Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

sábado, 24 de julio de 2021

Reflexiones desde Cajamarca sobre Educación y Campesinado

Recientemente, la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca publicó la Serie Decires y Escritos Nº 13, titulada “La comunión de los indecentes”, vale la pena compartir uno de los textos facilitados por el bibliotecario peruano Alfredo Mires Ortiz, sobre la enorme incidencia de los docentes en el contexto campesino, aporte sustancial que por su importancia puede extrapolarse al contexto general de la educación rural y urbana.

El texto es el siguiente:

Entrada

Los homenajes suelen ser controversiales. En la Edad Media, el homenaje era el solemne juramento de fidelidad que un vasallo le hacía a un rey o a un señor feudal. Con los años eso derivó en el pacto que una persona le hacía a otra para garantizar que cumpliría con sus compromisos. En la actualidad, se entiende como homenaje al acto o serie de actos que se celebran en honor de una persona, una institución o incluso una fecha.

Por lo general, algunos homenajes se evitan mientras la persona esté con vida. Supongo que eso tiene que ver con la enorme confianza que inspira el género humano. Y no es para menos: en los últimos años hemos sido testigos de varias condecoraciones y títulos que han sido retirados; algo así como “Le quitamos el grado de Doctor porque acabamos de comprobar que incluso sus certificados de primaria han sido expedidos en el Jirón Azángaro”1, o “Devuélvanos la medalla porque se ha demostrado que usted es cabecilla de una banda de cogoteros” 2.

Quizá por eso la tendencia es llevar a cabo los homenajes cuando la persona ya ha fallecido. Y entonces uno comprende, por ejemplo, por qué el escritor y dramaturgo español Enrique Jardiel Poncela pidió que se pusiera en su epitafio: “Si queréis los mayores elogios, moríos”.

Monseñor José Dammert cumple 100 años: él era un hombre honorable y probo, que merecía los homenajes en vida y los merece ahora que está ausente. Era un yach'aq, 3 un respetableruna 4 : puedo decirlo no solo desde la franca amistad que nos juntaba, sino desde las discrepancias y las objeciones que también compartimos.

No me corresponde ahora abordar su biografía puesto que el tema que nos ocupa es el de educación y campesinado, en la medida de lo posible desde la visión de Dammert. Por eso, quiero empezar parafraseando un cuento de la profesora Helen Buckley.

Es acerca de un niño que va por primera vez a la escuela, ilusionado, feliz y orgulloso (como seguramente fuimos la mayoría de nosotros, hace algún tiempo, a nuestros centros educativos). En la primera clase, la maestra dijo: “Hoy vamos a hacer un dibujo”. El niño se alegró, sacó sus colores y empezó a dibujar gallinas y tigres, pero la maestra dijo: “Alto, no he dicho que pueden empezar: hoy día vamos a dibujar flores”, así que el niño dejó los tigres y las gallinas y se puso a dibujar, contentísimo, unas preciosas flores... pero la maestra dijo: “¡Un momento: yo les voy a enseñar cómo!”, y dibujó una flor rosada con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya: su flor era más bonita, pero no dijo nada, obedeció y comenzó a dibujar una flor rosada con un tallo verde, igual a la de su maestra.

Pasó lo mismo al día siguiente, cuando la maestra les dijo que iban a hacer algo con barro. “¡Esperen! –dijo la maestra–, yo les enseñaré cómo hacer las cosas con el barro”. De modo que el niño aprendió a hacer con el barro lo mismo que hacía su maestra… Y así, muy pronto, el pequeño niño aprendió a mirar y esperar, a hacer las cosas iguales a la instrucción de su maestra, dejando de hacer las cosas que nacían de su corazón y de sus propias ideas.

Ocurrió que un día su familia se mudó a otra casa y el pequeño debió a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: “Hoy vamos a hacer un dibujo”, y el pequeño niño esperó a que la maestra le dijera qué hacer… pero la maestra no dijo nada y solo empezó a pasearse dentro del salón. Cuando llegó donde estaba el niño, le preguntó: “¿Estás bien, no quieres hacer tu dibujo?”. “Sí –dijo el niño–, pero, ¿qué vamos a hacer?”. “No sé –dijo la maestra–, lo que tú quieras hacer”. “¿Y cómo lo hago?” – preguntó el niño; “Como tú quieras”, contestó ella... Y el pequeño niño comenzó a dibujar una flor rosada con el tallo verde.

