Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.
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viernes, 8 de julio de 2016

Entrevista a Shailili Zamora Aray en Revista Fuentes


Se publica en esta ocasión la entrevista completa, para la Revista Fuentes, de Shailili Zamora Aray, la primer bibliotecaria indígena de la Argentina, flamante egresada en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), representa uno de los tantos casos de mestizajes entre culturas indígenas (wichi-kariña, culturas ubicadas respectivamente en territorios argentinos y venezolanos), en esta entrevista se comparten algunos de sus anhelos, su vocación de servicio y las múltiples posibilidades de colaboración entre bibliotecas y comunidades indígenas, un gusto enorme haberla entrevistado.

Palabras clave: BIBLIOTECAS INDÍGENAS; ROL SOCIAL BIBLIOTECARIO; BIBLIOTECOLOGÍA COMUNITARIA; BIBLIOTECARIOS

Noticia biográfica:

Shailili Zamora Aray  es egresada en bibliotecología en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Oriunda de Puerto Ordaz, Venezuela, a los 11 años vino a vivir a Puerto Tirol, provincia del Chaco. Su madre pertenece al linaje de la etnia kariña de Venezuela, mientras que su padre forma parte de la etnia wichí del Chaco.

Se trata de la primera egresada del programa Pueblos Indígenas de la UNNE, que fue puesto en marcha en 2011, con el objetivo de promover la inclusión de estudiantes de las etnias qom, wichi y moqoit. La joven bibliotecaria trabajó en el Centro de Documentación Indígena en el marco del programa Pueblos Indígenas del Instituto de Cultura del Chaco, que dirige el historiador qom Juan Chico, donde continúa desempeñándose recopilando información sobre los pueblos indígenas de la zona y de América Latina.

Actualmente Shailili planea terminar la carrera de Archivóloga y continuar con la Licenciatura en Ciencias de la Información.


Entrevista
-Shailili, fuiste la primera alumna indígena en recibirse de bibliotecóloga en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Entre tus compañeros ¿existen otros casos en la misma situación?
Si, conozco al menos a cinco jóvenes qom que estaban estudiando, están entre primero, segundo y tercero. Tanto en bibliotecología como archivología.

-Tu madre pertenece a la cultura kariña, donde estuviste hasta los 11 años ¿Cómo fue tener que dejar tu comunidad natal en Venezuela? ¿Qué diferencias encontraste en Chaco?

Fue un cambio muy grande para mi, era dejar todo lo que conocía. Aunque quería quedarme, eso significaba separarme de toda mi familia.
La diferencia más grande siempre fue que ser indígena representaba un problema y una novedad. Cuando comencé la primaria no había otros indígenas en mi salón, es más no había en todo el turno mañana.

-¿Imaginas una posible intervención en bibliotecas ubicadas dentro de comunidades indígenas?
Sí, me gustaría poder ver como es la relación de las bibliotecas con las comunidades, saber cómo se comunican con los pueblos y como facilitan el acceso y transmiten la información.

-¿Cómo fortalecerías la identidad de una comunidad indígena desde el espacio de una biblioteca?
Se puede fortalecer de muchas maneras, una biblioteca tiene que proveer información a la comunidad que pertenece, sin discriminación de ningún tipo.
Hay servicios como el de información al ciudadano y el de diseminación selectiva de la información que serían muy útiles para los pueblos indígenas en lo que es la protección, difusión y conservación de las diferentes culturas.

-¿Pueden las bibliotecas ser representativas de los valores de las culturas indígenas?
Sí, siempre que haya profesionales que sean indígenas que conozcan su cultura y sean nexos entre las comunidades indígenas y el mundo de la información, y viceversa.

-¿Que reflexión te merece la tarea de recopilación que se realiza en el Centro de Documentación Indígena?
Es una tarea difícil, porque hay escasos lugares que tengan documentación sobre los pueblos indígenas, que estén bien registradas, clasificadas y disponibles para la consulta. A eso se le puede sumar que muchos son estudios de interpretación, ya que no han sido escritos por miembros de las comunidades que describen.

-En ese sentido, desde el Centro de Documentación ¿han podido contactar a informantes locales de las etnias?
Sí, uno de nuestros trabajos es estar en contacto con los referentes de cada pueblo, en cada barrio y localidad en las cuales trabaja el Programa de Cultura de los Pueblos Originarios, así hemos obtenido información diversa sobre los pueblos y su vida tanto en el interior como en la ciudad.

