Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

sábado, 28 de octubre de 2017

Entrevista a Kevin Alexis Shimabukuro, estudiante de bibliotecología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Buenos Aires, Argentina


Kevin Alexis Shimabukuro nació el 22 de agosto de 1995 en la ciudad de La Plata (Buenos Aires) donde reside actualmente. Es egresado de Bachiller con orientación en Ciencias Sociales (Escuela de Enseñanza Media Nº 1 Manuel Belgrano), además obtuvo el título de Programador Básico. En el 2014 comenzó la carrera de Lic. en Bibliotecología y Ciencia de la Información (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación) y en el 2017 la Lic. en Informática (Facultad de Informática), ambas en la Universidad Nacional de La Plata.

Entrevistador: Daniel Canosa
- ¿Por qué la Bibliotecología?

Para ser sincero, al finalizar mis estudios secundarios aún no tenía muy en claro qué carrera universitaria seguir, aunque sí pensaba estudiar alguna relacionada con las Ciencias Sociales y las Humanidades. Además por aquel entonces me preocupaba más escoger alguna carrera que me ofreciera rápida salida laboral por sobre la remuneración económica, o las dificultades que podría presentarme y tampoco me preocupaba demasiado escoger alguna carrera equivocada, así que no elegí estudiar bibliotecología por vocación, gusto por la lectura, los libros o las bibliotecas, ni tampoco porque alguien me lo haya recomendado. No sabía siquiera sobre su existencia como carrera, sino que lo descubrí a través de un folleto emitido por la Universidad Nacional de la Plata sobre las carreras que ofrecía y que además afirmaba ofrecer una alta salida laboral. Luego a través de una charla que tuve con la secretaria del Departamento de Bibliotecología además me fui enterando del gran abanico de posibles lugares y actividades que puede realizar un bibliotecólogo (no sólo trabajar en una biblioteca, sino también en editoriales, archivos, museos, unidades de información de empresas, como investigador, como docente, etc.), lo que me llevó a elegir esta carrera.

- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?

Nadie pudo imaginar lo que elegí estudiar, se quedaban atónitos cuando les comentaba que estudiaría bibliotecología pues aparte de la biblioteca de la escuela secundaria nunca antes había visitado otras. Si bien de vez en cuando pedía prestado libros para leerlos en el colectivo en viaje a la escuela sólo para pasar el tiempo, tampoco sentía una real afición a la lectura, los libros o la biblioteca, lo que me hace aparentar la antítesis del bibliotecario formado en el imaginario social.
Tampoco he sentido afición por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular, aunque sí siempre sentí curiosidad por comprender la naturaleza social y cultural del Ser Humano en toda su complejidad. Así me interesaron temas como la moral, el psicoanálisis, la cultura como construcción social, los fenómenos sociales, la organización del poder en la estructura social, los efectos de los medios de comunicación, capitalismo, la globalización, la propiedad intelectual y otros tantos temas aunque tampoco profundicé demasiado los conocimientos sobre éstos.

- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?

No hay un libro que me haya influido especialmente, aunque sí provocaron cambios en mi forma de pensar Aurora de Nietzsche (además de otros libros del mismo autor como La gaya ciencia y Humano, demasiado humano), El cazador oculto (o El guardián entre el centeno) de Salinger, Un mundo feliz de Huxley entre otras aunque no podría confirmar que alguna me haya influido  más que otra, ni tampoco que la lectura me haya marcado mi ser social y psicológica más que otros factores, como mi familia y el entorno social. Sinceramente leer no es algo que me vuelva loco, pero tampoco es algo que odie.  Además creo que el conocimiento se adquiere de otras fuentes culturales e incluso de las charlas cotidianas, no solamente de los libros y a través de la lectura.
Con respecto a tu segunda pregunta, actualmente no estoy leyendo más que contenidos académicos para las materias que estoy cursando. Solamente cuando estoy totalmente despreocupado puedo leer por ocio.

- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?

Bueno, en primer lugar yo diferenciaría bibliotecólogo, es decir una persona que ha estudiado bibliotecología,  de bibliotecario, que es quien trabaja en una biblioteca. No todo bibliotecólogo es bibliotecario, ya que el título académico te permite trabajar en una gran variedad de ámbitos relacionados. Tampoco todo bibliotecario es bibliotecólogo pues bien se sabe que en una biblioteca suelen trabajar personas de las más diversas formaciones. Ahora bien, yo no definiría al bibliotecario como una persona aficionada por la lectura, o como un sujeto con un rol social, sin embargo sí considero, y es importante que lo recalque, que debe estar muy consciente del potencial que posee al estar manipulando (en el buen sentido)  y gestionando grandes reservorios de capital simbólico. Pero la injerencia de las actividades  bibliotecarias en la producción de cambios sociales es potencial, ya que considera que se precisan generar políticas nacionales de información, comunicar a las personas sobre los servicios que brindan, concientizarlas sobre el valor de la información y su comunicación, generar nuevos servicios virtuales...Pero también considero que las actividades aisladas de cada biblioteca no llegan a producir cambios que sí se podrían conseguir si se proyectan políticas a altos niveles desarrollados de forma cooperativa entre bibliotecas y también de forma interdisciplinaria con profesionales de otras ciencias. Los bibliotecarios deberían formar lazos con políticos, tener un espacio en ese círculo, participar en el desarrollo de servicios que contemplen el acceso a la información pública, participar en la modificación y creación de leyes que consideren la información, realizar proyectos con instituciones educativas, las posibilidades son muchas para alcanzar el potencial.

- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?

Creo que en sí el bibliotecario de forma individual no posee un rol social, pero al estar inserto en la organización biblioteca y que al tratarse de una institución social, no de cualquier tipo, sino una con gran capital simbólico, allí es cuando su labor adquiere un rol social. Tener en cuenta esta institucionalidad es fundamental para poder analizarla no desde una perspectiva técnica, organizacional o tecnológica sino dentro de campos sociales de poderes en lucha. El capitalismo, el neoliberalismo, la mercantilización de la información, son fenómenos que afectan todo a nuestro alrededor, ni siquiera las cosas a las que todos tenemos derecho se salva de ellos. Creemos que con las tecnologías web podemos acceder a toda la información, pero tenemos que saber realmente cuánto de ella podemos acceder libremente, y de qué calidad. Sabemos que existen bases de datos de publicaciones científicas pagas, donde todo el Estado contribuye a su producción. Sabemos que hubo y que habrán propuestas de Ley como PIPA y SOPA, sabemos sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica que introducía un marco común de fuertes medidas de protección de los derechos de reproducción a sus integrantes y que afectaban a la mayoría de los países con el aumento de su duración. No opino que haya que abolir las Copyrigths, sino equilibrarlas con los derechos de acceso a la cultura, la educación y la información.
En sí no creo que el bibliotecario posea un deber social, sí las bibliotecas como instituciones sociales. Si bien existen diferentes tipos de bibliotecas, en las públicas es donde más fuerte se presenta la pretensión de garantizar el acceso a la información como derecho. Así creo que la labor del bibliotecario no se restringe a realizar tareas técnicas, a buscar un libro, preservarlos del daño,  o responder una consulta, sino que se fundamenta en razones sociales muchas más amplias relacionadas con los derechos de toda persona de acceder a la información. Para ello los bibliotecarios deben inmiscuirse en cuestiones políticas, no me refiero a apoyar un partido político, sino en general políticas internas como reglamentos sólidamente fundamentadas, desarrollar servicios adecuados para su comunidad de usuarios adquirir notoriedad en ella, desarrollar consorcios e incluso participar en el desarrollo y modificación de leyes  relacionadas con el derecho de autor, la reproducción de documentos, y participar de políticas nacionales de información.

- Con respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario?

No demasiado, aunque también hay que considerar que no todos los estudiantes de Bibliotecología querrán ser bibliotecarios (aunque sí la gran mayoría) pues las incumbencias del título ofrece mayores posibilidad que trabajar en una biblioteca. Además con las transformaciones sociales y avances tecnológicos las actividades vinculadas con el rol social del bibliotecario se amplían. La biblioteca no es una institución aislada, sino que se encuentra en un mundo donde se conjugan constantes luchas de poder, por lo que creo que es preciso que se incluyan contenidos que permitan analizar de forma mucho más  profunda esta realidad, especialmente para la formación de investigadores o consultores. El capitalismo es una fuerza en constante avance que junto con las políticas neoliberales no poseen miramientos con la mercantilización de la información. La producción y comunicación científica también se ve afectada por ellos. Así, para que el bibliotecario puede poseer mayores chances e impacto en cumplimentar su rol social debe conocer temas de los más diversos desde políticos, sociológicos, económicos, históricos, semióticos, comunicacionales, etc. y estar consciente de la realidad donde se encuentra.


- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos técnicos)

La verdad que nunca había escuchado sobre ello ni tampoco he notado ese cambio. Aunque sí considero importante que los bibliotecarios posean competencias comunicacionales y sociales, tampoco creo que los bibliotecarios, como personas, deberíamos esforzarnos por ser de forma forzada algo que no somos. No todos somos iguales y eso hay que respetarlo. Sin embargo sí creo importante que siempre se debe mantener la cordialidad, la empatía y el respeto por el lector.

-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?

Creo que los conocimientos impartidos en el proceso de formación académica nunca son suficientes para el trabajo profesional, todo adquiere sentido con la práctica real. De todas formas considero que es más importante aprender el porqué debemos hacer tal cosa que el cómo (aunque no deberían dejarse de lado aprender y conocer de forma teórica estrategias mínimas). Considero que el know-how más valioso se adquiere de la práctica en una unidad de información real.
Debido a que realicé una beca de experiencia laboral en el puesto de circulación y referencia general, principalmente tuve que aprender el CÓMO se utilizaba el sistema informático propio que utilizaban para gestionar los préstamos, y el CÓMO tomaban decisiones teniendo en cuenta el reglamento interno y las variables cada  situación, es decir cosas que solamente se aprenden con la práctica.

- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?

Creo que es muy difícil seleccionar los temas a desarrollar en las materias relacionadas con las TICs, ya que avanza a pasos agigantados. Sinceramente estoy satisfecho con los contenidos vistos en las materias relacionadas con las TICs, además de ser temas que son de mi agrado. Estoy conforme dado que considero importante que ofrezcan mayor importancia a las bases teóricas de, por ejemplo los procesos de análisis de la realidad y desarrollo de bases de datos, fundamentos de la web y la digitalización de documentos, y aprender a elegir las herramientas adecuadas, que aprender a usar una herramienta en particular, pues siempre quedarán desactualizadas. Para tener una aproximación a las herramientas informáticas creo que las clases prácticas estuvieron equilibradas con las teóricas, aunque siempre se conseguirá profundizar en su manejo con la práctica real.

-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?

Sinceramente ni siquiera sabía que existían, creo que los docentes deberían comunicarle a sus alumnos sobre su existencia, e incluso crear foros de discusión internas de la cátedra o dentro del Departamento con la utilización de las nuevas tecnologías. Creo que los debates son parte fundamental del proceso de formación, y que se encuentran muy relegadas dentro de esta carrera. Por ejemplo, una vez asistí a una clase de Fundamentos de la Educación y me sorprendió la participación de los alumnos y fomentada por la docente, cosa que no ocurre en Bibliotecología.

-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?

Recuerdo una sola situación donde se lo mencionó, no recuerdo exactamente qué cosas. Creo que es necesario que se traten dichos temas, pero tampoco puedo decir muco sobra algo que desconozco.


- El concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto bibliotecario, según lo vivenciado como alumno de la carrera ¿desde el aula, recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?

Estas cuestiones generalmente no se mencionan en clase, sí recuerdo vagas discusiones en torno a la cuestión de la neutralidad de la profesión, en cuanto al uso de algunas herramientas como  la CDU por ejemplo, que posee un marcado sesgo cultural  occidental en las categorías definidas en ediciones anteriores especialmente, lo que refleje un posicionamiento, una visión del mundo determinada carente de la pretendida objetividad,  pero no es un tema que sea tratado de forma sistemática en alguna materia. Sin embargo creo que la profesión bibliotecaria no posee nada de neutral, cada decisión tomada por el bibliotecario tiene sus resultados. Creo que en el proceso de formación  del bibliotecólogo no se debe negar la no-neutralidad de la biblioteca, que debe discutirse qué cosas deberíamos hacer los bibliotecólogos para poder mejorar el acceso a la información a las personas como un derecho, sin embargo creo que buscar formas de mejorar el mundo fuera de estos límites, ya queda a criterio de cada persona, por ejemplo en el desarrollo de servicios educativos o comunicacionales, aunque también es cierto que poseen fronteras a veces un poco difusas.

-¿Como percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.).

Siento que se debería agregar más elementos interdisciplinares a la bibliotecología como las que ya nombré, pero para su propio desarrollo. Sé que muchos alumnos se preguntarán “¿y esto de que me servirá?”, pero creo que el trabajo en una biblioteca no se fundamenta sólo en saberes técnico-prácticos, sino que requiere de conocimientos de la realidad social y política del entorno general para poder desarrollar políticas y servicios de información adecuados a cada realidad.
No creo que la carrera ofrezca respuestas a las problemáticas sociales que enumeras en sí, ni que sean una prioridad para los bibliotecarios pero tampoco creo que haya restricciones a colaborar con dichos problemas

-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)

En una de las primeras materias se pidió a los alumnos que formaran grupos y que cada uno desarrollara una pequeña investigación sobre un tema y exposición de la misma. Los temas fueron determinados por el docente, pero se repartieron al azar, y uno versaba sobre la bibliotecología social, pero nunca más volvió a tocarse el tema en las clases.

-Si le fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?

En muchos. Pero no creo que el cambio sólo deba pasar por modificar el plan de estudio. En primer lugar, creo que es una disciplina que aún le falta madurar mucho en la definición de  sus fronteras con otras ciencias como la documentación, la archivística y las ciencias de la información, así como en la definición de su objeto de estudio y denominación. Estos  procesos son anteriores a desarrollo de un plan de estudio sólido. También se encuentra la cuestión sobre qué perfil se pretende formar: si enfocarse en desarrollar profesionales o investigadores, y no es una cuestión menor. Muchas personas se inscriben en esta carrera por poseer rápida salida laboral profesional y no le interesa demasiado la investigación. La investigación aún no se encuentra muy desarrollada en la Bibliotecología, y requiere de sólidos conocimientos teóricos y metodologías de investigación. Tratar de valorar más el desarrollo de la ciencia formando investigadores podría llevar a que mayores cantidades de alumnos abandonen la carrera y aumentar la demanda de profesionales que se precisa en el mercado laboral, siendo este nicho laboral ocupado por personas de las más diversas formaciones. En este sentido también creo adecuado que los bibliotecólogos vallamos insertándonos en nuevos campos como la gestión de contenidos web, el desarrollo de bases de datos, la gestión de la información y el conocimiento, en la política, etc. y para ello también es preciso cambiar en el imaginario social la imagen que poseen sobre el bibliotecario como un ser aislado que protege los libros impresos e impone multitud de reglas cerradas, y sobre las capacidades del bibliotecólogo, quien puede más que trabajar en una biblioteca. Sin embargo si se presenta a la carrera como una de amplia y variada salida laboral tampoco hay que decepcionar a los estudiantes ofreciendo un plan de estudios con contenidos meramente técnicos. Estas cuestiones no son muy discutidas en el ámbito académico ni tampoco fomentadas, y a la vez son muy importantes para el desarrollo de la disciplina y profesión. Son cosas a las cuales deberían abrirse un espacio.

-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?

