La irrupción de
Elosía Cartonera en el año 2003, coincidente con el surgimiento de
cooperativas, micro-emprendimientos, asambleas, agrupaciones barriales y
movimientos sociales generados tras la crisis política y económica de 2001, le
ha permitido ser reconocida por buena parte de la crítica académica y literaria
como la primera Cooperativa, editorial y de reciclado cartonera del mundo,
motivada en el enorme impacto que tuvo el formato de trabajo con libros de
cartón, replicado en más de 20 países.
Sin embargo cabe
destacar un antecedente previo en el mundo editorial cartonero, curiosamente
ignorado por quienes investigaron dicho fenómeno popular, se trata de Ediciones
El Mendrugo, de la poeta argentina Elena Jordana, quien a principios de los
años 70 publicó libros encuadernados con cartón corrugado, impresos en papel
kraft (o estraza) y atados con hilo sisal, con tipografía de sellos de goma, donde
era preciso contar con pesadas máquinas de escribir capaces de perforar sobre
el esténcil (técnica artística de decoración), para de este modo consignar los
datos de título y autoría en las portadas, a la manera estética de los volantes
universitarios.
Cada edición era
distribuida personalmente por la propia autora, en sus viajes a México, Estados
Unidos y Argentina. Entre los autores publicados figuran Nicanor Parra, Ernesto
Sábato (quien cedió sus derechos de publicación para que el texto “Carta a un
joven escritor”, con apoyo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), fuera
presentado en la Feria del Libro de 1974), Octavio Paz, Enrique Fierro, Juan de
la Cabada, Guillermo Samperio, José Joaquín Blanco y Alejandro Sandoval entre
una treintena de escritores. Como figura en la crónica periodística, cada libro
se hacía individualmente entre amigos, con jarras de vino y canciones (la
propia Elena estudió canto folclórico en sus inicios), incluso algunos libros
iban acompañados de un morral de yute para que los lectores lo pudiesen llevar
más cómodamente.
Elena Jordana, “la
editora maga”, nació en Buenos Aires en 1934 (otras fuentes incluyen el año
1940), de padres españoles, tuvo una vida intensa dedicada a la literatura
(estudiante de Filosofía y Letras, poeta, dramaturga, editora, traductora), fue
la primer mujer que ganó el certamen Premio Nacional de Poesía, en 1978.
Directora y fundadora de Cantares de España y Cancionero de América.
Colaboradora de Casa de las Américas, El Día, El Nacional, Excélsior, El Sol de
México, Los Universitarios, Plural, Revista Universidad de México, y Unomásuno.
A los 23 años se va a vivir a New York, donde estudió Lengua y Literaturas
Hispánicas en la Universidad de Columbia, allí vivió en total 9 años,
radicándose posteriormente en México de 1972 a 1994. En una entrevista
realizada por David Siller contó que mientras vivía en New York intentó
publicar su primer libro, titulado "S.O.S. Aquí New York" pero nadie
quería editarlo. Un día viajando en el Metro se le ocurrió la idea de utilizar
pedazos de cartón para unir a las páginas mecanografiadas, de este modo surgió
su primer libro. Su carácter bohemio y multifacético la llevó a relacionarse
con innumerables escritores, quienes cedieron sus derechos de publicación en las
ediciones cartoneras. Alguna vez discurrió sobre la función social de la
poesía: "no lo sé, lo que sí creo es que la poesía está en todas
partes, en ese jardinero que cuida el césped de la casa de enfrente, en la
calle...en todas partes. La poesía, tan antigua como el hombre, es una
necesidad básica, es el recrear la realidad".
Según lo consigna el
editor mexicano Joaquín Diez-Canedo, el primer título que edita Elena
Jordana es precisamente “Vuelta”, de Octavio Paz, en 1971, cuyos “Interiores y
tapas, dobladas simplemente a la mitad, se reúnen con un trozo de mecate teñido
de color y anudado por el lomo, a media altura”. Las tapas estaban impresas
solamente por la cara en tinta violeta, con tipografía de sellos de goma e iban
acompañadas de los citados morrales. Esta estética de trabajo, afirma el autor,
fue contemporánea de la reconocida Imprenta Rascuache, perteneciente al editor,
tipógrafo e impresor Juan Pascoe, quien por entonces, y contando con una prensa
manual del siglo XIX, puso en marcha un taller de libros hechos a mano que más
tarde recibiría el nombre de Martín Pescador.