Glosario:

1- Conocida calle en el centro de Lima, la ciudad capital de Perú, en la que se falsifican todo tipo de documentos y títulos.

2- Modalidad de asalto y robo a los transeúntes, en la que un atacante estrangula a su víctima mientras otro le va hurtando todo lo que lleva encima.

3-Sabio, en lengua quechua.

4- Hombre respetable, alto calificativo en lengua quechua.

Alfredo Mires Ortiz.

La comunión de los indecentes. Monseñor José Dammert: Educación y campesinado. Conferencia Magistral presentada por Alfredo Mires en el Homenaje a Monseñor José Dammert Bellido, Obispo emérito de Cajamarca, en el centenario de su nacimiento. Lunes, 14 de agosto de 2017.

Cuánto de la pedagogía del oprimido de Paulo Freire hay en este ejemplo comunitario, un aporte significativo que simboliza el entendimiento sociocultural de la Educación Intercultural Bilingüe. El documento de Cajamarca invita a considerar la necesidad de un contrapunto entre quienes participan de dicha modalidad educativa, se trata de una instancia que habilita la discusión de la interculturalidad bajo un enfoque crítico, cuyos valores logren representar la identidad cultural de quienes asisten en esas aulas para cumplir un rol en el sistema educativo. Esfuerzo muchas veces condicionado por la asociación de la diversidad cultural con la carencia.

Es un tema cuyo alcance se encuentra marcado por conceptos endógenos que merecen ser revisados e incluidos en el actual contexto educativo de la EIB, y en el que los bibliotecarios/as cumplen una función de enorme importancia.

Fuente:

Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Serie Decires y Escritos Nº 13. La comunión de los indecentes. Primera edición: junio 2021

Versión para El Orejiverde:

http://www.elorejiverde.com/toda-la-tierra-es-una-sola-alma/6120-reflexiones-desde-cajamarca-sobre-educacion-y-campesinado


sábado, 3 de julio de 2021

Museo de la vida campesina, Maimará, Jujuy

Se trata de una experiencia comunitaria con anclaje en la cultura, un desarrollo cooperativo que incluye una propuesta innovadora desde la museología, donde se refleja a través de las colecciones el contexto de la vida campesina en un pueblo del norte argentino, incluyendo las costumbres, el conocimiento, la memoria, la cosmovisión y el entendimiento agroecológico de la comunidad, un capital social y cultural que representa potencialmente a una unidad de información, consustanciada con los valores de la región andina.

Si podríamos, en esa idea que vincula a las bibliotecas indígenas con los museos, considerar esta experiencia maimareña, el museo de la vida campesina sería una fortaleza indiscutida.

Maimará (“estrella que cae” en lengua omaguaca), es una localidad y municipio ubicado en el departamento de Tilcara, provincia de Jujuy. Mucho se podría decir del silencio habitado de los coloridos cerros en este maravilloso territorio, donde las historias, a decir del inolvidable Juan Forn, parecen zurcidos de canciones que atraviesan los recónditos del tiempo, algo indeleble que es a la vez una marca registrada de la cultura Kolla.

En el medio de toda esa policromía, y al costado de una ruta, se abre este museo propuesto desde la Cooperativa Agropecuaria Unión Quebrada y Valles (CAUQUEVA), originado el 21 de diciembre del año 2004 por sus asociados, familias agricultoras de la Quebrada de Huamahuaca, cuyas piezas reflejan historias de vida y procesos de cambios que se dieron en la región en los últimos 200 años.

Es para destacar que, en estas tierras, habitadas ancestralmente por familias productoras -en su mayoría minifundistas y aborígenes- transitaron por una economía de subsistencia, en donde muchas familias fueron dejando la producción de cultivos originarios (como papa y maíz) para dedicarse casi exclusivamente a la horticultura, situación similar se registra con productores de la Puna y de las Yungas (selvas de altura).

