En el particular universo de la bibliotecología indígena existen espacios relacionados con la producción documental local y endógena, como también suele instalarse la idea de asociación entre el entendimiento de casa de la memoria en directa vinculación con la reivindicación de la memoria histórica de los pueblos originarios, prácticas que se encuentran atravesadas por el reclamo de los derechos, y que son recuperadas por los descendientes, buscando recrear los elementos que hicieron posible la identidad de los antiguos.
Este último caso pareciera ser el de la reciente Biblioteca de Punta Querandí, que desde 2018 funciona dentro del Museo Autónomo de Gestión Indígena, institución educativa creada por la Comunidad de Punta Querandí, motivada por el creciente abandono de las autoridades de patrimonio cultural, cuyas tierras comunitarias, que abarcan una región de humedales del río Luján y Delta del Paraná, fueron habitadas ancestralmente por los pueblos indígenas querandí, guaraní y chaná, entre varias culturas originarias migrantes de contextos rurales, lugares de encuentro e intercambio, que constituyeron enclaves estratégicos de resistencia al invasor.
Este último caso pareciera ser el de la reciente Biblioteca de Punta Querandí, que desde 2018 funciona dentro del Museo Autónomo de Gestión Indígena, institución educativa creada por la Comunidad de Punta Querandí, motivada por el creciente abandono de las autoridades de patrimonio cultural, cuyas tierras comunitarias, que abarcan una región de humedales del río Luján y Delta del Paraná, fueron habitadas ancestralmente por los pueblos indígenas querandí, guaraní y chaná, entre varias culturas originarias migrantes de contextos rurales, lugares de encuentro e intercambio, que constituyeron enclaves estratégicos de resistencia al invasor.
Se trata de un
espacio que relaciona el entendimiento de la biblioteca indígena con documentos
que tratan aspectos específicos de la cultura, en su mayoría libros, donados
por investigadores que dedicaron buena parte de su tiempo al mundo de los
pueblos originarios. Podríamos discutir qué modelo de biblioteca indígena
quieren para si sus líderes comunitarios, descendientes en su mayoría de
culturas orales del noreste de la región pampeana, en tal sentido sería
interesante que los responsables de Punta Querandí rescaten las historias
orales de sus familias, y que la biblioteca interpele la memoria histórica
construyendo conocimiento local.
En el Museo se
exhibe parte del material arqueológico hallado en el territorio al mismo tiempo
que se relata la historia originaria de la región y las problemáticas actuales
por el avance de los grandes negociados inmobiliarios en los humedales del río
Luján. Para los responsables de la biblioteca los libros, orientados en su
mayoría a cubrir aspectos fundamentales de los pueblos originarios con énfasis
en temas ambientales de la región, fortalecerán esta mirada crítica del pasado
y del presente de la Buenos Aires que el sistema quiere ocultar.
Cabe recordar lo
que implica este proyecto según las propias palabras de sus fundadores, Punta Querandí
(hasta 1967 un conjunto de tierras ferroviarias del Ramal 56 del
Ferrocarril Mitre) es un territorio comunitario, sagrado y educativo de una
hectárea que conserva restos arqueológicos indígenas de mil años de antigüedad,
ubicado en una zona de enterratorios ancestrales que está siendo destruida por
la construcción de megaemprendimientos de barrios privados. Desde
aproximadamente 2008 este lugar es protegido por las familias de pueblos
originarios que allí desarrollan su espiritualidad y sus culturas a través de
talleres de enseñanza abiertos a toda la sociedad. La Comunidad Indígena
de Punta Querandí está formada por personas que pertenecen a las culturas
guaraní, kolla, qom y otras identidades propias de grupos migrantes indígenas.