-¿Como tratarías el tema de la oralidad dentro de las comunidades?
El registro oral es sumamente importante ya que ha sido el medio tradicional por el cual se traspasa la historia, la cultura de un pueblo indígena. En este momento también es el método más rápido y veraz para realizar un registro. Y a partir del registro oral se pueden generar otros documentos.

-Esta respuesta me hace recordar la experiencia Qomlaqtaq de Rosario (Santa Fe) donde fue posible realizar cuentos digitales bilingües (qom-castellano) que podían leerse o escucharse en ambas lenguas ¿Ves posible, en las comunidades que frecuentas, implementar este tipo de documento?
Sí, es posible, realmente no es necesario el uso de grandes, complejos y complicados sistemas para realizar tal actividad, por supuesto es necesario el trabajo en grupos de diferentes disciplinas, pero un bibliotecario está capacitado para enfrentar ese tipo de retos, ya que nuestra formación es interdisciplinaria y la gente que pertenece a los pueblos posee grandes capacidades que con estimulo pueden generar posibilidades increíbles, basta ver lo que se ha creado en otros países que impulsan la autonomía y autogestión de los pueblos.

-A veces he notado esta disyuntiva, hay investigaciones realizadas por personas ajenas a la cultura que no tienen por finalidad entender lo que el paisano sabe sino más bien interpretar para la sociedad occidental lo que “comprende” de dicho entendimiento ¿se percibe al interior de las comunidades esta lectura del otro? ¿Qué sienten al respecto?
Es muy divertida esta pregunta porque con mis compañeros indígenas hemos ido a presentaciones de diversas ponencias relacionadas con la temática indígena, y siempre hablamos de ese hecho, como se expresan en nombre de nosotros, haciendo de sus interpretaciones verdades innegables. Lo cual en algunos casos nos parece risible, porque de una u otra forma están diciéndonos como ser o como éramos.

-¿En que momento surgió la idea por estudiar esta carrera?
Siempre ha estado muy presente en toda mi vida, pero lo elegí por el poco tiempo de cursada y las posibilidades de trabajo, aunque no imagine trabajar en una biblioteca “normal”, mis raíces son bastante fuertes, así que el trabajo con las comunidades indígenas es parte de todo. Pero el momento que más peso tuvo fue cuando en el cursillo de ingreso los profesores hablaron de la posibilidad de investigación, de recuperación y resguardo de la memoria de los pueblos, y allí fue que dije esto es lo que quiero, técnicamente todavía no he cumplido mi meta. Tengo que terminar mi licenciatura.

-Hubo bibliotecarios que mencionaron sobre la importancia de contar con escritores indígenas dentro del contexto escolar, en tal sentido ¿Cómo es la situación en Chaco?
Tanto los textos sobre la cultura indígena como los que tratan de transmitir el idioma son escasos, aunque en los últimos años han ido aumentando, porque más escritores indígenas han escrito tanto en español como en su lengua materna.
Existen varias dificultades con respecto a esto porque el idioma tiene variables entre las comunidades.

-¿Qué opinión te merece la disyuntiva de bibliotecas indígenas sin bibliotecarios indígenas?
Bueno en realidad habría que definir que es una biblioteca indígena, para mí una biblioteca está compuesta a grandes rasgos por la colección, el personal y la comunidad a la cual atiende. Por lo tanto una biblioteca indígena tiene que cumplir con estos rasgos, si uno de ellos falta entonces no se puede definir como tal. Es muy similar al hecho que ocurre en las escuelas bilingües donde la gran mayoría de los maestros no son indígenas y no conocen sobre la cultura de los pueblos indígenas a los cuales están enseñando.

-Si bien se labraron leyes que reconocen la necesidad de una Educación Intercultural Bilingüe, y que desde hace años existen casos de “Auxiliares Docentes Aborígenes”, “Maestros Bilingües interculturales” y “Profesores Interculturales Bilingües”, en función de evitar el analfabetismo y entendiendo la lengua materna como fortaleza de identidad ¿alcanza que un auxiliar traduzca lo que un docente enseña en clase?
En primer momento no se mucho de mis idiomas, por distintas cuestiones, como mi caso hay muchos. Sin embargo, de la experiencia de otras personas, hablar un idioma no te hace conocer su cultura, en el ámbito escolar se dan diversas variables hay chicos que hablan el idioma, quienes lo entienden pero no lo hablan y quienes no lo saben directamente. Entonces solo traducir la clase no es suficiente en ninguna de las variables si lo que se quiere es fortalecer la identidad.

