Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.
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jueves, 14 de marzo de 2024

Orejiverde

Recientemente, compartí en el Diario de los Pueblos Indígenas El Orejiverde, una reseña musical del grupo Chimbe, quienes acaban de publicar su segundo disco de estudio, titulado precisamente “Orejiverde”, todo un homenaje a la obra del gran Carlos Martínez Sarasola, en honor a uno de los más queridos anhelos del autor de “Nuestros paisanos los indios”, que fue ni más ni menos que un diario que informara sobre el devenir y los valores de las comunidades aborígenes de Argentina y del mundo. 

Rescato en este caso, el vínculo afectivo de la banda con quien fuera nuestro Director y Guía en el complejo territorio de los pueblos originarios. De esa época, Andrés Fortunato -Director general, voz principal y multi-instrumentista de Chimbe- tuvo una experiencia muy enriquecedora como investigador, que lo llevó a formar parte de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la UNTREF, con la que participó de giras internacionales en varios países europeos. De esos estudios se desprenden inquietudes que fueron aplicadas en los discos.

Me interesó, al escuchar estas canciones, describir el sentido de la propuesta, donde se percibe un gran esfuerzo colectivo y un rumbo coherente desde la concepción artística. Junto a Andrés, acompañan Belén Ricardes (Dirección audiovisual, voz, sintetizador, samplers e instrumentos ancestrales), Lautaro Toscano (voz, guitarra, charango, instrumentos ancestrales) y Emilia Uriarte (accesorios e instrumentos ancestrales), y para esta ocasión se han sumado músicos invitados en algunas canciones: Manuel Momo en bandoneón, John McKusick aportando serrucho, morin khuur y generador de ruido, la voz de Karen Fleitas, Yael Martinez en berimbao y percusión, y la participación de Pablo Fortunato en batería.

Lo que suele hacer Chimbe es una búsqueda de sonidos con anclaje en los orígenes ancestrales de antiguas culturas sudamericanas, donde entrelazan elementos de la música electrónica, electroacústica y acusmática (una tipología musical basada en la experimentación, en donde los sonidos se separan de su contexto y se aplican a la estructura de la canción, sin tener lugar en una partitura), y que en este caso, a través de las 10 canciones que integran el disco, encuentran un espacio mientras avanzan en renovadas exploraciones.

Tal como lo señalé en la reseña, el legado de la música con reminiscencias a los pueblos indígenas, ya han tenido importantes avances y homenajes con músicos como Rubén Patagonia, Familia de Lobos, Arbolito, Shaman Herrera (en un sentido más chamánico) y en otro rumbo, acaso más etnomusicológico, artistas de la talla de Silvia Barrios (el soberbio disco “Cantos del origen”, donde supo rescatar las expresiones musicales de los pueblos wichi-mataco, chorote, nivaklé, chiriguano-chané), Leda Valladares (imprescindible el reconocido “Mapa Musical de la Argentina”, proyecto que permitió recuperar un catálogo de coplas, bagualas, tonadas, vidalas, y cantos con caja, grabando canciones de músicos anónimos en carnavales, peñas folklóricas y comparsas) o el Chango Spasiuk con sus estudios sobre la música litoraleña, el chamamé y el aporte de la raíz guaranítica en las distintas expresiones del noreste argentino.

Chimbe sigue esa corriente desde la búsqueda de sonidos propios de la naturaleza, tomando el rock como cable a tierra -adscripción genuina de la banda- y atravesando concepciones folclóricas con el respeto al mundo antiguo de los pueblos originarios.

En el caso que resulte de interés, comparto la reseña musical del segundo disco de Chimbe:

https://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/6855-gran-estreno-musical-del-grupo-chimbe

Como solíamos decir en la redacción del diario: “Larga vida al Orejiverde”.

Chimbe suma un nuevo motivo para seguir confiando en esa frase.

A Carlos le hubiera gustado mucho este homenaje.

Nota: El disco se puede escuchar en el siguiente enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=nQ98bIp_QIs

Instagram de Chimbe

https://www.instagram.com/chimbe.musica/

domingo, 22 de abril de 2018

Los pequeños universos de los Mbyá-guaraní



No sigas las huellas de los antiguos, busca lo que ellos buscaron"
Matsuo Bashó (1644-1694), poeta de Ueno, Japón.

No recuerdo en qué momento me encontré con los Pequeños Universos del Chango Spasiuk, ese soberbio programa emitido en Canal Encuentro, que deja al descubierto la  diversidad de géneros y sonidos que forman parte del patrimonio artístico de nuestra región, pero si entendí que se trataba de una mirada documental, con raíces en la etnomusicología, pero profundamente sensible, buscando entre los caminos expresiones propias de una identidad que ha prevalecido, a pesar de los envilecimientos y penurias que más de 500 años de historia dominante provocó en nuestros pueblos originarios.

Me detengo en un solo capítulo, el que trata sobre la cultura Mbyá-guaraní, filmado en la comunidad Mbyá Ka'a Kupé, cerca de la Escuela bilingüe N° 357, en la provincia de Misiones, e intento de algún modo buscar una relación con aquellos bibliotecarios que brindan un servicio en comunidades alejadas de los centros urbanos, con pocos recursos, con bajos salarios, pero cuyas tareas complementan el noble esfuerzo de los docentes y auxiliares bilingües que enseñan en las escuelas rurales, donde es frecuente experimentar un sentido de interculturidad viva, encontrando aulas heterogéneas desde donde asisten niños pertenecientes a pueblos originarios, criollos, de familias paraguayas, brasileñas y descendientes de inmigrantes, especialmente polacos y ucranianos, que justamente representan los ancestros del reconocido acordeonista. En un lapso que abarca casi un cuarto de siglo (1897 hasta 1921 aproximadamente), inmigrantes provenientes de Galitzia, región de Europa Central bajo dominio del Imperio Austro-Húngaro (lo que actualmente comprende la zona sur de Polonia y oeste de Ucrania), se asentaron en el sudeste misionero, muchos de ellos en Apóstoles (donde nació el mismo Spasiuk) y Azara, mientras que por otra parte grupos escandinavos se asentaron al sur y centro de la provincia. 

