Noticia biográfica:
Hernán E. Martínez tiene 41 años, cursa actualmente 1er.
año de la Tecnicatura Superior en Bibliotecología en el Instituto Superior de
Formación Docente y Técnica Nro 35 de Monte Grande, provincia de Buenos Aires.
Es especialista en Tecnologías de la Información, hace 15 años que trabaja en
el rubro y actualmente lleva adelante una PyME que da servicio a empresas y
particulares. Ha estado a cargo de jefaturas de Soporte Técnico en empresas
como Correo Argentino y Organización Techint. Es diseñador gráfico y fotógrafo.
Entrevistador: Daniel Canosa
- ¿Por qué la Bibliotecología?
Porque amo todo lo que tiene que ver con
ella, en principio los libros, los documentos, la información, las bibliotecas.
Pero también amo todo lo que la Bibliotecología puede hacer por una sociedad y
por un país: ciudadanos más y mejor informados, niños mejor preparados para
construir el futuro, empresas más productivas y competitivas. Veo a la
Bibliotecología bien aplicada como el motor que permite posicionarnos en el
mundo sin dejar de saber quiénes somos y porque somos así.
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
He frecuentado bibliotecas desde que tengo
memoria, sea con motivo de tener acceso a textos escolares o con motivo de
acceder a textos de esparcimiento. También recuerdo concurrir a la biblioteca
de mi pueblo en busca de respuesta a temas e inquietudes que los libros de la
biblioteca familiar de mi casa no me brindaban. Con respecto a mis aficiones,
además de la lectura, me apasiona la fotografía y todo lo que tenga que ver con
la imagen en general (soy diseñador gráfico) Me gusta mucho la música, no
concibo un día de mi vida sin escuchar música, también me gusta mucho el cine,
quisiera poder tener más tiempo para disfrutar más de ese arte en particular.
- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro
que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?
El libro que más me influenció fue “El
Principito”, de Saint Exúpery, a pesar de haberlo leído con tan sólo 9 o 10
años me produjo un hondo impacto. Actualmente estoy leyendo dos libros, “Mi
hijo el Che”, de Ernesto Guevara; y “El Aleph” de Jorge Luis Borges.
- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?
Mi mirada del bibliotecario cambió desde el
momento en que opté por seguir esta carrera, antes tenía la mirada de un
profesional que se encargaba de todo el proceso relacionado con el servicio del
préstamo, comprar, catalogar, gestionar usuarios en una base de datos. Hoy lo
veo como un actor fundamental en la actual sociedad del conocimiento y la
información, alguien que puede hacer la diferencia en ámbitos diferentes como
pueden ser el educativo, el académico, el de las ciencias, la política, las
artes.
- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?
- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?
Bueno, respecto a este tema he notado como
dos posturas diferentes tanto en alumnos como en profesores. Están aquellos que
ponen el foco en las técnicas, el estudio de la disciplina desde el punto de
vista de la aplicación de determinados instrumentos y saberes; y están los que
hacen hincapié en el rol del servicio a la sociedad, de preservar el rol
tradicional del bibliotecario como ser el apoyo y difusión de la lectura, de
los eventos culturales, la promoción de los distintos grupos que conforman una
sociedad etc. Parecería que ambos caminos transcurren en paralelo sin cruzarse
nunca, cuando en mi opinión deberían complementarse uno con el otro. En lo
personal, me interesa mucho el rol social que pueda tener el bibliotecario,
para mi es uno de los mayores atractivos de la carrera. Voy a contar una
anécdota que me sucedió con respecto al rol social de algunas profesiones. Soy
fotógrafo, hago fotografías de todo tipo, comercial, artística, promocional, y
también fotografía social. En un momento dado me tocó cubrir el acto inaugural
de un importante hospital de la región, se trata de un hospital que recibe
casos a nivel nacional. Se había armado el acto para que se difundiera en los
medios, y había figuras políticas como ser el Intendente, el Gobernador y el
Presidente de mi país, además de una gran cantidad de público local. Las fotos
a políticos suelen provocar siempre las mismas reacciones entre el público, a
favor o en contra dependiendo del “color” de cada uno. A los pocos días nos
citan nuevamente a varios periodistas y fotógrafos porque autoridades del
hospital nos iban dar un recorrido por las instalaciones previo a la puesta en
funcionamiento. Nuevamente me aseguré que las fotografías estuvieran correctas
técnicamente, pero dado que la situación era más informal me dediqué a sacar a
personas y detalles que en el primer acto no hubiera podido. Tomé algunas fotos
al personal de limpieza, el de laboratorio, el de recepción y finalmente a una
enfermera y un enfermero, quienes gentilmente posaron con su mejor sonrisa. El
reportero que habitualmente trabaja conmigo compartió mi álbum de fotos en el
muro de su Facebook, se trata de una persona con una red de contactos enorme.