Hay un contexto
desfavorable, que tiene lugar en la Cuenca del Río Luján durante la última
década, en donde se suscitaron distintas luchas contra la invasión de los
megaemprendimientos de barrios privados, lográndose en base a reclamos el
otorgamiento de fallos judiciales -de dudoso cumplimiento- que ordenaron frenar
todas las obras preventivamente hasta tener los resultados de un estudio de
impacto ambiental acumulativo. Para garantizar la clausura definitiva de este
modelo nefasto
de “progreso” para pocos, organizaciones de Luján, Pilar, Campana, Escobar y
Tigre impulsamos la campaña “Más humedales, Menos inundados” con una gran
cantidad de adhesiones. Es allí que la Comunidad Indígena de Punta Querandí
comenzó a formarse en el respeto hacia el recorrido espiritual de sus
ancestros, situación que cobró otro sentido cuando tuvieron noticias de la
aparición de “restos arqueológicos” en Punta Querandí (2004), a lo cual se
sumaba la reciente destrucción de un cementerio indígena conocido como “sitio
Garín” por integrantes del country Santa Catalina (2000), a solo cien metros de
distancia, y la devastación generada por la invasión de barrios privados en
humedales, campos y parajes, con espacios ancestrales amenazados como “Rancho
Largo” y los tres sitios de “La Bellaca”, entre muchos otros. Todo esto
hizo que la comunidad se fortaleciera internamente para enfrentar las
problemáticas que afectaban directamente su forma de vida.
Entre las
prácticas recuperadas se destacan la cestería con totora, techos de kapi’i
ñarõ, paredes de barro, alfarería con arcilla, elaboración de artesanías con
materiales naturales y reciclados, pesca, huerta y vivero. La recolección de
plantas medicinales es otra actividad importante, conocimiento que se mantiene
vivo gracias a la sabiduría de los ancianos, siendo algunas de las plantas
existentes en el territorio la espina colorada, verbena azul, verdolaga, el sauce,
kapi’i ñarõ, yerba de lucero, llantén de agua y de tierra. Mención aparte
merece la práctica espiritual comunitaria, ya que han levantado sus propios
espacios ceremoniales (la Apacheta de tradición andina, un Opy de la cultura
guaraní y una maloka utilizando kapi’i ñarõ que según las costumbres
originarias debe ser cortada en la luna cuarto menguante), junto con la
realización de ceremonias durante distintos momentos del año como el Inti Raymi
(junio), las ofrendas a la Pachamama (agosto), Ara Pyhau (septiembre), Aya
Markay Quilla (noviembre) y Nemomgarai (enero).
La forma de
organización de Punta Querandí es la asamblea comunitaria donde se llega al
consenso entre todas las familias y miembros de la comunidad, allí todos sus
miembros tienen un espacio para la palabra. La asamblea ordena también el
trabajo y de esa forma es como deciden sus construcciones, no sólo las sagradas
sino las de uso cotidiano como el salón Cacique Manuá y el quincho de kapi’i
ñarõ. Además de estas actividades, construcciones y formas de organización, la
comunidad indígena de Punta Querandí comparte objetivos de reparación
histórica, como la recuperación de los cuerpos humanos excavados por
emprendimientos arqueológicos y depositados en instituciones “académicas” lejos
de su territorio, siendo uno de los reclamos la restitución y reentierro de los
restos óseos de un ancestro excavado décadas atrás del sitio Garín (a 100
metros de Punta Querandí).
Como notará el
lector, se trata de un entendimiento social que busca recuperar, en directa
relación con la identidad, lo que el tiempo y la desidia estatal han querido
destinar al olvido, y es bajo esa idea que sus descendientes han comprendido
que la biblioteca habilita la posibilidad de reivindicar la memoria y la lucha
de los derechos, el tiempo dirá si se trata o no de una biblioteca indígena tal
como la concibieron los bibliotecarios latinoamericanos desde el año 2000 en
adelante, por el momento es un lugar de acopio de materiales sobre la cultura,
en torno a prácticas que buscan recuperarse, y ceremonias que les dicen en
silencio que forman parte de algo, cuyas junturas vienen entrelazadas desde el
fondo de los tiempos.
Datos de
localización de la comunidad:
La Comunidad
Indígena Punta Querandí se encuentra entre la calle Brasil, la desembocadura
del Arroyo Garín y el Canal Villanueva, en el Paraje Punta Canal, entre las
localidades de Dique Luján (Tigre) y Maschwitz (Escobar), Provincia de Buenos
Aires. Humedales continentales del río Luján.
Datos de interés:
Contacto:
(011) 1544041382 – 1559422784
movimientoendefensadelapacha@gmail.com
http://www.facebook.com/puntaquerandi
http://twitter.com/puntaquerandi
movimientoendefensadelapacha@gmail.com
http://www.facebook.com/puntaquerandi
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Fuente consultada:
El Orejiverde
Donaciones a la
Biblioteca de Punta Querandí
Punta Querandí
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