En la cultura Mbyá-guaraní se aprecia un delicado hilo que une la expresión artística con la espiritualidad de este pueblo originario, y un sentido de comunión que hace tiempo ha perdido la cultura occidental. En mi trabajo como bibliotecario he estado más de 4 años colaborando activamente con la comunidad Qom de Derqui, y en un ningún momento he visto que un padre o una madre alce la voz a sus hijos, siempre un tono calmo para decir las cosas y para marcar un entendimiento, siempre la concordia y el asombro, el dejar que la vida los viva, y actuar en consecuencia. Años más tarde lo corroboré en un trabajo de Ana María Gorosito Kramer (antropóloga social, capacitadora de docentes sobre la música Mbyá guaraní), en relación a lo que implicaba el impacto cultural del niño indígena que asiste a la escuela “blanca”, el solo hecho de tener a una docente pidiendo silencio a gritos, el impartir contenidos en donde no se completan conocimientos con entendimientos locales, el no asumir que todo tiene relación con su contexto, y que el contexto es amplio, dinámico, multicultural, y que no deja de significar una oportunidad perdida para el crecimiento intelectual y emotivo de un niño, precisamente en una etapa en la que debería considerarse el carácter lúdico, curioso, ameno y comprensible de la enseñanza.

Lo que muestra el Chango Spasiuk en este documento audiovisual debería proyectarse en todas las escuelas que pretendan integrar el conocimiento propio de una cultura, en donde sea posible apreciar porqué el rol del docente no se circunscribe al perímetro del aula, integrando en ella al anciano de la comunidad, sino que va más allá, a compartir fuera de clase una danza con las familias de los niños, a entender como se hace una flauta con cañas, a escuchar una conversación mirando las estrellas alrededor de un fuego, los valores que descienden del abuelo y quedan fijos en la memoria de los que siguen.

Varias veces se mencionó, en incontables artículos, la necesidad de que el niño aprenda jugando, en la escuela primaria he presenciado una vez a mi maestra liberando una paloma de su jaula, estuvimos esa mañana sentados en círculo en el patio, a la hora de clases, para entender que significaba la libertad, una palabra que ciertamente se encuentra en el diccionario, pero cuya imagen despertó diversidad de entendimientos asociados. Al menos para esa paloma, y para nosotros, la libertad era lo que estaba fuera de su jaula, para los niños Mbyá-guaraníes de Ka'a Kupé hay entendimientos que no figuran en los manuales, y que tienen íntima relación con su identidad: la melodía que el abuelo Basilio ejecuta con su flauta (similares a los sicus o flautas de pan) para dar la bienvenida o para despedirse o proteger a alguien querido, las canciones marcadas por el pulso de la guitarra y sobretodo del Ravé (o Lavé, un cordófono compuesto, laúd de cuello, con tres cuerdas, antecedente de los arcaicos violines europeos), las maracas que tocan los ancianos y las tacuaras que las mujeres percuten en la tierra (conocidas como takuapú “tubo de ritmo” o “caña sonora” extraídas de los montes), la danza en círculos con los pies descalzos, el humo de la pipa del opy'guá (chaman) en sus cabezas, las maderas que se golpean para alejar los malos espíritus, las trampas caseras para atrapar quirquinchos, los ríos en el que los niños juegan, los frutos que se recogen de los montes, todo un caudal de conocimiento que requiere ser fortalecido en el aula, para recordar lo que saben pero a la vez para enriquecerlo, y que dicho aprendizaje forme parte activa de su crecimiento, que les permita no olvidar nunca los consejos.

Es una mirada muy humana la que propone el músico misionero, los diálogos son como arroyos que confluyen en apacible sincronía, realmente el televidente advierte que el entrevistador escucha al entrevistado, hay un plano horizontal y receptivo, y la credibilidad que genera estar frente a alguien que se interesa sinceramente por el otro, compartiendo lo que el otro sabe, y ahí entramos en otro concepto que trasciende la literatura y especialmente la filosofía, cuyo plano es sobrevolado por la empatía, y para lo cual no pretendo balbucear en este espacio.


Habría que evaluar el alcance del bibliotecario que colabora con el maestro bilingüe en una escuela rural, con niños de diferentes contextos culturales, la sola colección es motivo de un arduo trabajo interdisciplinario, entre ellos recuperar los materiales bilingües utilizados en clase, grabar el conocimiento de los ancianos, resguardar información en riesgo de desaparición, trabajar vocabularios, fotografías, mapas, motivar a que los alumnos entrevisten a sus padres, promover la investigación local, generar un espacio de encuentro bajo un carácter social, cultura y artístico, y largos etcéteras que solo cobran sentido bajo el influjo de la vocación. Este documento del canal Encuentro motiva otras intervenciones ¿cuántos bibliotecarios estarán haciendo lo mismo que estos docentes hacen desde hace tiempo? Se trata de experiencias que trascienden la profesión y cuya construcción marcan un pulso, una forma de entendimiento colectivo basado en el equilibrio del rol que cada persona tiene en el lugar que eligió para vivir, porque hay algo inmanente que en cierto modo une a los Mbyá con los inmigrantes europeos y las familias de los pueblos limítrofes, y es que todos ellos, por diversas circunstancias, eligieron el mismo territorio, con sus identidades a cuestas, para construir desde el contexto, como cauces de agua que se van juntando formando un río de voces, de historias, de creaciones, de experiencias, conformando un patrimonio y a la vez un sentido identitario.

