Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

domingo, 25 de enero de 2015

Evo...


Desde este espacio de trabajo quiero unirme al sincero deseo expresado por el equipo de El Orejiverde, con respecto a las elecciones realizadas en octubre de 2014 en el Estado Plurinacional de Bolivia, donde el pueblo ha confiado una vez más en su presidente Evo Morales, quien de este modo, y en una ceremonia reciente, ha empezado su tercer mandato consecutivo con dos días de fiesta. 

Es realmente significativo observar al líder boliviano un líder espiritual, social, político, cultural, que representa la concepción de una verdadera democracia para América Latina– caminando entre sus paisanos en Tiwanaku, respetando los usos y costumbres de los pueblos indígenas andinos. Allí, en el templo de Kalasasaya, ante la Puerta del Sol, el presidente recibió dos bastones de mando de manos de amawtas, guías espirituales de la cultura inca, quienes fueron los encargados de organizar la ceremonia a la que asistieron varios jefes de Estado. Morales inició su jornada caminando desde la Pirámide de Akapana hasta el legendario templo "de las piedras paradas", acompañado por unos 500 ponchos rojos, conocidos como su guardia indígena. Luego recibió una limpieza realizada por los amautas, entre ellos Wilfredo Murga, quien aseguró que la ceremonia tiene como objetivo garantizar una gestión óptima del líder aymara, cuyo tercer mandato finaliza en el 2020.

En la pirámide de Akapana Evo realizó una ofrenda a la Pachamama, con dulces naturales, alcohol y hojas de coca, mientras los sabios indígenas pidieron por sabiduría, humildad y conocimiento, luego se cubrió con un chu’ku, ancestral gorra en cuya frente lleva una pieza de oro con el rostro de Wiracocha. Fue ataviado con un unku, prenda hecha de lana de vicuña, en cuyo pecho repetía la cara de la deidad, también impresa en oro, y caminó hacia su gente, entre su gente, legítimo guía de su cultura.

Un nuevo tiempo ha comenzado en el hermano Estado Plurinacional de Bolivia, que sea con bienaventuranza, para dicha de los amigos bolivianos.

Jallalla!