Asimismo la
experiencia de Ediciones El Mendrugo, en este caso sin la utilización de
cartones, encontró continuadores en los Cuadernos de Estraza, del poeta Antonio
Castañeda (realizados con dicho material, formando pequeños cuadernos atados en la parte central por un cordel), que
aparecieron a fines de los setenta; en la serie Papeles de Envolver/Colección
Luna Hiena que al cuidado del también poeta Ángel José Fernández publicó la
editorial de la Universidad Veracruzana entre 1982 y 1990, en la colección La
Hoja Murmurante, de la editorial La Tinta del Alcatraz (utilizando papel de
estraza y kraft), y en la editorial Papeles Privados del poeta xalapeño Mario
del Valle (cuyas ediciones incluían grabados, encuadernaciones en pasta dura,
piel y rústica, con serigrafías y pinturas que se comercializaban envueltas en
estuches, estuches-atriles y cajas), por citar algunos casos de “editoriales
marginales” que desarrollaban con bajos recursos una estética tipográfica
particular (por otra parte excede la intención de este texto incluir un resumen
de las ediciones artesanales o “libros de artistas” que en su mayor parte
llevaron adelante los poetas utilizando todo tipo de recursos).
Entre la lista de
títulos publicados por El Mendrugo se destacan los siguientes:
Nicanor Parra
(Chile) Los profesores
Varios (New York) El taller con Nicanor Parra
Elena Jordana (Argentina) S.O.S. aquí New York
Ernesto Sábato (Argentina) Carta a un joven escritor
Octavio Paz (México) Vuelta
Stella Calloni (Argentina) Los subverdes
Igor Delgado (Venezuela) Ephephetae
Leonel Góngora (Colombia) 4 poemas íngrimos en Hardley retread
Marco Antonio Montes de Oca (México) Astillas
Juan de la Cabada (México) Vieja muestra: una chamaca y dos gringuitas
Fayad Jamís (Cuba) Poemas del fin del mundo
Iris Zavala (Puerto Rico) Poemas prescindibles
Manuel Durán (España) Cámara oscura
Varios (Nicaragua) Premio de poesía Leonel Rugada
Elena Jordana (Argentina) Poemas no mandados, Cartas no mandadas, En un reino remoto
Varios (New York) El taller con Nicanor Parra
Elena Jordana (Argentina) S.O.S. aquí New York
Ernesto Sábato (Argentina) Carta a un joven escritor
Octavio Paz (México) Vuelta
Stella Calloni (Argentina) Los subverdes
Igor Delgado (Venezuela) Ephephetae
Leonel Góngora (Colombia) 4 poemas íngrimos en Hardley retread
Marco Antonio Montes de Oca (México) Astillas
Juan de la Cabada (México) Vieja muestra: una chamaca y dos gringuitas
Fayad Jamís (Cuba) Poemas del fin del mundo
Iris Zavala (Puerto Rico) Poemas prescindibles
Manuel Durán (España) Cámara oscura
Varios (Nicaragua) Premio de poesía Leonel Rugada
Elena Jordana (Argentina) Poemas no mandados, Cartas no mandadas, En un reino remoto
Elena Jordana
falleció en diciembre de 2008, justo cuando se terminó de imprimir su último
libro “Umbrales”. En vida publicó algunos poemarios, difíciles de conseguir en
el circuito editorial, entre ellos S.O.S. aquí Nueva York, Cartas no mandadas,
Poemas no mandados, Mujer al sol, Diré lo mío, De mares y nómadas navegantes.
Reconocida en certámenes literarios (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes
1978 por Poemas no mandados. Premio Nacional de Teatro Ramón López Velarde 1982
por Mujer al sol. Su poemario Poemas no mandados se incluye en la compilación
“Premio de Poesía Aguascalientes 30 años, 1968-1977”. Dejó una marca imborrable
entre sus colegas y amigos.
Ojalá que su memoria
sea, para siempre, de lindos colores.
Volviendo a Eloísa
Cartonera, cuesta imaginar cómo una idea supo generar semejante movimiento. Los
responsables de aquella aventura aún siguen cortando y pintando cartón en un
galpón de la Boca, la cooperativa-editorial cartonera pudo haberse quedado detenida
en una mera expresión de deseos, algo provocó que tuvieran la necesidad de
articular acciones bajo contextos emergentes urdidos en escenarios
desfavorables, bien valdría preguntarse porqué nacen las ideas, y cómo es que cada tanto se origina una cultura de la
resistencia que da sustento moral a una inmensa minoría excluida de sus
derechos, para después ofrecer una respuesta a la sociedad desde sus propias
intervenciones, sin recursos, integrando amplios y relegados sectores de la
sociedad.