En la comunidad Ka'a Kupé, el atardecer va cayendo, ya la danza queda atrás, pronto anochecerá, y será tiempo de escuchar al abuelo Basilio, el guía espiritual, alrededor de un fuego, pidiéndoles a los suyos que sean reflexivos, que estén atentos a las enseñanzas de los mayores, que recuerden los consejos, en algún punto siento que es posible replicar este modo de entender las cosas, porque lisa y llanamente estamos hablando de un lugar donde no existe la maldad, y me pregunto si por un momento todos fuéramos como este virtuoso del acordeón, ciertamente que buen lugar sería nuestro mundo.

Dejo para el final unas palabras del Chango Spasiuk, que lo dicen todo sobre lo mucho que perdemos como sociedad, por no saber lo que sabe aquel que estuvo antes:

“...Osvaldo (el docente Mbyá-guaraní) inicia un largo viaje, al final del camino lo espera una mesa de examen en una universidad, mientras el micro se acerca uno no puede dejar de imaginarse al abuelo Basilio tocando con su flauta la melodía que protegerá a Osvaldo en su viaje, cuando el examen se inicie Osvaldo hablará sobre Platón, Sócrates, Descartes...sobre las enseñanzas de los ancianos, sobre eso, no hablará, lamentablemente para nosotros, la sociedad dominante.”

Fuentes consultadas:

Pequeños Universos V: Música Mbyá - Canal Encuentro

Gorosito Kramer, Ana María; Achilli, Elena; Tamago, Liliana. Un debate sobre la interculturalidad (2004). En: Educación Intercultural Bilingüe en Argentina: Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2004

Rave o Lave, el Rabel Mbya Guaraní

Las takuaras sagradas de las mujeres Mbyá
http://www.redalyc.org/pdf/148/14802504.pdf

Versión para El Orejiverde
http://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/4133-los-pequenos-universos-de-los-mbya-guarani


jueves, 18 de mayo de 2017

Sobre el entendimiento de la ignorancia en contextos latinoamericanos


En el libro “Esa luz de más adentro” Alfredo Mires Ortiz relataba lo siguiente:

No es ignorante el que no sabe la tabla de multiplicar o la letra del himno nacional. No es ignorancia no conocer otros países o no saber cómo comer con cuchillo y tenedor. Menos ignorancia aún es no saber el nombre del cantante de moda o el último suceso político del país.

Nosotros en el campo llamamos ignorante al carente de generosidad, al falto de gratitud y gratuidad. Ignorante es el abusivo y el lesivo, el mezquino y el oportunista, el rastrero, el cobarde, el traidor y el artero. Ignorante es quien falta el respeto, quien no sabe vivir en comunidad, quien no comparte y no sueña.

Quien niega y ofende la vida del otro es más que un ignorante: es un infeliz. Amarga debe ser la vida de quien no sabe apreciar el valor del resto. Por eso Dios aparece en forma de mendigo, de pobre de pobres, para poner a prueba la valía interior de sus pueblos.
Quien se precia de la ropa que lleva puesta, de lo que gana explotando o siendo explotado, de los títulos o de las estúpidas razones que le confieren poderes banales a los más brutos, sólo son sepulcros, tumbas ambulantes, lápidas tristes, flores truncas, lágrimas obligadas.
Ignorantes.

Ver a las papas, los maíces, las alverjas o a las ocas como meros productos, como simples “recursos naturales”, es una vergüenza. Porque no es un objeto aquello que vive y que es fruto generoso de la tierra y del esfuerzo criador de nuestros abuelos.

Eso nos enseñan nuestros mayores, eso nos dicen los cuentos de todas las comunidades en los andes: que las comiditas son sagradas, que son una bendición, que cada planta, cada piedra, cada pálpito tiene su poder y su fortuna.

Estos cuentos nuestros, escuela fecunda de los saberes más hondos, nos dicen que la salud de los pueblos depende de esta gracia, del cariño mutuo entre todos los vivientes, del afecto entrañable, del respeto encarecido, del parentesco primordial entre todos los que nos hemos ido criando juntos.

Cuando los maizales cantan con el viento y los papales bullen floreando, cuando las ocas descansan al sol para endulzarnos más luego, cuando toda la tierra es una promesa permanente, sabemos que vale vivir y que ese solo sentimiento es sabiduría. Que ésa es una salud que no radica en los hospitales ni en las farmacias. Que ese es el fundamento que se le escapa a las ignorancias.

Los pastores “iletrados” del norte tilcareño

Estas palabras de Alfredo nos recuerdan un artículo publicado sobre Educación Intercultural Bilingüe, la recreación de un diálogo entre una pastora tilcareña (norte de Argentina) Doña Petronila Vale –que sólo había concurrido a primer grado en una escuela rural– con su hijo, recién llegado de la escuela:

-¿Quí has aprendido hoy en la escuela hijito?
-Los afluentes del Mar Caspio, mamá.
-¿Quí es eso, pues?
-Los ríos que van a cargar sus aguas al Mar Caspio.
-¡Chiú, qué bueno! Como aquí todas las quebraditas que bajan al Río Grande. ¿Esas las sabís?
-No todas.
-Esas son pues las que hacen crecer el río que nos lleva los sembrados...

Y fue entonces que Doña Petronila se levantó y se puso a "dar clase" sobre el tema. Siendo su papá arriero, y habiéndolo acompañado por años, ella conocía muy bien todas esas quebradas.

En este caso los docentes involucrados en el campo de la Educación Intercultural Bilingüe, no podían comprender lo que esta abuela quebradeña les estaba enseñando. Sus valiosos conocimientos no habían formado parte de los contenidos escolares, con los que históricamente se habían educado, entonces descubrieron algo que aún merece un profundo y necesario debate: “Una vez más era evidente que la escuela nos vuelve eruditos de lo ajeno e ignorantes de lo propio”.

Esta conversación nos permite afirmar lo que implica cultivar un conocimiento, para buena parte de la sociedad esta señora sería "iletrada" en su acepción más básica, sin embargo su sabiduría se encuentra consustanciada por el contexto, es menester integrar en las escuelas ambas educaciones, la educación intercultural y la educación familiar, especialmente en comunidades indígenas y campesinas, caso contrario seguiremos perdiendo oportunidades de incluir libros vivientes que aseguren una enseñanza más integral en las aulas, incorporando heterogeneidades sin desvalorizar el conocimiento cultural comunitario.