-He notado en algunos casos una ausencia de entendimiento entre la Educación familiar indígena y la Educación escolar pública, desde tu perspectiva ¿Cómo crees que es posible fortalecer la identidad de los alumnos indígenas dentro del contexto escolar? ¿Que rol puede cumplir la biblioteca escolar en dicho escenario?
Se puede fortalecer aceptando que son indígenas tanto en el ámbito familiar como escolar, no dejan de ser indígenas al entrar a la escuela, por tanto ellos poseen conocimientos válidos sobre su cultura y su historia, lo cual hay que respetar, valorar y propiciar su desarrollo.
Desde la biblioteca se puede trabajar en lo que son las historias que ellos conocen, de lo que le han contado sus abuelos, de sus propias experiencias. Hay muchas estrategias, diversas animaciones y promociones de la lectura no solo pensando en el uso de los textos escritos sino también desde la oralidad, para reforzar las diversas culturas.

¿Cual sería tu sueño dentro de la bibliotecología?
Facilitar el acceso a la información hacia y desde los pueblos indígenas.
-Por último ¿Qué representa para vos la figura del bibliotecario/a?
Es un guía, es alguien que puede y debe abrir puertas hacia otros mundos, orientándote en lo que podría llamarse la apertura de la forma de pensar.
Nota:
Un verdadero gusto haber entrevistado a Shailili, quien gentilmente accedió a extender la entrevista original publicada en el diario digital El Orejiverde:

En este caso se incluyen nuevas preguntas, completando de este modo la entrevista, publicada finalmente en el número 43 de la Revista Fuentes, de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.

domingo, 20 de marzo de 2016

La vocación y los anhelos de una bibliotecaria wichi-kariña


Shailili Zamora Aray es la primer bibliotecaria indígena de la Argentina, flamante egresada en la Universidad Nacional del Nordeste, representa uno de los tantos casos de mestizajes entre culturas indígenas (wichi-kariña), en esta entrevista se comparten algunos de sus anhelos, su vocación de servicio y las múltiples posibilidades de colaboración entre bibliotecas y comunidades indígenas, un gusto enorme haberla entrevistado.

Entrevista

-Shailili, fuiste la primer alumna indígena en recibirse de bibliotecóloga en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Entre tus compañeros ¿existen otros casos en la misma situación?
Si, conozco al menos a cinco jóvenes qom que estaban estudiando, están entre primero, segundo y tercero. Tanto en bibliotecología como archivología.

-¿Imaginas una posible intervención en bibliotecas ubicadas dentro de comunidades indígenas?
Sí, me gustaría poder ver como es la relación de las bibliotecas con las comunidades, saber cómo se comunican con los pueblos y como facilitan el acceso y transmiten la información.

-¿Cómo fortalecerías la identidad de una comunidad indígena desde el espacio de una biblioteca?
Se puede fortalecer de muchas maneras, una biblioteca tiene que proveer información a la comunidad que pertenece, sin discriminación de ningún tipo.
Hay servicios como el de información al ciudadano y el de diseminación selectiva de la información que serían muy útiles para los pueblos indígenas en lo que es la protección, difusión y conservación de las diferentes culturas.

-¿Pueden las bibliotecas ser representativas de los valores de las culturas indígenas?
Sí, siempre que haya profesionales que sean indígenas que conozcan su cultura y sean nexos entre las comunidades indígenas y el mundo de la información, y viceversa.

-¿Que reflexión te merece la tarea de recopilación que se realiza en el Centro de Documentación Indígena?
Es una tarea difícil, porque hay escasos lugares que tengan documentación sobre los pueblos indígenas, que estén bien registradas, clasificadas y disponibles para la consulta. A eso se le puede sumar que muchos son estudios de interpretación, ya que no han sido escritos por miembros de las comunidades que describen.

-¿Como tratarías el tema de la oralidad dentro de las comunidades?
El registro oral es sumamente importante ya que ha sido el medio tradicional por el cual se traspasa la historia, la cultura de un pueblo indígena. En este momento también es el método más rápido y veraz para realizar un registro. Y a partir del registro oral se pueden generar otros documentos.