Cuesta entender las
concatenaciones del proyecto original, cómo la idea –que tanto a Elena Jordana
como a Washington Cucurto se les ocurrió con 30 años de diferencia– traspasando
fronteras reales y culturales, caló hondo en otros contextos, inspiró
respuestas, acciones, motivos para conseguir los elementos necesarios para de
este modo empezar nuevas ilusiones históricamente postergadas: simples
cartones, témperas, acuarelas, tijeras,
plasticolas, hilos de coser, grampas, papel…
Allí andan aquellos
que nacieron bajo una crisis política y social, y desde entonces encarnan una
poética de la resistencia.
Nota:
La fotografía que
ilustra este texto pertenece a quien suscribe, se trata de un libro de
Ediciones El Mendrugo adquirido recientemente, 22 hojas de papel de estraza con
sus tapas de cartón corrugado, y en el medio un cordel de hilo sisal. La
impresión parece propia de una máquina de escribir eléctrica, se trata de Carta
a un joven escritor, de Ernesto Sábato (3° edición, Argentina, mayo 1975), con
el copyright de la Editorial Sudamericana e impreso en los Talleres Gráficos
Torres (Bartolomé Mitre 1370, Buenos Aires, Argentina), en su primera página
posee un sello con dos fechas (8 y 27 de julio de 1975) y la firma de quien
probablemente fuera la compradora, una tal Silvina Castro Olivera. En el
extremo superior izquierdo aparece tipeado en tinta violeta el nombre de la
editorial, Ediciones El Mendrugo…
Quisiera creer (y
tengo motivos) que la propia Elena Jordana dobló por la mitad este cartón que
tengo en mis manos, invariablemente imagino el contexto, la poeta que corta el
cartón, que une las hojas y que las guarda en un morral, atadas con un hilo.
Algo tan simple como eso, y que tiene la enorme posibilidad de favorecer el
acceso a la lectura.
Algo que bien
sabemos los bibliotecarios, provoca una enorme dicha promover.
PD: El artículo
final sobre editoriales cartoneras incluirá, aparte de los textos difundidos,
un análisis sobre las diferentes manifestaciones surgidas de los movimientos
cartoneros, en especial el apoyo suscitado por gran parte de las editoriales
cartoneras hacia los escritores locales, las diferentes técnicas aplicadas
sobre los libros de cartón, los casos de trabajos colaborativos en red, la
posibilidad de generar libros cartoneros en comunidades indígenas y por último
las experiencias de editoriales cartoneras en contextos carcelarios.
Bibliografía consultada
El
antecedente mexicano [Página 12, martes
3 de junio de 2008] Consultar en:
David Siller (s/a). La
poesía, tan antigua como el hombre, está en la calle, en todas partes : Elena
Jordana [entrevista]. Consultar en: http://www.unla.edu.ar/greenstone/collect/archived/index/assoc/HASH8d85/e5f9acc2.dir/doc.pdf
Eve
Gil (2009). Ese minuto de locura [Blog "La trenza de Sor Juana IV]
Consultar en: http://trenzamocha.blogspot.com.ar/2009/11/ese-minuto-de-locura.html
Ksenija Bilbija (2010). Borrón y cuento
nuevo: las editoriales cartoneras latinoamericanas. Consultar en: http://nuso.org/articulo/borron-y-cuento-nuevo-las-editoriales-cartoneras-latinoamericanas/
Joaquín
Díez-Canedo (2008). Técnicas artesanales en los libros mexicanos (II) Consultar
en:
Andrea
Montiel Rimoch (2013). Los vuelos de la hoja murmurante. Consultar en: http://www.uam.mx/difusion/casadeltiempo/69_70_vi_jul_ago_2013/casa_del_tiempo_eIV_num_69_70_83_86.pdf
Blog
"Rompecabezas" (2011). Taller Martín Pescador. Consultar en: http://laculturaenelabismo.blogspot.com.ar/2011/01/taller-martin-pescador.html
Luis
de la Peña Martínez (2001). Antonio Castañeda (1938-2000): poeta, editor y
cronista de cine. Consultar en: http://www.uam.mx/difusion/revista/mar2001/pena.html
justo hoy encontré entre las cajas de mi abuela, este libro de sábato en esta edición que me pareció extrañísima y muy simpática, gracias por los datos, realmente ses un hallazgo y un dato hermoso este antecedente de los libros en ediciones baratas de fabricar. Lo tengo en la bolsita de arpillera!
ResponderEliminarSe agradece el comentario, en el caso que interese, se comparte un Directorio de Editoriales Cartoneras en este blog, con variedad de experiencias, saludos.
ResponderEliminar