de la vinculación
macrocosmos-microcosmos. Es además el mundo ancestral, el lugar de curación y
el ámbito de reflexión y armonia para la consolidación de los lazos familiares
y comunitarios. Es un espacio cosmovisional de integración en donde conviven
los dioses y todas las expresiones de la Dualidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario