Una tarea que se extiende,
un sentido de vocación que no cesa, un conjunto de voluntades que se
multiplican, cultivando valores entre los cerros y las chacras, en el medio de
los caminos, sin importar las lluvias, cargando libros en las mochilas...hay
que imaginar ese momento de la tarde, cuando los comuneros terminan sus labores
y retornan a sus hogares, para tomarse el trabajo de labrar lecturas en vez de
surcos de tierra, en resguardar la memoria con las propias escrituras, ese
persistir de la cultura a través de la palabra, antiguamente perpetuada en la
oralidad, esa construcción que ya lleva 46 años, y que ahora acerca los andares
de las Bibliotecas Rurales de Cajamarca a los pueblos de Santa Cruz y
Contumazá.
Felicitaciones a Alfredo
Mires Ortiz y a los paisanos de Cajamarca por tan increíble tarea.
Fuente:
Andares de las Bibliotecas
Rurales de Cajamarca
Nota del Orejiverde:
http://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/3435-en-tierras-de-bibliotecarios-y-comuneros
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