Un mes después se me ocurrió mirar las reacciones que habían ocasionado mis
fotografías, y entre comentarios varios, había uno que me marcó bastante. Era
el comentario de la madre de la enfermera. En el mismo relataba lo orgullosa
que estaba de que su hija haya elegido seguir esa carrera, y de haber conseguido
ingresar a ese hospital de tanta importancia. La foto había sido compartida y
luego se multiplicaron comentarios de conocidos de la enfermera. Fue bastante
movilizador. No fue la mejor foto ni la más artística, pero había tomado vuelo
propio. Había cumplido un rol social como documento que guarda un momento,
importante para determinadas personas, para la posteridad. Espero poder como
bibliotecario aplicar aún más este tipo de competencias al servicio de una
sociedad tan necesitada de tantas cosas.
- Con respecto al plan de estudios de la
carrera ¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos
y desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario?
No del todo. Si bien alguna materia lo
fomenta y brinda material al respecto, no hay una política educativa que
articule ese tipo de temáticas en varias materias. Por lo cual termina quedando
librado a la postura que tenga el docente.
- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia?
Yo noto ese cambio de paradigma, pero no lo
veo como un quiebre, sino más bien como una evolución. No noto que se haya
abandonado un paradigma para ir a pararse completamente en el otro. Aunque
mientras respondo esto, lo hago viéndolo con una visión de conjunto de parte de
la sociedad toda, no sólo de la profesión. Porque el profesional está inserto
en la sociedad a la cual le brida su “profesión”. Respecto a la orientación de
nuestros docentes, es un poco lo que comentaba antes, hay como dos escuelas,
una que dice que sólo lo técnico es lo importante, que se puede prescindir de
todo lo otro. La otra escuela pone el acento en la parte humanística y social.
Entiendo que ambos aspectos son relevantes en esta profesión, pero, como
informático de varios años he visto como muchas aplicaciones que hoy realizan
procesos de forma automatizada o desatendida, años atrás dependían de un puesto
de trabajo que llevara la misma operatoria, en mucho más tiempo. Para todo lo
que tiene que ver con lo técnico es conveniente estar bien informado, mirar
hacia otros países, sobre todo aquellos que fueron y son pioneros en el uso de
técnicas y tecnologías aplicadas a todo lo que tiene que ver con las Ciencias
de la Información y la Bibliotecología.
-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?
He tenido la oportunidad de trabajar
mediante una pasantía en una Biblioteca Popular, y lo aprendido desde el punto
de vista técnico me ha servido en los procesos de catalogación, análisis y
clasificación, siempre con la guía del bibliotecario titulado, que resultó
invalorable. Además he colaborado con la Biblioteca en la organización de dos
eventos socio-culturales de relevancia (Biblioteca Humana como Libro Humano y
Té Galés) por lo cual puedo decir que la práctica de campo es fundamental para
el futuro profesional.
- ¿Considera que la bibliografía utilizada
en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se
encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica
en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?