No se trata únicamente de un lugar con artefactos, recipientes y objetos característicos de una cultura, sino también como un espacio de reflexión y debate sobre la orientación actual de la agricultura y la tecnología. En estos tiempos críticos, potenciados por la pandemia, bien sabemos que la situación ecológica del planeta está reclamando cambios urgentes, de alguna manera, el saber ancestral, perpetuado de generación en generación por los agricultores jujeños, representan un valioso aporte para equilibrar el desbalanceo provocado a la naturaleza por la intervención humana.

Tal como figura en el sitio Web de la institución, “la cultura en la vida campesina se entrelaza con el milenario trabajo de los cultivos andinos como la papa y el maíz. Hoy los agricultores siguen sembrando papas y maíces que fueron domesticados hace más de 4000 años. Han evolucionado las técnicas agrícolas pero los productos se han mantenido”.

Eliana Cañizares es su encargada, quien ofrece charlas guiadas sobre las distintas salas del museo, en su relato aparecen arados antiguos, herramientas para el trabajo de la tierra, variedades de maíces andinos, papas, quinua, kiwicha y porotos, también menciona sobre un calendario turístico cultural de la localidad, actividades de las que el agricultor participa permanentemente, y por supuesto incluye información de la cooperativa, nacida en el año 1996 -como consecuencia de un trabajo presentado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Tilcara como organización de campesinos- en una región enmarcada entre dos cordones de la cordillera oriental, que sostiene todo este emprendimiento cultural, una estrategia que encontraron los campesinos para presentar alternativas de producción y comercialización que les permitiera obtener condiciones más justas para la venta de sus productos.

Lo que queda claro en este relato, es que el museo no solo habilita una documentación histórica, sino que informa sobre el proceso cultural que se desarrolló en la región desde los tiempos prehistóricos, tratando de analizar y comprender dicha continuidad.

No es posible hablar de museo si no hay detrás libros vivientes que sostengan con información endógena el documento preservado en las vitrinas, es el caso de Josefina Aragón, con su conocimiento sobre las hierbas medicinales, valiosísimo aporte en cualquier unidad de información que pretenda difundir el entendimiento de los pueblos originarios en el terreno de la farmacopea y la etnomedicina tradicional.

Es muy interesante la documentación que la Cooperativa ofrece en forma virtual, desde documentos locales hasta investigaciones sobre desarrollo de la diversidad, libros sobre Cooperativas campesinas y Seguridad Alimentaria, seminarios de desarrollos económicos, programas integrados de cultivos andinos, documentos sobre programas de Microcréditos destinados a pequeños productores, así como informes sobre agroecología, agricultura y sistemas productivos en la Quebrada de Humahuaca.

Es para destacar que, en el proceso de crecimiento de la cooperativa, desde el año 2000 han logrado comercializar grandes volúmenes de hortalizas en varias ciudades de Argentina, incluyendo cuatro años después una primera exportación piloto de papas andinas a Italia. En este punto, el Programa Integrado de Cultivos Andinos (PICA) es una propuesta realizada por CAUQUEVA desde el año 2003, cuyo criterio consiste en trabajar con la mayor cantidad de variables posibles del sistema productivo a fin de obtener, de forma sustentable, resultados económicos que eleven el nivel de vida de las familias.

Como se apreciará, se trata de un trabajo mancomunado que encontró eco en las comunidades, entendiendo todos que solo a través del cooperativismo es posible encontrar soluciones al problema económico desde el contexto cultural y productivo de las familias agricultoras. Agregar en este entramado el aporte de un museo no deja de representar una cohesión entre los diferentes aspectos que hacen a una marca cultural e identitaria, un rasgo que involucra elementos valiosos para considerar en la construcción de una eventual biblioteca indígena, al fin y al cabo, un manojo de ideas que se van sumando en este recorrido por la profesión.


Cooperativa Cauqueva

https://cauqueva.org.ar/

Museo Vida Campesina Cauqueva

https://es-es.facebook.com/museodelavidacampesina

https://cauqueva.org.ar/museo/

Versión para El Orejiverde

http://www.elorejiverde.com/el-don-de-la-palabra/6102-museo-de-la-vida-campesina-maimara-jujuy