Creo que el libro impreso no va a desaparecer jamás, aunque es posible que su uso se reduzca mucho. Son dos medios diferentes con sus características propias, por lo que creo que ninguna desplazará a la otra. Si bien los libros electrónicos son mucho más transportables poseen el inconveniente de la energía que precisan los aparatos lectores. Además siempre habrá quien sienta nostalgia por sostener el libro impreso, sentir su textura, olerlo, escuchar el sonido de las páginas al hojearlas. Leer frente a una pantalla, por ejemplo una computadora, obliga al lector a acomodarse en determinada posición y lugar, además estar frente a ella durante mucho tiempo genera malestar a los ojos; un impreso uno lo puede leer cómodo desde su cama.
Particularmente yo prefiero leer en pantallas información actual y efímera, o para tener una idea general de un tema, Si tengo que leer un libro de literatura extenso generalmente los leo en formato impreso. Ahora bien (y no quiero ofender a nadie) si son lectura para el estudio académico prefiero hacerlo desde las fotocopias: en pequeños módulos son mucho más manejables que los libros, al imprimirlos en una escala más pequeña permite tener márgenes más amplios y realizar anotaciones allí, uno puede subrayar  o resaltar parte del texto (sentiría pena si lo hago en un libro, incluso si fuera mío), e intercalar hojas borradores con reflexiones, mapas conceptuales y mentales. De todas formas creo que nunca debería dejar de imprimirse libros ya que son capaces de conservar su contenido por mucho tiempo (muchos de los soportes de lo digital han quedado obsoletos), aunque no debe preocuparnos que su utilización caiga en desuso. En cada salto tecnológico siempre hubo personas reticentes al cambio, y otras que creyeron que lo nueva iba a acabar con lo viejo, y la historia nos enseña que muchas tecnologías supieron convivir juntas, y aún las hacen

Muchas gracias Kevin

Daniel Canosa

jueves, 19 de octubre de 2017

Entrevista a Laura Lavega, estudiante de Bibliotecología del ISFD yT N° 35 de Monte Grande, Buenos Aires, Argentina




Noticia biográfica

Laura Lavega tiene 28 años, vive en Monta Grande con su madre y una manada de perros rescatados de la calle,  se encuentra cursando el último año de la Tecnicatura Superior en Bibliotecología en el ISFDyT N°35 de la misma localidad. Además, es bibliotecaria en un colegio privado de la zona y traductora para una multinacional ubicada en Shanghai.

 Entrevistador: Daniel Canosa

- ¿Por qué la Bibliotecología?

Creo que mi primera aproximación a la bibliotecología fue un cliché: me gustaba leer, quería hacer algo que tuviera relación con eso, trabajar en una biblioteca me parecía la mejor idea. Cuando entré en la carrera, sin embargo, me di cuenta que la noción de biblioteca que tenía estaba muy estereotipada y que iba mucho más allá de eso. Arranqué por un ideal erróneo, pero me quedé porque descubrí que me apasionaba todavía más lo que la verdadera Bibliotecología abarcaba.

- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?

Durante mi adolescencia frecuenté mucho la biblioteca local de mi barrio, más que nada para obtener material de estudio, pero después de eso hubo una brecha de tiempo en la que no volví a acudir. En cuanto a mis aficiones, definitivamente cuento la lectura por encima de todas las demás. También me gusta muchísimo escribir, aunque actualmente no tengo tanto tiempo para dedicarle.

- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?

Siempre me costó mucho responder esta clase de preguntas, porque nunca se me viene un solo libro a la cabeza, sino muchos. Pero quizás como lectora (y quizás también como potencial escritora), termino inclinándome por El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien. Soy lectora de ficción por sobre otras clases de géneros, y el trabajo de este autor es sublime: la manera en que creó un mundo totalmente de la nada, con su propia historia, mitología, religiones y demás, es simplemente inigualable. Si tuviera que elegir uno de no ficción, sin embargo, me inclinaría por uno que leí este año, Hamilton The Revolution de Lin Manuel-Miranda y Jeremy McCarter, en el que exponen el proceso creativo detrás de la creación de un musical de Broadway y que me pareció totalmente inspirador para todo aquel que desee y ame crear en cualquier ámbito artístico y, por qué no, incluso dentro de otras disciplinas, como la Bibliotecología. Actualmente estoy leyendo mucha literatura orientada a públicos más bien juveniles porque me atraen las temáticas que se tocan en esa clase de libros. Estoy empezando Blue Lily, Lily Blue de Maggie Stifvater, que es la tercera parte de la saga The Raven Cycle.

- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?

Me gusta pensar que un bibliotecario es un profesional que abre las puertas del conocimiento en todas sus esferas y que brinda información para ayudar a mejorar la vida de las personas.

- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?

Hoy por hoy el bibliotecario tiene que ser una de las figuras más activas en el ámbito social. Tenemos las herramientas para generar cambios y crear oportunidades para aquellos que más lo necesitan, para visibilizar grupos sociales y temáticas que quizás se encuentren marginalizados, para democratizar el conocimiento con igualdad entre todos. Me cuesta creer que todavía hoy hay bibliotecarios que siguen las viejas costumbres, que no se dan cuenta del impacto positivo que podrían tener en sus instituciones o en sus comunidades si tan solo tomaran conciencia de ello.

- Con respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario? 

