Palabras
clave: BIBLIOTECOLOGÍA SOCIAL;
BIBLIOTECOLOGÍA POLÍTICA; ROL SOCIAL BIBLIOTECARIO
Noticia biográfica:
Cursó la Licenciatura en Bibliotecología y
la Maestría en Bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Licenciatura y grado de maestro
con Mención Honorífica. El título de su tesis de licenciatura es: «Un sistema
de bibliotecas ambulantes para el Estado de Hidalgo»; mientras que la de nivel
master es: «Vida y Obra de Vladimir Ilich Uliánov [Lenin] en el campo de
bibliotecología». Obtuvo el grado de doctor en Bibliotecología y Estudios de la
Información en la misma sede académica con la tesis: «Bibliotecas y Estado: una
teoría política de las instituciones bibliotecarias».
Desde hace veinte años es profesor definitivo
de asignatura en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y
Letras de UNAM. Actualmente imparte en ese plantel el curso Servicios
Bibliotecarios y de Información con perspectiva social. También ha impartido
clases en la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía de la
Secretaría de Educación Pública. En 2011 propuso al Comité Académico del
Programa de la Maestría en Bibliotecología y Estudios de la Información de la Facultad
de Filosofía y Letras de la UNAM un nuevo programa: el Seminario Servicios
Bibliotecarios para Comunidades Multiculturales, mismo que fue aprobado para
comenzar a impartirlo a partir de 2012 a la fecha.
En 1984 creó la Biblioteca del Programa Universitario
de Energía (PUE) de la UNAM, de la cual fue coordinador hasta 1991. Desde fines
de 1991 es Coordinador de la Biblioteca del Instituto de Matemáticas de esa
universidad. A partir de mayo de 2010 es Bibliotecario representante del Consejo Académico del Área de las Ciencias
Físico Matemáticas y de las Ingenierías ante el Consejo del Sistema
Bibliotecario de la UNAM.
Ha publicado varios artículos de investigación
y reseñas bibliográficas en revistas especializadas mexicanas e internacionales
sobre bibliotecología y ciencia de la información, así como artículos de
divulgación y opinión en torno de su especialidad. Ha presentado numerosas
ponencias en diferentes foros nacionales e internacionales sobre su
especialidad y dirigido varias tesis, tres de las cuales fueron premiadas por
el Colegio Nacional de Bibliotecarios [México]. Ha formado parte de varias
comisiones dictaminadoras y es miembro evaluador de libros y artículos
referentes a temas de su disciplina, principalmente sobre bibliotecología social.
Desde enero de 2008 mantiene una columna mensual denominada Bibliotecas,
Sociedad y Estado en el sitio brasileño Info Home, disponible en: http://www.ofaj.com.br/colunas.php
Fue fundador del Círculo de Estudios sobre
Bibliotecología Política y Social (2000-2008), miembro activo de varias
listas electrónicas de discusión mexicanas y de otros países. Desde el año 2000
a 2010 fue responsable del Correo BiblioPolítico que distribuyó en varias listas
de América Latina. En diciembre de 2010 creó el grupo Lectura, Lectores y
Sociedad en Facebook, el cual tiene más de 500 miembros de varios países.
Entrevista:
¿Por qué la Bibliotecología?
Porque la comunidad, la sociedad en general,
necesita de instituciones bibliotecarias de todo tipo para servirse de ellas.
La bibliotecología vista como profesión está vinculada, como todas las
profesiones, con los diferentes grupos sociales. La historia social de las bibliotecas, particularmente a partir del
siglo XX, nos muestra cómo para desarrollar estos espacios de lectura, estudio
y consulta, se necesitan profesionales de la bibliotecología.
Felipe ¿recordás cuando fue el momento o
circunstancia en que pasó por tu mente la idea de empezar a estudiar bibliotecología?
¿recordás qué originó ese interés, que lo activó?
A menudo pienso en ese momento. Fue en el sexto
semestre de preparatoria, en esa escuela, enclavada en un pueblo minero
(Mineral del Monte, Estado de Hidalgo, México), cursé la materia "orientación
vocacional". El “profe” nos solicitó a un compañero de clase y a mi que
acudiéramos a las principales escuelas públicas ubicadas en la ciudad de México
(UNAM y IPN) para solicitar información sobre las carreras profesionales que en
ellas se impartían (1979). Logramos conseguir folletos de todas las carreras
para compartirlos con el grupo. Recuerdo que entre los folletos que analicé
estaban tres profesiones en nivel licenciatura en la UNAM que entonces me
llamaron mucho la atención: bibliotecología, sociología y estudios
latinoamericanos. Estuve durante todo el sexto semestre, a partir de haber
conseguido la información pertinente, consultando una y otra vez esos folletos.