La ignorancia sobre el chamamé

Alguna vez, al compositor y acordeonista Chango Spasiuk le preguntaron porque, siendo el chamamé una música atravesada por tantas culturas, reconocida actualmente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la provincia de Corrientes, y declarada Patrimonio Cultural de la Nación Argentina, no es valorada ni difundida en el país a la hora de representar la música nacional, especialmente fuera del contexto litoraleño donde tiene lugar esta música festiva, y la respuesta del Chango, un cultivador del chamamé y la polka,  fue tan simple como categórica: “por ignorancia”.

El chamamé (un rezo que se baila según el Chango) fue históricamente relegado y resistido, tornándose poco visible en los medios de comunicación hegemónicos. Diferentes investigadores aún discuten sobre su origen histórico, para buena parte de los etnomusicólogos el chamamé es una danza con raíces indígenas guaraníes, con el tiempo a esta matriz cultural se le agregaron influencias jesuitas y europeas (especialmente la introducción del acordeón que acompañaban los característicos “sapucai” guaraníes), asimismo a esta música se le reconocen influencias afrodescendientes con la llegadas de los primeros africanos a finales de 1640 a Corrientes, quienes aún como esclavos (y luego como sirvientes) se integraron a la vida social y cultural correntina.

Para el acordeonista no deja de ser “una música que molesta, que está mal vista porque la vinculan con los negros, la gente de la villa y las sirvientas. O sea, obedece a un estrato social no marketinero”.

Y va más allá al afirmar, poniendo como ejemplo al legendario Tránsito Cocomarola, que el chamamé lo enseñan los padres a los hijos, y estos a otras personas: “Siempre hay alguien que sabe y que está enseñando, así ese conocimiento oral nunca se interrumpe. Es lo que se llama la cadena ininterrumpida de conocimiento. Entonces siempre hay alguien que sabe y alguien que aprende y ese que sabe está autorizado y pasa ese saber”.

De eso se trata, y especialmente de cambiar la mirada con respecto a otras formas de conocimiento, tanto en los campos de Cajamarca como en el entendimiento campesino de los pastores tilcareños, así como también lo saben los músicos chamameceros, el conocimiento tiene un contexto tan amplio que hablar de ignorancia por fuera de los mismos nos impide no solo enriquecernos como sociedad, sino también poder comprender profundamente el sentido de nuestra propia identidad.

Fuentes consultadas:

Bibliotecas Rurales de Cajamarca

Canal Encuentro. Ministerio de Educación de la Nación. Entrevista al Chango Spasiuk:

Diario La Nación

Bibliografía consultada:

Gorosito Kramer, Ana María; Achilli, Elena; Tamago, Liliana. Un debate sobre la
interculturalidad (2004). En: Educación Intercultural Bilingüe en Argentina: Buenos Aires:
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, 2004

Colección educ.ar. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Una experiencia educativa en la Quebrada de Humahuaca

http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD9/contenidos/experiencias/expA/index.html

Versión para El Orejiverde:
http://elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/2661-sobre-el-entendimiento-de-la-ignorancia

jueves, 23 de marzo de 2017

Qomi Qompi, el anhelado disco de los niños qom


Desde que María Clara Olmedo, musicoterapeuta egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y organizadora del proyecto Qomi Qompi, se involucró en 2011 con la comunidad del barrio toba de Derqui (Partido de Pilar) –realizando una investigación sobre la utilización de la música por parte de los Qom para curar (basándose en prácticas chamánicas por musicoterapeutas) – una posibilidad de proyecto autogestivo fue tomando cuerpo: ni más ni menos que la grabación del propio disco del taller de canciones Qom, contando con las voces de unos 10 niños de la comunidad (hijos de Ana Medrano, quien también participa en los coros, y otras familias) sumando el aporte de quien fuera el primer cacique del Centro Comunitario Daviaxaiqui, Jorge Máximo, quien ejecuta el tradicional n’viqué (violín de lata de una sola cuerda) y que ha contado con el apoyo de reconocidos músicos, como el grupo Tonolec, Miss Bolivia y Patricia Sosa entre otros.

Ana Medrano, artesana y lingüista de la comunidad, comentó que el objetivo del taller fue propiciar un entendimiento para no perder la lengua, compartiendo canciones que recuperan tradiciones de la cultura, concebidas desde un aspecto lúdico, y bajo la comprensión de la educación familiar Qom. Asimismo reveló que para componer y tocar las canciones utilizaron el espacio de la biblioteca Qomllalaqpi, donde eran habituales las rondas infantiles, las canciones de cuna y la ejecución de distintos instrumentos como n’viqué, bombo, maracas y semillas (sonajeros). Para la grabación del disco cuentan con la colaboración de Diego Pérez, músico de Tonolec.

Sumando colaboraciones para financiar el disco

En el sitio Facebook de “Qomi Qompi: Taller de canciones Qom” se publicó hace tiempo el siguiente pedido, ya que al tratarse de un proyecto comunitario necesitan sumar donaciones que les permitan afrontar los gastos de la grabación:

Somos Ana Medrano, madre y referente Qom de la comunidad Daviaxaiqui ( Pte. Derqui)  y María Clara Olmedo.

Desde el año 2013 coordinamos juntas y en forma autogestiva el taller “Qomi Qompi” de canciones en lengua Qom.

El objetivo primordial de este taller es la transmisión de su lengua natal a los niños, y la resignificación de la cultura y cosmovisión QOM a través de la experiencia musical, habilitando desde la Musicoterapia un espacio para el empoderamiento -por parte de Ana, como portadora y transmisora de esos conocimientos-, y la revalorización –por parte de los niños- de su cultura.

Nuestro proyecto principal para el 2017 es la grabación del disco “Qomi Qompi - ‘Somos los hijos de los Tobas”, en el que queremos plasmar las canciones aprendidas -y aprehendidas- por los chicos en el taller desde mayo de 2013.