Al cursar una tecnicatura y no la licenciatura, muchas veces nos repiten que lo importante en nuestra formación está ligado a los procesos técnicos. Pero, al menos en mi experiencia, no tiene tanto que ver con el plan de estudios, sino con los profesionales a cargo de las materias. Tuve y tengo la suerte de pasar por clases maravillosas a cargo de profesoras excelentes que le dieron lugar a esta clase de temáticas y que por lo tanto me abrieron los ojos a mí en cuanto al rol social del bibliotecario. ¿Debería haber algún tipo de equilibrio entre los contenidos técnicos y los contenidos sociales? Sí, definitivamente hay que seguir reviendo el plan de estudios y ajustándolo a las necesidades de un mundo cambiante, pero desde mi perspectiva no siento que los espacios curriculares hayan sido o sean insuficientes, porque las pocas materias en las que existen estos contenidos fueron enseñadas de una manera que me brindó las herramientas necesarias para poder empezar a zambullirme en este aspecto de la carrera.



- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos técnicos) 

No en todas, pero sí en la mayoría. Las materias técnicas se mantienen técnicas y hay muy poca apertura hacia temas sociales o comunicativos, pero aquellas materias centradas en la gestión, los usuarios y el manejo de la biblioteca fuera de los procesos técnicos se está moviendo mucho en esa dirección. 

-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?

El año pasado realicé mis primeras prácticas profesionales en una universidad. La experiencia fue más que grata y pude poner en práctica (valga la redundancia) muchas cosas que sólo comprendía en teoría y que no tenía idea cómo iban a funcionar en el día a día de una biblioteca. El personal de la biblioteca fue muy receptivo y muy didáctico y me facilitó las herramientas para poder dar unos primeros pasos dentro de una biblioteca real, con usuarios reales, realizando tareas de referencia, préstamos, cargando libros en Pérgamo y demás.

Este año comencé a trabajar en una biblioteca (escolar) por primera vez. La bibliotecaria anterior se jubiló y prácticamente me dieron las llaves de la biblioteca y me dijeron que me haga cargo. Cuando puse un pie adentro, me sentí totalmente perdida, sin nadie que me guiara. La biblioteca estaba en un estado de abandono muy triste y fue como empezar de cero. Pero también me abrió los ojos: por más que estudio y estudio, y más allá de las pocas semanas de prácticas profesionales, estar al frente de una biblioteca es un desafío y los conocimientos que tenía no me parecieron suficientes. Me hizo cuestionar algunas cosas del plan de estudio, como el hecho de que en la tecnicatura Desarrollo de Colecciones es un espacio curricular de tercer año, cuando el conocimiento y la gestión de la colección es algo que tendríamos que poder manejar mucho antes. Me resultó muy difícil, estando sola sin ningún tipo de colega que me acompañe en las tareas diarias, poder poner en marcha la biblioteca, especialmente porque la primera tarea involucró realizar un expurgo de la colección (colección que, además, no estaba inventariada ni registrada de modo alguno).


- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?

No, no utilizaría la palabra actualizada para describir esa materia, ni encuentro un equilibrio en los conocimientos. Pero también tiene que ver con el hecho de que en carreras terciarias se encuentran alumnos de distintas generaciones que tienen diferentes experiencias con la tecnología. Estoy en tercer año, a punto de recibirme, y el único software bibliotecario que vimos, y ni siquiera en profundidad, fue Winisis, que ya está prácticamente obsoleto. Siento que se pierde el tiempo con contenidos como Microsoft Word, Excel y Power Point, cuando se debería poner enfoque en temas más específicos a la formación. Es importante conocer softwares básicos como esos, pero quizás podría implementarse otro tipo de solución para las personas que no saben manejarlos, como ayudantías o tutorías, o quizás un curso de ingreso.

-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?

No, no suelo participar. La política, en cualquier ámbito, me interesa en un nivel muy básico.

-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?

Sí, se ha hablado en clase en algunas oportunidades y me parece importante que haya espacios de discusión para este tipo de temáticas.



- El concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto bibliotecario, según lo vivenciado como alumna de la carrera ¿desde el aula, recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?

Sí, en algunas cátedras se ha tocado el tema. Más que nada hablamos sobre cómo tenemos que empezar a ocupar un rol más activo, ser protagonistas de los cambios, dejar de sentarnos a custodiar libros mientras el mundo sigue avanzando a nuestro alrededor.

-¿Cómo percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)

Me parece que la bibliotecología es imprescindible a niveles interdisciplinarios. La información (y la necesidad de información) trasciende los campos del conocimiento y la bibliotecología es la única ciencia que puede actuar de enlace entre todos ellos. Como organización, la biblioteca es el escenario ideal para dar respuestas a diversas problemáticas sociales: basta leer el informe de la agenda 2030 de la IFLA para tener ejemplos de lo importante que puede ser la biblioteca en el accionar hacia la resolución de estos conflictos.

-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)

Sí, en segundo año abordamos frecuentemente la temática en la materia Gestión y Administración de las Unidades de Información, especialmente durante el proyecto de cátedra que tuvo que ver con la creación de una biblioteca humana.

-Si le fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?