Finalmente me incliné por la licenciatura en bibliotecología; mi compañero y amigo
de clase que me acompañó a buscar información a esas instituciones de educación
superior seleccionó sociología. Ahora ambos somos doctores, yo en
bibliotecología y estudios de la información y él en pedagogía pues su línea de
interés desde la licenciatura fue sociología de la educación. Este fue el
origen de haber elegido la carrera que me apasiona y disfruto.
Es probable que debido a mi primera elección,
en donde incluí sociología y estudios latinoamericanos, ahora mi perfil de
docencia e investigación sea el referente a la «bibliotecología social», veta
cognitiva que la he vinculado con lo que he denominado en algunos artículos que
he publicado como «bibliotecología política».
¿Qué reflexión te merece el rol social del
bibliotecario?
El papel social de los bibliotecarios,
profesionales y auxiliares, es fundamental que sea reconocido, de lo particular
a lo general, por: 1] los bibliotecarios, 2] los profesionales 3] los poderes
públicos y 4] la sociedad en general. Considero la necesidad de este reconocimiento
social porque el trabajo bibliotecario en el seno de la sociedad y del Estado
es tan importante como el de otros profesionales: médicos, arquitectos,
abogados, historiadores, matemáticos, etcétera.
Según tu experiencia particular, en México, las
escuelas de Bibliotecología ¿preparan al alumno para brindar servicios
bibliotecarios interculturales?
En el nivel licenciatura se continúa estudiando
esta disciplina de manera tradicional. No existe, en el caso del Colegio de
Bibliotecología de la UNAM, una
asignatura alusiva a Servicios bibliotecarios multiculturales. Motivo
por el que he procurado incluir en la asignatura que imparto sobre Servicios
Bibliotecarios y de Información una unidad de enseñanza-aprendizaje en torno a
la multiculturalidad en materia de este tipo de servicios. En la maestría
apenas el curso pasado (2012) comencé a impartir el Seminario Servicios
Bibliotecarios para Comunidades Multiculturales. El programa lo propuse (2011)
al Comité Académico del Programa de la Maestría en Bibliotecología y Estudios
de la Información de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, mismo que
fue aprobado.
Es conocido tu trabajo en el
denominado Correo Bibliopolítico ¿genera participación de la comunidad
bibliotecaria?
Si es conocido, aunque este proyecto ha llegado
a su fin. Fueron varios años (2000-2010) que lo difundí en diversas listas de
interés de habla hispana. Y fue materia de análisis, estudio y debate con
varios colegas y alumnos. Elaboré un total de 433 números. Uno de mis motivos
de este proyecto fue hacer conciencia entre la comunidad bibliotecaria
latinoamericana sobre la fuerte conexión que existe entre el mundo del libro y
las bibliotecas con la política.
Ahora mi proyecto es mi columna: Bibliotecas,
Sociedad y Estado que mantengo en el sitio brasileño: Info-Home: http://www.ofaj.com.br/colunas.php Se trata de entregas mensuales (desde enero
de 2008 a la fecha), mismas que tienen un carácter de publicaciones preliminares.
De esa columna nacen ponencias y artículos para publicarlos posteriormente en
revistas especializadas con riguroso arbitraje.
En diciembre de 2010 formé un grupo en Facebook
con el nombre: «Lectura, Lectores y Sociedad».
Este es un espacio en el que se tratan diferentes enfoques sociales,
políticos, pedagógicos, filosóficos, económicos, artísticos, históricos,
informativos, literarios, antropológicos, es decir, con orientaciones
culturales diversas en torno a los temas de la lectura y los lectores en el
marco de la sociedad. Asimismo, se tratan asuntos vinculados con el objeto
institucional de estudio de la bibliotecología y/o biblioteconomía: las
bibliotecas en los diferentes contextos locales, nacionales e internacionales,
principalmente cuestiones que vinculen estos espacios con la problemática
social de la lectura y sus lectores. En consecuencia, «Lectura, Lectores y
Sociedad» es un grupo con una temática que permite a sus miembros aportar
colaboraciones con una amplia diversidad cultural de puntos de vista.
Actualmente tiene más de 500 miembros de varios países.
¿Qué debates o discusiones te han impactado de
los diversos foros y listas de Bibliotecología en los que participas?
Uno de ellos fue la guerra contra Irak.
Conflicto bélico tan anunciado en los medios antes de que comenzara. El
conflicto que suscitó con los autodenominados “bibliotecarios independientes”
en Cuba. El problema que socavó el servicio de biblioteca en los EU con el Acta
patriótica a consecuencia de los ataques a las torres gemelas aquel fatídico 11
de septiembre, fecha que por cierto se empalma con el golpe de estado contra el
presidente Salvador Allende en Chile. En fin sucesos de esta naturaleza son los
que me han impacto de una u otra manera dentro y fuera de los foros
electrónicos en nuestra disciplina.