Una de las principales motivaciones para la grabación del disco es poder devolver, a la comunidad en general y a los niños en particular, el aporte invaluable que vienen haciendo desde hace casi cuatro años, por y para la cultura y la música Qom, a través de un producto tangible, que se puede compartir, regalar y a través del cual darse a conocer.

Otro de nuestros objetivos para este año es conseguir financiamiento para este proyecto, ya que hasta el momento el taller es sostenido económicamente en forma exclusiva por Ana y María Clara, más las pequeñas y valiosas colaboraciones que parten de la comunidad.

Aquí pueden ver nuestra fan page en Facebook y algunos videos del taller:

IMPORTANTE:
Podes sumar tu ayuda en Ideame Social

Muchas gracias por tu colaboración!

Para aquellos que puedan valdrá la pena compartir este escenario de sonrisas infantiles cumpliendo un anhelado y hermoso sueño.

Facebook Qomi Qompi: Taller de canciones Qom


Nota:

Se recomienda la consulta de los siguientes documentos de María Clara Olmedo (*):  “Musicoterapia y chamanismo”. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Psicología. Carrera de Musicoterapia. Consultar en:

“Qomi – Qompi” - Taller de canciones en Lengua Qom (Qomlec)
Universidad Nacional de La Plata Cátedra Libre Musicoterapia (Res 307/2015) Actividad del día 13 de junio de 2016 Qomi-Qompi Taller de canciones en Lengua Qom. Consultar en:

(*) La autora es Musicoterapeuta graduada en la Universidad de Buenos Aires. Trabaja desde hace varios años en distintas instituciones tanto en dispositivo grupal como individual, con niños, jóvenes y adultos con discapacidad. Participa de varias actividades del ámbito comunitario dentro de agrupaciones y por propio emprendimiento. Forma parte del equipo de trabajo de Musicoterapia Comunutaria de Icmus; coordina los talleres de Musicoterapia en el Centro Educativo Terapeútico ILE; investiga, junto con el Lic. Gabriel Federico ( Director de Centro Camino) el “ Atravesamiento de los sonoro-musical en la experiencia del embarazo, parto y crianza en pueblos originarios" y co-coordina, junto con una representante de la comunidad Toba de Pte. Derqui, un taller de canciones en lengua Qom.

Versión para El Orejiverde:
http://www.elorejiverde.com/buen-vivir/2447-qomi-qompi-el-anhelado-disco-de-los-ninos-qom

lunes, 20 de febrero de 2017

Los tambores sagrados de Burundí


Burundí no tiene salida al mar, limita al norte con Ruanda, al sur y este con Tanzania y al oeste con la República Democrática del Congo. Se trata de uno de los países de mayor pobreza en el mundo, en donde el 90% de la población depende de la agricultura. Una tierra atravesada por guerras civiles, casos de corrupción política, pobre acceso a la educación y efectos graves de enfermedades contagiosas. En muchas comunidades es habitual que los adolescentes aprendan tanto conocimientos básicos de matemática y lengua como también tocar tambores –marca cultural de la región– sin embargo la realidad de los jóvenes, atravesados por conflictos bélicos, contextos carcelarios y casos de desnutrición, dista mucho de ser equitativa, buena parte de su niñez la experimentan sin los  recursos básicos más elementales, mientras sueñan con vivir en un país donde sea posible la paz.

En ese escenario surge sin embargo un contexto de tambores que marcan un pulso ancestral, expresado desde la alegría y la danza. Desde hace unos años los tambores reales de Burundi, así como los rituales y ceremonias Sebeïba, en el oasis de Djanet en Argelia, entran a formar parte de los 18 nuevos participantes del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad según lo ha declarado la UNESCO en 2014.

Los tambores sagrados de Burundi, denominados Ingoma, siguen activos en la región de Gitega, la antigua capital colonial, cuando Burundi estaba bajo control alemán. La Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se compone de aquellas expresiones que demuestran palpablemente la diversidad del patrimonio inmaterial y nos hacen tomar consciencia de su importancia. En 2008, el Comité incorporó 90 nuevos componentes a la Lista Representativa. De 2009 a 2013, se añadieron 192 componentes más. Una lista que se extiende a pesar de que muchos de sus tesoros vivos viven permanentemente en contextos  de extrema vulnerabilidad social.

Se sabe que el patrimonio cultural inmaterial incluye prácticas culturales vivientes como las tradiciones orales, las artes del espectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y al universo o el conocimiento relacionado con las artesanías y destrezas tradicionales.

En Burundí no es posible imaginar sus calles y poblados sin escuchar de fondo la ejecución de los tambores. En la danza ritual del tambor real se dan cita el potente sonido sincronizado de los tambores con los bailes, la poesía épica y los cantos tradicionales. Toda la población de Burundi la considera elemento fundamental de su identidad y su patrimonio cultural. La ejecución de esta danza exige disponer de un número impar de tambores, superior a doce siempre, que se disponen en semicírculo en torno a un tambor central. Algunos se tocan con ritmo continuo y los demás siguen la cadencia marcada por el tambor central. Dos o tres de los músicos danzan al compás de los tambores. Este ritual, de frondosas percusiones, tiene lugar con motivo de la celebración de días de fiesta nacionales y locales, o de la acogida de visitantes importantes. Se supone que con ella se despierta a los espíritus de los antepasados y ahuyentan los espíritus malignos.

Los depositarios de esta tradición cultural se reclutan en los santuarios del país y muchos de ellos son descendientes de guardianes de los santuarios de tambores sagrados. La danza ritual del tambor real, los valores que encarna y las técnicas especializadas de la fabricación de tambores se transmiten esencialmente por la práctica, pero también mediante la educación formal. Hoy en día, la celebración del ritual constituye una ocasión para transmitir mensajes de tipo cultural, político y social, así como un medio privilegiado para congregar a personas de generaciones y orígenes diferentes, lo cual fomenta la unidad y la cohesión.