Creo que habría que reforzar el tema de las bibliotecas digitales/virtuales/electrónicas, las tecnologías relacionadas con ellas, los procesos de digitalización. Las materias de gestión y administración deberían estar en los tres años de la carrera, no sólo en los dos primeros, y Desarrollo de Colecciones debería adelantarse al menos un año. Hay contenidos que parecen desprendidos, recién ahora en tercer año estamos empezando a encontrar conexiones entre cosas que vimos en otros años, pero todo debería haber empezado a tener sentido mucho tiempo antes. También podría ser interesante tener una materia específica dedicada al rol social de la biblioteca, como Bibliotecología social o similar. No alcanza con que sea un tema que se aborda en alguna que otra materia, debería ser un eje central. Si bien en el instituto se pueden charlar con los docentes este tipo de propuestas, creo que a nivel institución todavía se está muy lejos de llegar a la concreción de las ideas de los alumnos.

-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?

No creo en la desaparición del libro impreso: puede ser que su presencia disminuya, que en algunos ámbitos se reemplace por documentos digitales (como estudiante muchas veces los prefiero por ser más económicos y accesibles), pero no creo que vaya a desaparecer por completo. Se viene vaticinando su extinción hace mucho y sin embargo los estudios prueban que, si bien hubo una época en el que el auge de la tecnología hizo disminuir la venta de materiales impresos, la gente al fin y al cabo prefiere tener el libro en la mano. Yo soy una de esas personas. Para el estudio y el trabajo creo que es muy práctico contar con los documentos digitales, pero a la hora de relajarme con una buena lectura, no hay nada que le gane al libro impreso.


Muchas gracias Laura
Daniel Canosa

miércoles, 11 de octubre de 2017

Entrevista a Pablo Ignacio Zárate, estudiante de bibliotecología en en el Instituto de Formación Técnica Superior N° 13 (Ciudad Autónoma Buenos Aires)


Noticia biográfica

Pablo Ignacio Zárate es estudiante de bibliotecología en el IFTS N°13 (CABA), nació en el barrio de colegiales (Capital Federal) el 4 de marzo de 1989. Entre los años 2009-2011 estudió la carrera de Técnico superior en  periodismo deportivo en ETER (Escuela Terciaria de Estudios Radiofónicos). Durante el año 2010 realizó una pasantía en el diario deportivo Olé y una vez egresado fue columnista en un programa de fútbol argentino de ascenso que se emitía por radio Arroba vía Internet.Trabajó en el comedor escolar de una escuela primaria, donde tuvo conocimiento de las tareas realizadas por el bibliotecario escolar, lo que lo llevó en el año 2014 a estudiar la carrera de técnico superior en bibliotecología en el IFTS 13. En la actualidad se encuentra cursando las últimas materias de la carrera, mientras se dedica a la comercialización de artículos de marroquinería. Planea orientar sus inquietudes en instituciones educativas de educación primaria.

Entrevistador: Daniel Canosa

- ¿Por qué la Bibliotecología?

Mi hermano estudió la carrera hace unos años, en ese tiempo tuve mi primer acercamiento al mundo de la bibliotecología y hablando con él empecé a conocer   los contenidos que la componen, y estos me llamaron la atención. Aunque en ese entonces no había tomado la determinación de estudiar la carrera.
Luego empecé a trabajar en el comedor de una escuela primaria, y allí tuve la posibilidad de observar el trabajo que los bibliotecarios escolares desempeñaban con los alumnos, y esto fue lo que me terminó de convencer para empezar a cursar e introducirme en el mundo de la bibliotecología. 

- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?

Si, he frecuentado la consulta en bibliotecas previo al descubrimiento de la profesión. Lo he hecho por diversos motivos, para realizar tareas escolares en el nivel primario, secundario y terciario, y también para realizar alguna lectura recreativa.
Considero que soy aficionado por la lectura, y que esta afición comenzó con la           llegada de la vida adulta (a los 20 años aproximadamente). Con respecto a otras expresiones artísticas me gusta practicar la escritura. Escribir historias es algo que me apasiona.

- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?

La verdad que no considero que un libro puntual  haya logrado una gran influencia sobre mi. Si hay muchos que he leído y me han gustado, entre ellos puedo destacar “Rebelión en la granja”, “1984”; ambos de George Orwell, “Don quijote de la mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra, “El factor humano” de John Carlin. Me gustaría destacar un libro que leí recientemente, este se titula “Sobre el terrorimo occidental” fue escrito por Noam Chomsky y Andre Vltchek, y me hizo reflexionar mucho. También me gustan mucho las obras de Stephen King.
En cuanto a libros esos considero que fueron los más influyentes, aunque también me gustaría mencionar a una persona, mi hermano Luis, quien fue el que me empezó a acercar al mundo de la lectura. En la actualidad estoy leyendo “Protagonistas de América latina /2”, un libro de Fernando Sabsay en el cual se hace un pequeño repaso biográfico de personajes que influyeron en la historia de Latinoamérica.

- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?

Yo considero que un bibliotecario es una persona que guía a sus usuarios en el mundo de la comunicación y la información.  Debe funcionar como un nexo entre estos actores y ayudar a que el usuario dé con la información que necesita y se valga de herramientas nuevas que en el futuro lo ayuden a poder realizar búsquedas efectivas por sus propios medios.
Creo que la función clave del bibliotecario, en una época en la que abunda la información, es guiar y enseñar a seleccionar fuentes confiables, que presenten información verídica y que sean adecuadas para la búsqueda realizada.

- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?

Creo que el bibliotecario puede cumplir un rol social muy importante mediante el acercamiento de gente con escasos recursos económicos al mundo de la lectura y la información. A partir de nuestra función podemos lograr acortar la brecha informacional, comunicacional y cultural entre la gente con mayor y menor acceso a estas competencias.
Esto lo podemos lograr mediante el compromiso con la profesión, el interés que le brindemos a los usuarios y la difusión adecuada de los materiales

- Con respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario?