¿Que opinión te merece el concepto de inclusión
social?
Este fenómeno lo contrasto con el de «exclusión
social». No puedo pensar solamente en «inclusión social» si no aclaro su
contraparte dialéctica. América Latina es una región en donde se enseñorea, con
particular saña, la exclusión social. Las bibliotecas y sus bibliotecarios,
profesionales y auxiliares, también son excluidos desde diferentes puntos de
vista. Los lectores y los usuarios de bibliotecas de todo tipo sufren también
de exclusión. Por esto es básico hacer de la inclusión social un valor
fundamental de todos los grupos sociales, de todas las instituciones sociales,
de todas las relaciones sociales. Tenemos que reconocer, entonces, que la
exclusión social es un problema estructural. Vivimos en un mundo de jerarquías,
de opresores y oprimidos, de dominantes y dominados que, para vivir más
dignamente, es menester combatir los actos excluyentes desde nuestras propias
trincheras culturales.
¿Qué espacios dentro de la profesión consideras
relevantes para discutir conocimiento? (listas, blogs, foros, etc.)
Todos los posibles, todos los que estén a
nuestro alcance y no únicamente los electrónicos. Los congresos son espacios
excepcionales. Los colegios invisibles, las revistas, los periódicos,
etcétera.
Comenta un libro (o varios) que te haya
impactado.
Si comento varios libros que me han dejado
impactado me va a faltar espacio. Trataré de orientar la respuesta desde otras
dos vertientes para saber los libros que he leído y que sin duda me han dejado
huella. Una es consultar los aparatos bibliográficos que cito en mis escritos,
varios de ellos están en disponibles en Internet; otra forma de acercarse a mis
lecturas es consultar las reseñas bibliográficas que he publicado. En relación
con éstas, citaré las últimas cuatro que he publicado en Investigación
Bibliotecológica: Archivonomía, Bibliotecología e Información:
- Moreno Jiménez, Pilar. Epistemología social y
estudios de la información. México: El Colegio de México, 2008. 70 p.
(Cuadernos de la Biblioteca Daniel Cosío Villegas; no. 4).
- Moncada Patiño, José Daniel. La biblioteca
pública como institución social. Medellín, Colombia: Universidad de Antioquia,
Escuela Interamericana de Bibliotecología, 2008. ISBN 978-958-714-283-9. 103 p.
- Viciedo Valdés, Miguel. Biblioteca pública y
revolución: su desarrollo de1959 a 1989. La Habana, Cuba: Ediciones Extramuros,
2009. 124 p. ISBN 959-266-255-1.
- García López, Fátima. Los servicios bibliotecarios
multiculturales en las bibliotecas públicas españolas. Gijón, Asturias:
Ediciones Trea, 2009. 204 p. – (Biblioteconomía y administración cultural;
201). ISBN 978-84-9704-432-5.
En estos días estoy terminando la reseña:
Hansson, Joacim. Libraries and identity: the role of institutional self-image
and identity in the emergence of the new types of library. Oxford:
Chandos Publishing, 2010. xiii, 111 p. ISBN 978-1-84334-541-1
¿Qué opinas cuando se habla de la inevitable
desaparición del libro?
La desaparición del libro se viene anunciando
desde la década de los setenta del siglo XX. A partir de la mentada “sociedad
sin papel” de F. Lancaster, y quizás desde antes, comenzó a escribirse una gran
cantidad de disparates al respecto. Han pasado alrededor de 40 años que se
viene divagando sobre este suceso sin que se cumpla las predicciones
futuristas. Por esto, no es de mi
agrado entrar en un terreno endeble porque, a mi juicio, es un asunto que se
sostiene por meras especulaciones futuristas, opiniones con escaso o nulo
fundamento.
¿Qué conceptos, dentro de la profesión,
consideras que han cobrado relevancia?
Me parece que para responder con certeza esta
pregunta es necesario acudir a los diccionarios y las enciclopedias del área;
sería pertinente, asimismo, hacer un estudio de la frecuencia de aquellas
palabras clave que se registran en títulos de artículos de revistas arbitradas
y de libros de varias editoriales.
¿Cómo definirías a un bibliotecario?
Es la persona profesional y/o auxiliar que hace
funcionar de la mejora manera una biblioteca o una red de bibliotecas en los
sectores públicos, sociales o privados. Es quien desarrolla colecciones y
gestiona servicios de calidad para satisfacer las necesidades sociales y
políticas del individuo, del grupo, de la comunidad, de la sociedad, del
Estado.
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