Tambores que forjan un sentido de identidad, reconocidos mundialmente por el aporte a la cultura inmaterial pero cuyos artistas sobreviven en condiciones extremas, no deja de ser una enorme paradoja que debemos reflexionar.

Fuente:

UNESCO. La danza ritual del tambor real

Revista Fundación Sur

Versión para el Orejiverde

Nota:
Las imágenes corresponden al sitio de la UNESCO

sábado, 23 de julio de 2016

El incesante aporte educativo del grupo qom Chelaalapi


Esta nota publicada en El Orejiverde me hizo pensar mucho sobre el sentido de las profesiones, hay varias instancias que resultan clave en la vida de un profesional, una de ellas, que cobra hondo significado conforme sucede el tiempo, es el traspaso del “testimonio” al discípulo que viene detrás, eso ocurre en un momento determinado. Lo vemos en el criterio ético del docente cuando confía en algunos alumnos la posibilidad de continuar la misma senda educativa, lo apreciamos en el bibliotecario que cumple su servicio luego de toda una vida, anhelando que los libros “estén en otras manos”, instruyendo al que acaba de ingresar para que siga su eterno recorrido, lo percibimos en el investigador que confía sus apuntes a un colega que recién empieza, cuando el cansancio lo lleva a declinar en favor de otras inquietudes reflexivas.

Es lo que hace que la incesante rueda siga girando, que el camino se continúe desasnando, abriendo nuevas posibilidades, nuevos destinos, nuevas construcciones.

Otra instancia relevante es cuando los profesionales deciden, paralelamente al desarrollo de sus profesiones, enseñar a quienes quieran lo que saben: cursos, talleres, cátedras, foros, encuentros, conferencias, y tantos otros espacios donde volcar lo que aprendieron, mientras avanzan en otras teorías, en nuevos aprendizajes.

Algo de todo eso lo acabo de comprobar en el grupo musical qom Chelaalapi, que incorporan a su arte el aporte de la enseñanza cultural en escuelas y comunidades, allí donde van, enseñan la lengua, enseñan el canto de los antiguos, enseñan la fabricación del mítico n'viqué, le otorgan al concepto una noción tanto académica como museística, un carácter reflexivo y a la vez comunicativo, valorativo, participativo, colaborativo.

Hoy son noticia por un proyecto de enseñanza en escuelas públicas denominado “Los Zorzales van a las escuelas”, pero su reconocimiento viene sosteniéndose desde el permanente boca a boca de los paisanos. Quienes frecuentan comunidades pueden dar fe de este fenómeno (entre ellos los integrantes pertenecientes al Centro Comunitario Daviaxaiqui de Derqui) porque los han visto llegar y forjar sus propias construcciones culturales. Uno de los últimos casos es el que recientemente difundió El Orejiverde luego de consultar fuentes de diarios chaqueños, el encuentro celebrado en la Escuela de Educación Primaria nº 666 Antonia Panieri de Riu, ubicada en el Barrio 12 Viviendas Villa Oro, de Fontana, Chaco. Allí, dos de los integrantes del grupo, Erminda Martínez y Claudio Largo, enseñaron a los estudiantes de quinto y sexto grado sobre danzas originarias, mientras que los músicos Omar Toledo, Claudio Largo y Elvio Mansilla ofrecieron clases de música originaria qom, incluyendo una versión en lengua qom del Himno Nacional Argentino.

Lo interesante de esta propuesta es que suelen utilizar narraciones de leyendas originarias que vinculan con las canciones, contando en muchos casos historias de las familias qom.
Hace años, el libro viviente Mauricio Maidana comentó en la Biblioteca Qomllalaqpi de Derqui que los Chelaalapi eran uno de los pocos grupos que tocaban el n’viqué (violín de lata qom) y que enseñaban sobre la cultura de los ancestros, incluyendo la construcción de los artefactos, decía Mauricio “en el Chaco los Chelaalapi mantienen la música, mantienen el violín de los tobas, con lata. Yo nunca vi con madera, sino con lata, y calabaza

Y entre los qom se sabe que el violín n’viqué es tan representativo de la cultura como el algarrobo o el pi'oxonaq, es parte de su identidad, los Chelaalapi lo saben y lo enseñan en las escuelas, manteniendo vivo un patrimonio de siglos.


El museo qom de los zorzales

Otra particularidad de este reconocido grupo musical es que también cuentan con un museo qom bajo el mismo nombre del grupo, funciona en el Centro Cultural Leopoldo Marechal (calle Pellegrini 272), en donde suelen ofrecer diversos talleres, entre ellos el de pintura sobre cajitas de madera, relativos a la temática de la cosmovisión indígena, o el de cocina autóctona tradicional, enseñando comidas del pueblo guaraní.

El Museo Qom Chelaalapí fue inaugurado el 17 de mayo de 2014, cuenta con objetos que retratan la cosmovisión indígena Qom y artesanías de los tres pueblos que habitan el Chaco: Wichi, Moqoit y Qom; así como historias del Coro contadas en fotografías, plaquetas, reconocimientos a nivel provincial y nacional, historias y significados de cada instrumento.

Se trata de una agrupación que trasciende la música, fortaleciendo con su accionar la identidad de los paisanos.

Fuente:

Diario Chaco:



Coro Qom Chelaalapi. Página Facebook:

Documento oral sobre el violín n’viqué:

El Orejiverde.

Nota: la imagen pertenece al sitio Territorio Cultural:
http://www.territoriocultural.com/2015/03/concierto-del-coro-qom-chelaalapi-por-su-53o-aniversario/

martes, 17 de febrero de 2015

La ceremonia del Carnaval


En El Orejiverde estuvo como invitado Valentín Chocobar, músico bagualero y coplero, oriundo de la región de Cafayate, quien compartió su conocimiento sobre la fiesta ancestral del Carnaval, desde una perspectiva indígena, citando elementos simbólicos que responden a huellas y formas que estan presentes en las culturas andinas.