Si, considero que los contenidos impartidos durante la cursada favorecen el desarrollo de habilidades relacionadas con el rol social del bibliotecario. En distintas materias se habla sobre la alfabetización informacional, la difusión y gestión de la información, todo esto desarrollado dentro del contexto de la sociedad de la información.


- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos técnicos)

Con respecto al tratamiento que se le da a este cambio de paradigma diría que está fragmentado el interés que le brindan los docentes, hay casos en que se fomentan las habilidades requeridas para este cambio y otros que no le dan importancia a estas competencias.

-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?

Por el momento no he realizado ninguna pasantía ni práctica académica así que no sabría decirle si con los conocimientos adquiridos durante la carrera uno puede desempeñarse sin inconvenientes dentro de una unidad de información.

- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?

Considero que en las materias relacionadas con las nuevas tecnologías la bibliografía se encuentra un poco desactualizada. Con respecto a los conocimientos técnicos de la carrera me parece que existe una buena relación entre la teoría y la práctica. Se le dedica un tiempo adecuado a la teoría, lo que permite dedicar tiempo a la práctica e ir corrigiendo alguna cuestión que no haya quedado del todo clara.

-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?

No he tenido el gusto de participar en las mencionadas listas.

-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?

En las clases a las que he asistido no se ha debatido ni planteado nada relacionado a los derechos laborales de los profesionales bibliotecarios. Considero que sería de gran utilidad que se le brinde un espacio a estas temáticas que brindarían conocimientos y herramientas validos para lograr organización y unidad para que los bibliotecarios luchen por sus derechos laborales. 
 

- El concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto bibliotecario, según lo vivenciado como alumno de la carrera ¿desde el aula, recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?

La cuestión ha sido mencionada esporádicamente por distintos docentes, no se ha realizado un análisis profundo ni un debate sobre estas cuestiones y su influencia en la vida profesional del bibliotecario.

-¿Como percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)

Considero que la bibliotecología resulta visible en algunos campos interdisciplinarios (entre ellos literatura, sociología e historia). Con respecto a los elementos para responder ante las problemáticas mencionadas, creo que la carrera no brinda demasiado. Aunque considero que en este punto es clave el interés y compromiso personal que cada uno tenga con estas problemáticas, creo que ahí radica la diferencia que uno puede marcar más allá de algún elemento que se pueda adquirir en la carrera.

-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)

Sólo se ha mencionado brevemente sobre la labor que se desarrolla en bibliotecas carcelarias, del resto de los contextos mencionados no se ha debatido ni hablado en ninguna clase.

-Si le fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?

Creo que en las materias relacionadas con la tecnología los programas han quedado bastante desactualizados ya que se trabaja con programas que ya quedaron en desuso, y en algunos casos hasta obsoletos; a esto hay que sumarle el poco contenido que se ve sobre sistemas de gestión. A mi entender esa es la principal falencia dentro del plan de estudio de la carrera.
La institución académica en si no habilita debates que permitan que los alumnos propongan mejoras o planteen sus inquietudes con respecto a los contenidos que se ven en las distintas materias, aunque es justo destacar que hay profesores que consultan y toman en cuenta las opiniones de los alumnos para mejorar los contenidos de su materia.

-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?

Considero que la desaparición del libro impreso es un proceso que va a demorar muchos años para completarse, sin embargo, viendo los constantes avances tecnológicos, hay que decir que este es un hecho que ocurrirá. Esta situación me provoca una gran tristeza debido a que yo me crié con este soporte,  realicé mis primeros acercamientos a la lectura en libros impresos y estos tienen un enorme valor afectivo y emocional para mí. 


Muchas gracias Pablo
Daniel Canosa

lunes, 9 de octubre de 2017

Taller Leñateros: los chamanes alquimistas de las letras mayas


Vale detenerse en este legendario proyecto mexicano, nacido en 1975 en San Cristóbal de las Casas, Estado de Chiapas,  luego de que la poeta y editora Ámbar Past propusiera a los indígenas tzotziles y tzeltales del barrio Cuxtitali la  publicación de libros escritos, ilustrados, impresos y encuadernados (con papel de la propia manufactura) en donde lograron recuperar antiguas técnicas artesanales de los ancestros mayas para teñir distintos tipos de formatos, mediante la extracción de colorantes de hierbas silvestres, un arte que se remonta a unos 400 años de antigüedad.
A modo de paréntesis cabe señalar que entre 1976  y  2002 se desarrolló en Chiapas una experiencia similar denominada Taller  Tzotzil (Rus, 2016), cuyos integrantes publicaron más  de  treinta  libros  de  autores indígenas en maya tzotzil, inspirados en el modelo del educador brasileño Paulo Freire, teniendo por tarea el registro en papel de una serie de reflexiones de los hablantes indígenas que realizaban cursos de alfabetización en su propia lengua.

