Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

lunes, 1 de agosto de 2016

Sesenta y ocho voces – sesenta y ocho corazones


Cuentan que hace muchos años solo existía el mar, el cielo y los animales marinos. Un día, los animales decidieron bajar al fondo del mar para conseguir arena y crear la tierra. Varios lo intentaron pero era tan profundo que ninguno lograba llegar. Tocó el turno de la Caguama, la tortuga más grande que haya existido. Tras un largo camino llegó hasta el fondo, y tomó arena con sus patas, la cual cayó mientras nadaba. Por suerte guardaba en sus uñas la suficiente para formar la tierra. Fue así como se creó la tierra en la que estamos. Así lo cuentan los seris.

Este cuento es uno de los tantos esfuerzos humanos por encontrar significado al sentido de la existencia, saber de donde venimos, quienes somos, hacia donde vamos, cual es nuestra misión, a que estamos destinados...son preguntas que se vienen formulando desde el fondo de los tiempos, algunas respuestas encuentran correspondencia entre los mitos y las leyendas sembrados a lo largo de la historia por los ancianos y los chamanes. En tal sentido las diferentes culturas indígenas han aportado infinidad de testimonios, atesorados de generación en generación, cultivados en el interior de las familias, creencias que hacen a la identidad y que son perpetuadas a través de la memoria.

Este relato sobre el origen de la tierra pertenece a la tradición oral de los Konkaak, etnia que vive en el estado mexicano de Sonora (cuya etimología refiere a “gente”), pero son conocidos en el resto del país como los “Seris” u “hombres de la arena” según proviene dicho entendimiento de la lengua yaqui.

El proyecto 68 voces - 68 corazones, apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México, incluye este cuento animado, narrado en su propia lengua originaria, con el fin de ayudar a fomentar el orgullo, respeto y uso de las lenguas indígenas mexicanas entre hablantes y no hablantes. La premisa básica tiene sustento en una frase: “Nadie puede amar lo que no conoce”. Lo que aquí se difunde es parte de una cosmovisión cuya lengua, una de las aproximadamente 364 variantes lingüísticas que se conocen en México, se encuentra en estado de extinción acelerada. 

Un excelente proyecto para replicar en el contexto latinoamericano, cuyos materiales serían muy provechosos en las escuelas y las bibliotecas infantiles.



Fuente:

68 voces – 68 corazones

El Orejiverde

Pueblo Seri
http://puebloseri27.blogspot.com.ar/

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