-A veces he notado esta disyuntiva, hay investigaciones realizadas por personas ajenas a la cultura que no tienen por finalidad entender lo que el paisano sabe sino más bien interpretar para la sociedad occidental lo que “comprende” de dicho entendimiento ¿se percibe al interior de las comunidades esta lectura del otro? ¿Qué sienten al respecto?
Es muy divertida esta pregunta porque con mis compañeros indígenas hemos ido a presentaciones de diversas ponencias relacionadas con la temática indígena, y siempre hablamos de ese hecho, como se expresan en nombre de nosotros, haciendo de sus interpretaciones verdades innegables. Lo cual en algunos casos nos parece risible, porque de una u otra forma están diciéndonos como ser o como éramos.

-¿En que momento surgió la idea por estudiar esta carrera?
Siempre ha estado muy presente en toda mi vida, pero lo elegí por el poco tiempo de cursada y las posibilidades de trabajo, aunque no imagine trabajar en una biblioteca “normal”, mis raíces son bastante fuertes, así que el trabajo con las comunidades indígenas es parte de todo. Pero el momento que más peso tuvo fue cuando en el cursillo de ingreso los profesores hablaron de la posibilidad de investigación, de recuperación y resguardo de la memoria de los pueblos, y allí fue que dije esto es lo que quiero, técnicamente todavía no he cumplido mi meta. Tengo que terminar mi licenciatura.

-Hubo bibliotecarios que mencionaron sobre la importancia de contar con escritores indígenas dentro del contexto escolar, en tal sentido ¿Cómo es la situación en Chaco?
Tanto los textos sobre la cultura indígena como los que tratan de transmitir el idioma son escasos, aunque en los últimos años han ido aumentando, porque más escritores indígenas han escrito tanto en español como en su lengua materna.
Existen varias dificultades con respecto a esto porque el idioma tiene variables entre las comunidades.

¿Cual sería tu sueño dentro de la bibliotecología?
Facilitar el acceso a la información hacia y desde los pueblos indígenas.

Fuente:

lunes, 14 de marzo de 2016

Shailili Zamora Aray , la primer bibliotecaria indígena...


Recientemente se dio a conocer la feliz noticia de una egresada en bibliotecología en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Se trata de Shailili Zamora, oriunda de Puerto Ordaz, Venezuela, quien a los 11 años vino a vivir a Puerto Tirol, provincia del Chaco. Este título honra sus orígenes, mezcla de la etnia kariña de Venezuela y la etnia wichí del Chaco, por parte de su madre y su padre respectivamente, según la información de Extensión Universitaria. No conforme con su título, Shailili planea recibirse a fin de año de Archivóloga, así como también continuar con la Licenciatura en Ciencias de la Información.

Shailili es además la primera egresada del programa Pueblos Indígenas de la UNNE, que fue puesto en marcha cinco años atrás por esa Universidad, con el objetivo de promover la inclusión de estudiantes de las etnias qom, wichi y moqoit. “Nací en Venezuela, mi mamá es venezolana y mi padre es argentino, wichi, de Salta. Decidimos venir acá porque le ofrecieron trabajo a mi papá, entonces nos mudamos por acá”.

Al mismo tiempo que estudiaba, la joven wichi trabajó en el Centro de Documentación Indígena en el marco del programa Pueblos Indígenas del Instituto de Cultura del Chaco, que dirige el historiador qom Juan Chico, donde continúa desempeñándose recopilando información sobre los pueblos indígenas de la zona y de América Latina.
Este trabajo paralelo implica un valioso conocimiento por la variedad de información especializada sobre culturas originarias que allí se realizan. Shailili Zamora Aray se convirtió en un ejemplo a seguir para muchos integrantes de su comunidad, que ahora se sienten estimulados para continuar con sus estudios universitarios.

Bibliotecas indígenas sin bibliotecarios indígenas...

Recién en el año 2000 un movimiento generado por bibliotecarios latinoamericanos organizaba en México un Congreso que recogía una serie de investigaciones, trabajos de campo y experiencias diversas en comunidades indígenas, punta de lanza de sucesivos encuentros que discutirían la compleja realidad de los servicios bibliotecarios en comunidades pertenecientes a pueblos originarios. Entre las conclusiones de aquel evento se prestó especial interés a los modelos de formación para bibliotecarios indígenas, donde según los especialistas era “deseable que quien atienda a estos grupos sea preferentemente originario de la etnia, que sea bilingüe (lengua materna y lengua franca, en este caso el español), con formación teórica en ciencias sociales, antropológicas, lingüísticas y bibliotecológicas. Un conjunto de conocimientos, aptitudes, habilidades y actitudes que lo ubiquen como nexo entre dos culturas y que le permitan reconocer y valorar la cultura propia manejando diferentes tipos de soportes”.