Siguiendo con el Taller Leñateros, es para destacar el sentido ecológico de la propuesta cultural, que favorece el medio ambiente ya que se trata de una tarea de reciclado, recogiendo desperdicios agrícolas e industriales (cartón, ramas secas, manojos de ocote y encino entre otros) para transformarlos en libros de arte mundialmente reconocidos. Muchas de estas mujeres recuperaron técnicas tradicionales con extracción de tintas naturales e incluso inventando nuevos procedimientos como la "chanclagrafía", la cebollagrafía, la petalografía y la "elotegrafía", además de incluir trabajos de encuadernación, grabado en madera, teñido con plantas, xilografía, cestografía y serigrafía solar.

El trabajo colectivo –verdadero espacio multi-étnico que fomenta la creatividad entre sectores marginados– en el que se han involucrado unas 200 familias indígenas (en su mayoría sirvientas, lavanderas, vendedores ambulantes y desempleados), la convirtieron en la primera editorial mexicana formada por originarios, cuyas ideas nacen de la propia sabiduría popular indígena-campesina. El proyecto no se ha reducido únicamente a la producción artesanal sino que también han llevado adelante una tarea de rescate de la historia oral con los abuelos de las comunidades, cuyas leyendas aparecen recreadas en el Popol Vuh "el libro sagrado de los mayas". También han grabado y traducido las canciones que cantan y de sus voces nació la publicación de un libro bilingüe tzotzil/español de 200 páginas, con 60 serigrafías de pintoras tzotziles y tzeltales titulado “Conjuros y ebriedades, cantos de mujeres mayas”, que lo convirtió en el primer libro escrito, ilustrado y confeccionado por el pueblo maya en más de 500 años, desde que las primeras “Madrespadres” mayas hicieron sus códices pintados, un hito sin precedentes en el mundo editorial que los ha llevado a documentar, enaltecer y difundir los valores sagrados de las tradiciones orales indígenas. Una de sus máximas representantes es la chamana tzotzil Maruch Mendes Peres, quien ha realizado traducción de textos, fotografías, dibujos e impresiones en serigrafías.

El Taller Leñateros ha publicado una serie llamada “Libros de Kartón” bajo la denominación Cuxtitali Kartonera. Esta producción consta de seis títulos: Alquimia para principiantes; Yoo (libro de poesía de Natalia Toledo en zapoteco y español con gráfica del artista Francisco Toledo); Spare Poems, de Alejandro Murgia en español e inglés; y tres libros de poesía de Ámbar Past: Cuando era hombre, Nocturno para leñateros, y Dedicatorias, este último editado en varios idiomas, entre ellos español, inglés, polaco y serbocroata. 

Resulta válido recrear la rutina de trabajo, en ocasiones hirviendo en ollas totomoste, pita de maguey, tallos de gladiola, hojas de palma, huipiles reciclados, cepa de plátano, como materia prima utilizada para hacer papeles. También reciclan canastas llenas de papiro, lianas, líquenes, musgo, flores marchitas, juncias, bejucos, hojas de plátano, rastrojo de milpa, velo de novia, mahagua, vaina de frijol, pencas de maguey, juncos, conchas de coco, frondas de palmera, pasto, papiro, sacatón y bambú, junto con papel y ropa vieja. Trituran fibras vegetales en un molino que después tienden al sol para el secado, se consideran “alquimistas de la serigrafía”, transformando la luz natural en imágenes de color bugambilia (flor similar a la llamada “Santa Rita”), todos los colaboradores participan en las tareas de corte, doblado, costura, pegado, prensado y envoltura de materiales.


Conscientes de lo que implica el traspaso de conocimiento en una cultura oral, han incluido en sus catálogos la confección de libros infantiles, trabajando con serigrafías originales de artistas mayas contemporáneos, papiroflexia (figuras realizadas en forma manual, generalmente de animales), cartón y papel reciclado, y grabación de canciones con audios de niños tzotziles.   Muchos de estos artefactos representan el contexto litúrgico de la cultura, recreando materiales que simbolizan los hechizos, rituales y ceremonias de los antiguos mayas.

Con el tiempo algunos colaboradores del taller publicaron una revista literaria, bajo el entendimiento de un “códice rupestre” al que denominaron “La jícara”, donde según sus responsables ofrecen traducciones de lenguas indígenas, testimonios, diarios de forasteros, xilografías, petroglifos y “cosas raras”. Es para destacar el cuidado con el que realizan cada una de sus ediciones. Para dar una idea del impacto que tuvieron a nivel mundial, reconocidos  escritores y artistas como David Huerta, Carlos Jurado, Eduardo Galeano, Carlos Montemayor, Francisco Toledo y el premio Nobel de Literatura José Saramago han celebrado los libros del Taller Leñateros.

A modo simbólico, vale recrear las palabras de estos artistas chamanes, cuando dicen que “Hay sitios en los Altos donde todo caminante que va pasando coloca una piedra, testimonio de su presencia y de su andar”, así es como los cerros crecen en el tiempo, piedra sobre piedra, ofrenda sobre ofrenda, para que la cultura no pierda su contexto. El proyecto Cuxtitali Cartonera del Taller Leñateros, es esa piedra en el montón, esa juntura en medio del silencio.

Se recomienda visitar el sitio Web del Taller Leñateros:

Versión para El Orejiverde:

Fuentes consultadas:

Aguilar Sosa, Yanet (2012). Las chamanas de las letras mayas. El Universal MX Cultura. Recuperado de: http://archivo.eluniversal.com.mx/cultura/68298.html

Beltrán, Edith (2017). Semblanza de Cuxtitali Kartonera (1975-). Recuperado de:
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes - Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) - EDI-RED: http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc738t2