Con respecto a este punto soy crítico con
respecto al equipamiento más que con la bibliografía. Los equipos informáticos
tienen una obsolescencia muy grande, estamos hablando de PCs con Windows XP en
el año 2017. Tal es así, que en el momento de presentar un trabajo práctico o
hacer un examen de tipo práctico me fue imposible guardar el archivo, en varios
equipos distintos. Se podría solicitar la donación de equipamiento más actual.
No tomé contacto con el estado de los equipos si no hasta que me presenté a dar
libre el examen final a fin de año, pero pienso proponerme para darles una mano
en un tema que conozco. He trabajado en una empresa que hacía ese tipo de
donaciones y parte de mis responsabilidades era llevar adelante toda la
gestión.
-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?
Sí, tengo bastante participación. A veces me
limito sólo a leer los temas que van surgiendo, en otras ocasiones participo
activamente. Como en todos los ámbitos, hay diferentes niveles de debates, como
diferentes tipos de personas. Respecto a los temas políticos a mí en lo
particular me resulta espinoso. Veo como propio de los argentinos el buscar
aquello que nos divide en lugar de hacer hincapié en aquello que nos une. Se
podrían lograr muchas cosas dando un debate de personas inteligentes,
trabajando unidos por el bien común, más allá de gobiernos de turno.
-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?
He presenciado comentarios en alguna
oportunidad, muchas menos de los que desearía. Los sindicatos suelen ser un
arma de doble filo, en la historia de nuestro país han resultado eficaces
contra ciertos males y atropellos, producto de las clases dirigentes
(políticas, económicas) pero los efectos adversos de los mismos son la
corrupción e impunidad con la que se mueven los referentes sindicalistas, por
lo que la pregunta es si es mejor el remedio o la enfermedad. Respondiendo a la
última pregunta, si, siempre y cuando tengamos espacios de discusión serios y
responsables; y no se limite a tratar de imponer una ideología o a hacer
propaganda militante, como he visto que ha sucedido en alguna ocasión.
- El concepto de neutralidad en la profesión
ha dividido las aguas ante las problemáticas sociales y políticas que inciden
en alguna medida en el contexto bibliotecario, según lo vivenciado como alumno
de la carrera ¿desde el aula, recuerda si algún docente ha interpelado y/o
analizado esta cuestión?
Es difícil mantenerse neutral en una
sociedad como la Argentina, que tiene tantas carencias y necesidades; entiendo
que una de las cuestiones fundamentales de la biblioteca es entregar servicio a
la comunidad, siempre desde sus recursos, sean las personas, la colección,
talleres a la comunidad, etc. Algunos docentes nos han reforzado esa visión,
haciendo hincapié en la biblioteca como motor de alfabetización informacional,
promotora de valores y de la identidad cultural. Otros docentes nos brindaron
una visión de un bibliotecario bastante más neutral, enfocada en el contexto de
la biblioteca jurídica, en la cual, y dado el perfil del usuario, es necesario
el secreto profesional, y la imparcialidad al momento de recuperar
documentación que será utilizada en el ámbito de la justicia. Finalmente
entiendo que será el bibliotecario, con sus experiencias, su formación y su
ética, el que deberá ver en que dirección aplica sus esfuerzos.
-¿Cómo percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)
Lo considero un ideal, aunque no me ha
resultado muy visible salvo algunos pocos casos puntuales. Al respecto algunos
docentes vienen realizando, de forma extra curricular, un gran esfuerzo, como
fue el caso de la Biblioteca Humana, en el que se han expuesto a la comunidad
diferentes problemáticas en representación de estas minorías (personas
recuperadas de adicciones, veteranos de guerra a los que les cuesta re
insertarse laboralmente, etc.) y la respuesta del público fue muy favorable.