Si nos tenemos que remitir exclusivamente a la existencia de bibliotecarios indígenas en Argentina, basta considerar las diversas experiencias de bibliotecas indígenas para contrastar que efectivamente no hay registro de bibliotecarios pertenecientes a etnias locales. Haciendo un breve recorrido encontramos la biblioteca del CIFMA (Centro Integral Formación Modalidad Aborigen), creada en 1995 con la misión de formar docentes indígenas de las etnias tobas, wichí y mocoví. Su colección, especializada en Educación Intercultural Bilingüe, ha contado con el servicio de bibliotecarios escolares pero no indígenas.

La Biblioteca Qomlaqtaq, que se inicia en Rosario desde el año 2004, cuenta con documentos orales y escritos en lengua qom, proyecto que fue llevado adelante por un grupo de trabajo coordinado por la antropóloga Marcela Valdata, en donde colaboran jóvenes de la comunidad qom (ubicada en el Barrio Roullion). Actualmente son responsables de la biblioteca Andrés Honeri (moqoit) que es estudiante de antropología, y Agustín Lopez (qom) pròximo a graduarse como Analista de Sistemas, además de contar con la valiosa ayuda de Ruperta Pérez, lingüista qom.

En junio de 2007 se inauguró en la la localidad Fishcüg Menuco del partido de General Roca (Río Negro), la “Biblioteca Mapuche y Pueblos Originarios Ñimi Quimün” (en mapuche zungún “pensamiento revalorizado”), un centro de documentación que trabaja en vinculación con la biblioteca “Ernesto Sábato” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, en el sur del pais, donde colaboran y participan miembros de la comunidad indígena “Elel Quimun”. El responsable a cargo es el profesor mapuche Lucas Curapil, linguista y docente en cultura mapuche, contando en su momento con la colaboración de una licenciada en Bibliotecología no indígena.

A principios de 2009 se crea en Buenos Aires la Biblioteca Qomllalaqpi: Noýec Tounaxaqui (Hijos de la gente: casa de la Memoria), ubicada dentro del Centro Comunitario Daviaxaiqui, Derqui, quienes allí colaboran son artesanos y lingüistas qom, con el apoyo de un bibliotecario no indígena desde 2009 hasta 2012.

Posteriormente la Biblioteca Indígena Sisa Jan Inakt' tiri” (“Flor inquieta” en quechua), que nace en Jujuy en abril de 2010, cuenta con la colaboración de escritores kollas y locutores radiales, pero sin bibliotecarios.

Cabe agregar que paralelamente a estos espacios de la memoria recién a partir de 2004 empezarían las publicaciones de artículos y trabajos de campo realizados en comunidades chaqueñas y bonaerenses por parte de bibliotecarios graduados no indígenas.

“No pensaba ser la primera”

Es la reflexión de Shailili, que a los 27 años rindió la última materia de la carrera de Licenciatura en Bibliotecología. “Aunque cuesta un poco adaptarse a la vida universitaria realmente vale la pena y lo podemos hacer. Aunque lleva un tiempo, es posible, nosotros podemos”, afirmó en declaraciones radiales. 

La primera graduada de los pueblos indígenas de la UNNE confiesa que “con la carrera me decidí porque era un tiempo corto, para la tecnicatura son tres años. Pero, después, en el cursillo de orientación nos hablaron sobre la licenciatura y lo que es la investigación, entonces me interesó también”, reconoce.

Cuándo se la consulta sobre cómo se siente al convertirse en la primera egresada de la UNNE perteneciente a los pueblos indígenas, aclara que “no lo pensaba así pero después me lo fueron repitiendo mucho. No pensaba ser la primera tampoco, ahora que ha pasado todo me toca estar aquí”.


Queda mucho por hacer, pero seguramente será muy valioso considerar la visión de Shailili con respecto a la idea de brindar servicios bibliotecarios a las comunidades wichi, qom y moqoit. Ojalá que desde la bibliotecología podamos compartir futuras experiencias e intercambiar opiniones, y que sobre todo esta mujer pueda brindar un servicio idóneo y representativo a su comunidad. Enhorabuena.

Fuente: El Orejiverde