El autor cuenta con una destacada trayectoria musical,en donde ha compartido escenarios y proyectos con artistas de la talla de Jaime Torres, Silvia Barrios, Juan Falú, Leda Valladares, Beatríz Pichi Malen, Verónica Condomí y los grupos Arbolito y Huancara entre otros.· Escucharlo cantar implica de alguna forma situarse en el contexto de quienes ancestralmente elevaron sus voces en territorios desolados y desérticos, acompañados de una caja, acaso un canto de quebrada que nace de una memoria, se trata de un misterio que desde hace siglos se guarda hacia dentro.

Ya no soy viento ni soy cerrazon...canta Valentín, canciones que tienen por escuela el carnaval, ceremonia sincretizada en costumbres occidentales y el permanente honrar la pachamama. Es interesante en esta recreación entender la inserción del diablo, que si bien su figura tiene una connotación mítica judeo-cristiana, es en las regiones andinas donde se lo celebra con alcohol, hojas de coca, chicha, cigarillos, frutas y quesos de cabra, recibiéndolo con alegria (hay un dicho popular que dice que en carnaval la virgen esta afuera y el diablo está adentro), allí se lo desentierra y a partir de entonces representa la festividad agraria.

En algún momento la inquietud artística de la enorme Leda Valladares permitió rescatar del olvido aquellas poderosas interpretaciones que tenían su origen en callejones, ranchos, valles, quebradas o corrales. Eran lugares donde la gente se reunía, pastores que cantaban sus coplas y bagualas en medio de una soledad pavorosa, luego de una jornada ardua de trabajo, sin oyentes ni testigos, solo ellos. Todo eso que se hubiera perdido si Leda no tuviera la ocurrencia de ir con un pequeño grabador a recoger esos testimonios y esos cantos, así, de la manera más precaria, fue reconstruyendo el mapa musical del país.

Son suyas estas palabras:

"Nuestros indios siguen en el exilio. Son cinco siglos de horrendas mutilaciones. Por eso se despeñan en bagualas y vidalas, mientras sus cántaros de siglos nos lloran desde las tierras removidas o museo. Testimonian en el presente un dolor que no acaba y que nadie le ofrece fin."

 "Y todo este proceso pertenece a la cultura popular, oral y analfabeta, legada de generación en generación, que en la Argentina es mestiza. Cultura de pueblos y caseríos en inmensidades. Y también de orillas urbanas. Cultura anónima y tradicional, ajena a la impuesta por los organismos culturales del Estado, casi siempre europeizaste. Solo las ciencia del folklore y la antropología han sabido hacer justicia a estos ignorados y despreciados yacimientos de belleza y sabiduría."

Valentín Chocobar honra con su canto aquella historia, se dice que en carnaval, según creencias populares, el diablo baja de los cerros y se mimetiza de manera tan perfecta con los pobladores que es difícil saber quién es quién. Y, por sobre todo, quién se encuentra o no endiablado. El diablo simboliza al sol, y es para los locales el encargado de fecundar a la tierra (Pachamama). Todo lo que sigue es alegría, hasta que unos paisanos, por la tarde-noche, cumplan en secreto con la ceremonia del entierro, para que el diablo descanse en paz, cerca de algún cardón, que algunos recordarán hasta el próximo carnaval.

 

Clasificación: Cultura Andina / Etnomusicología / Documentos radiofónicos
Lugar / Fecha: Radio FM Mantra 91.9. Buenos Aires - 12/02/2015.
Número de programa: 37
Entrevista: Carlos Martínez Sarasola
Duración: 21’ 32’

Blog del autor http://valentinchocobar.blogspot.com.ar/

Fuente consultada:
http://www.quepasasalta.com.ar/noticia.aspx?iId=104832
http://www.pagina12.com.ar/2000/suple/las12/00-08-11/nota1.htm

viernes, 1 de febrero de 2013

Documento oral sobre el violín N’viqué


Hace unos años tuve la suerte de compartir una entrevista con un verdadero libro viviente de la comunidad qom de Derqui: el músico, docente bilingüe y artesano Mauricio Maidana, quien ofreció un testimonio sobre etnomusicología tradicional, ejecutando incluso algunas canciones en su n’viqué de lata.

Se considera el siguiente documento oral como un material de interés para etnomusicólogos y antropólogos. Es sorprendente saber que Mauricio aprendió a tocar el violín mirando los dedos de su abuelo al pulsar la única cuerda del n'viqué, su conocimiento se retrotrae al entendimiento familiar sobre los instrumentos y las artesanías, cuenta que antiguamente existieron registros de violines realizados con caparazón de mulita y de tortuga, como así también de calabaza y algarrobo, alrededor de los años 40 los mismos fueron reemplazados por latas de caramelo y galletitas dulces cuyos sonidos fueron probados por músicos de la zona del Espinillo, obteniendo la acústica característica que actualmente se conoce.
En la entrevista se comparten algunos tipos de construcciones sobre instrumentos históricamente utilizados por los qom, por ejemplo para las maracas se solía usar en tiempos antiguos pezuñas de cabra y huesos de animales (especialmente de avestruz), mientras que en la actualidad es común la utilización de semillas para acompañamiento de percusión. La madera del arco de violín se hace con un gajo de tala, también se puede hacer con pino, la cuerda del n’viqué se realiza con tendón de ñandú, pero según refiere Mauricio con el tiempo se empieza a imponer la cerda de caballo.

Hay muchas interpretaciones sobre el significado del término n’viqué, Maidana lo entiende como sonido o acto de tocar, y recomienda escuchar a los grupos chelaalapi (grupo coral mixto chaqueño integrado por un aproximado de 13 integrantes) y Tonolec, quienes hacen una fusión entre música nativa y electrónica.