-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)
-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)
Si. En varias oportunidades se han tratado ese tipo de cuestiones en clase, y por diferentes docentes. Tenemos docentes que han trabajado con comunidades indígenas, carcelarias, campesinas, bibliotecas humanas, etc. Creo profundamente que uno de los roles que no ha de perder de vista la bibliotecología es el de facilitar el acceso a la información y el conocimiento a este tipo de grupos sociales, algunos de los cuales piden ayuda a gritos para contar con mejores oportunidades de las que les tocaron. Es una parte del Manifiesto de la ONU. Pero esto no puede quedar en intensiones, en un idealismo vacío de acciones. Muchas de estas personas dependen de grupos de voluntarios para acceder a una mejor salud, educación o calidad de vida.
-Si le fuera dado proponer modificaciones en
los planes de estudio de la carrera ¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos
focalizaría su atención? ¿Favorece la institución académica escenarios de
discusión y debate que habiliten posteriormente la concreción de dichas
propuestas por parte de los alumnos?
Yo pondría mucho el foco en la deontología
profesional, hay ejemplos en otras áreas de excelentes profesionales, bien
calificados técnicamente, pero a los que les falta el costado humanista, ético,
el poner el esfuerzo en el bien común y no en el propio. Si bien se han dado
algunos debates, también es justo reconocerlo, a los alumnos parece
preocuparnos poco este tipo de cuestiones.
En una conferencia que dictara en nuestra
institución (el ISFD y T Nro. 35 de Monte Grande) el Dr. Pedro López López, de
la Universidad Complutense de Madrid, nos hablaba de la importancia de tener
materias relacionadas con Derechos Humanos, con el fin de formar profesionales
más ubicados en el contexto histórico y a la vez más críticos con la
información, tanto la que circula como la que no (con esto último me refiero a
que no circula por intereses varios) a veces, no ya como bibliotecarios si no
cómo ciudadanos, olvidamos cuales son nuestros derechos y obligaciones. Un
filósofo griego definió al ciudadano no como alguien que habita un determinado
lugar o región, si no como una persona que se involucra en la vida diaria de la
política en democracia.
-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?
-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?
Bueno, yo soy una persona que ama el libro tradicional. Para mí se trata del soporte ideal para leer, me gusta sentir su tacto, su peso, cosas de las que carece un texto electrónico. Me provoca tristeza pensar que el libro tradicional como lo conocemos pueda llegar a desaparecer, o quede relegado a algunos pocos ámbitos. Hay algo de inexorable, el libro digital ya nos permite llevar encima una biblioteca encima en unos pocos gramos, pero pienso que hay dos cosas que harán que el libro continúe vivo por muchos años más (espero sinceramente no equivocarme) una es que se ha vuelto más accesible y masivo aún, llegando a nuevos públicos, encontrándose muchos sitios web, blogs y foros con usuarios que califican y opinan sobre los libros, esto en paralelo con los críticos especializados; lo veo más democrático. La segunda cuestión es un fenómeno que he visto en la industria de la música, la llegada del formato MP3 amenazó con arrasar los formatos tradicionales. Hasta que lentamente el tiempo fue poniendo las cosas en su lugar, y hoy se vuelve a revalorizar el disco de vinilo y la buena calidad de las grabaciones (aunque hoy existen archivos digitales que no tienen nada que envidiarles a los formatos físicos) En muchos hogares audiófilos conviven lo tradicional con lo nuevo. Pienso que con los libros puede suceder algo similar. Según el antropólogo Roger Bartra, “los libros no van a desaparecer, los textos impresos y los electrónicos son complementarios”. Será cuestión de que los responsables del márketing y todos aquellos actores de la industria del libro tengan buenas ideas. Se me ocurre por ejemplo diferentes ediciones con diferentes tipos de tapa (dura, blanda) ediciones de lujo, etc. De todos modos tiene que haber un punto de equilibrio, estamos hablando de Cultura, el promocionar más a un tipo de libros que a otros (por ejemplo best sellers) terminaría siendo contraproducente para lo que uno espera de este mundo que es la pluralidad de voces lo más amplia y universal posible.
Muchas gracias Hernán
Daniel Canosa
Nota: la entrevista ha sido publicada en el número 51 de la Revista Fuentes,
perteneciente a la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa
Plurinacional de Bolivia.
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