Es interesante entender la vinculación existente entre los sonidos de los animales y el sonido del n’viqué, en algunos casos hay quienes sostienen que la golondrina anuncia la crecida de los ríos en varias comunidades de Chaco, y que en las cercanías los músicos locales suelen imitar el sonido del pájaro mediante la ejecución del violín, para así preparar a la comunidad sobre la amenaza de una segura inundación.

En otro segmento de la entrevista Mauricio cuenta como aquellos músicos que no se convertían al evangelismo eran considerados satánicos por los representantes de las iglesias, entendiendo que aquellas canciones eran "música del diablo". La segunda canción que ejecuta Mauricio (21’10’’) perteneció a un hermano de su abuelo, que era chamán, la canción no tiene título, era un modo de recordarlo por parte del hermano, quiso el destino que Mauricio la aprendiera a tocar directamente de su abuelo, se trata de un legado familiar, un testimonio histórico, no es frecuente documentar estos hallazgos, cuando algo así ocurre se es consciente de estar vivenciando el exacto momento en que un conocimiento se transforma en documento, para Mauricio "la música parece que hace recordar a las personas", a veces esas personas, ya fallecidas, aparecen vívidamente en la mente del músico al momento de estar tocando, es como una evocación hacia los ancestros, un modo de mantener viva la cultura, y de tener presentes a quienes ya no están.

De mi parte he podido entender de qué se trata el concepto “libro viviente” luego de haber escuchado a Mauricio Maidana.

Clasificación: Etnomusicología / Leyendas populares / Cultura qom / Violín n’viqué
Informante: Mauricio Maidana. Artesano, músico, docente bilingüe qom-castellano. Pertenece al Centro Comunitario Daviaxaiqui.
Lugar / Fecha: Biblioteca Qomllalaqpi, Derqui, Buenos Aires - 11/12/2009.
Entrevista: Daniel Canosa
Duración: 46´ 24´´
Contenido de la entrevista:

0.00”Presentación música antigua ejecutada con n’viqué
3’12’’ Música de los qom de Espinillo. Variedad de violines
5’38’’ Introducción de violines con lata
5’.38’’Componentes del n’viqué
9’.00’’Origen de la cuerda del violín
10’.20’’Significado del término n’viqué
11’.08’’Artesanos que fabrican el instrumento (Chelaalapi)
12’20’’Leyendas sobre el n’viqué
13’00’’Gregorio Segundo. Artesano del Chaco
13’50’’Chamanes músicos
14’20’’Celebración de la aloja
15’20’’Fusión música tradicional y electrónica (Tonolec)
16’20’’Transmisión del legado musical de la cultura
18’00’’Quienes enseñan a tocar el violín. Reflexión sobre la música, iglesia y satanismo.
20’40’’Qom de Buenos Aires que tocan el n’viqué
21’10’’Canción antigua aprendida por Mauricio en 1961 de parte de su abuelo, Pillagaq (canción utilizada por chamanes para la curación).
24’30’’Evocación de los qom que ya no están
30’20’’Lamento de Ñaamaxachi. Antigua historia del Chaco.
35’25’’Ejecución con n’viqué del “Lamento de Ñaamaxachi”.
41’10’’Abuelo de Mauricio Maidana, Pillagaq (Pedro Maidana)
42’05’’Historia del padre y tíos de Mauricio, chamanes del Espinillo

miércoles, 10 de octubre de 2012

El Lamento de Ñaamaxachi

¿Cómo entender una cosmovisión social sin tener conciencia de otras formas de conocimiento?

La historia que comparto, relatada por Mauricio Maidana, libro viviente del Centro Comunitario Daviaxaiqui de Derqui, refiere lo recordado por su abuelo, Pillagaq, un qom al cual le impusieron el nombre de Pedro Maidana, mientras vivía en el Chaco natal.
Cuenta la leyenda que un pájaro en el monte chaqueño no paraba de cantar, un cazador lo observaba, luego se preguntó (no pudo no hacerlo) que será lo que estaba anunciando ese pájaro, necesidad de entender porqué un ave cantaba de un modo distinto a las demás aves. Los presentes interpretaron que un hombre lo había perdido todo, la familia, la toldería, el campo, los animales, que habían venido soldados quemando todo a su paso, y que los graznidos del pájaro reproducían el lamento de aquel desgarro, luego cayó la noche.

Al otro día el hombre vio que mucha gente se estaba escapando del ejército hacia el norte, ingresaron al monte sabiendo que detrás no quedaba nada salvo un pasado incendiado, llorando, el hombre pulsó una cuerda y empezó a tocar una canción, imitando con el violín su propia voz, imitando su propio llanto. Así nació el Lamento de Ñaamaxachi, antigua historia del Chaco, que Mauricio Maidana ejecutó con su n´’viqué en la Biblioteca Qomllalaqpi, barrio toba de Derqui.
La leyenda dice que luego de la canción el hombre se perdió en el monte, no se supo más de el. Algunos dicen que lo mató un animal, otros creen que el ejército lo interceptó y lo ultimó, probablemente nunca lo sepamos.

Esta es la canción del lamento que el abuelo de Mauricio ejecutó, luego de haber visto un pájaro anunciar una tragedia, es posible comprender lo sucedido al escuchar la canción, años después el propio Mauricio la rescata del olvido, quedando registrado en el catálogo de una biblioteca.

Un lamento recogido por un pájaro…
¿Cómo puede un ave anunciar lo sucedido?
¿Cómo puede una canción resistir un nombre?

Clasificación: Etnomusicología / Leyendas populares / Cultura qom / Violín n’viqué
Informante: Mauricio Maidana. Artesano, músico, docente bilingüe qom-castellano. Pertenece al Centro Comunitario Daviaxaiqui.
Lugar / Fecha: Biblioteca Qomllalaqpi, Derqui, Buenos Aires - 11/12/2009.
Entrevista: Daniel Canosa
Duración: 4´ 24´´
Contenido de la entrevista:
Canción que refiere una antigua historia ocurrida en Chaco a mediados de los años 40, ejecutada en un violín n’viqué por Mauricio Maidana.