Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

sábado, 8 de febrero de 2020

Merecido Homenaje para Alfredo Mires Ortiz



Quienes alguna vez transitamos los senderos inabarcables de la Bibliotecología Indígena sabemos lo que representa Alfredo Mires Ortiz, educador, antropólogo, miembro fundador y asesor ejecutivo de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca, organización comunitaria que se acerca a los 50 años de presencia ininterrumpida en más de 500 comunidades, ubicadas en la sierra norte de Perú. Ha sido fundador del Archivo de la Tradición Oral Cajamarquina, del Grupo de Estudios de la Prehistoria Andina y del Proyecto Enciclopedia Campesina, dedicado a la recuperación de la memoria colectiva. De su autoría o dirección, se conocen más de 130 títulos sobre tradición oral, religiosidad y cultura andina, arte rupestre e historia desde los propios pueblos. Ha desarrollado diversas experiencias con educación y prensa popular, historia oral, salud comunitaria, medio ambiente, bibliotecología, dinámica de grupos e investigación participativa. En 1992 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo "Kukulí"; En 2003 el Proyecto Enciclopedia Campesina de Cajamarca obtuvo el Premio Internacional del Convenio Andrés Bello. Durante muchos años ha acompañado a comunidades indígenas de Centro y Sud América, en procesos de afirmación cultural.

Los andares de Alfredo, ininterrumpidos, laboriosos, abnegados, no solo nos dignifican como profesionales de la información, también nos demuestran que sin empatía ni vocación no es posible fortalecer identidad alguna, acercar la lectura a pueblos alejados de los centros urbanos es algo noble, requiere la participación y el consenso de las comunidades, pero propiciar la escritura colectiva de conocimientos enraizados con la cultura oral es algo que abruma concebir, por la complejidad que dicha construcción social implica. Fue precisamente, a instancias de Alfredo, el rol que decidieron cumplir las Bibliotecas Rurales de Cajamarca, recrear conocimiento ancestral, recuperar desde la literatura las prácticas comuneras y culturales de las chacras, fortalecer el cultivo de la lectura, darse cuenta que todo lo que se conservó en la memoria tenía valor, saber que muchos pudieron por primera vez escribir su nombre.

Es por este motivo que comparto el siguiente texto publicado desde el blog de las Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Alfredo ha sido siempre una de las personas que más respeté en el universo de las bibliotecas indígenas, tal vez porque las teorías que sembró no fueron conjeturadas desde un escritorio, les puso el cuerpo a las ideas y llegó a lugares inimaginables, completando con su vocación una bella y sencilla parábola. Que llegue a los paisanos la sincera alegría por tan merecido reconocimiento.

Comunidad meritoria

En los últimos años vemos constantemente, en estados de whatsapp, publicaciones de facebook, instagram y otras redes sociales, imágenes y expresiones donde muchas personas muestran orgullosas los éxitos propios o de algún familiar. Estos “éxitos” van desde arreglar una habitación, ganar un concurso en una fiesta infantil, hasta obtener un título o grado universitario, así como aperturar un negocio o conseguir un trabajo…
Es de imaginarse, entonces, el inmenso orgullo que sentimos todos los miembros de la Red de Bibliotecas Rurales al ver el justo reconocimiento que nuestro compañero Alfredo Mires Ortiz, ha recibido por parte del Ministerio de Cultura, porque, como él mismo dice, es un reconocimiento para todas las comunidades que forman parte de esta organización, de esta familia.

Por ello, para nosotros, estar cerca de alguien reconocido como “Persona Meritoria de la Cultura”, no es solamente un motivo de orgullo, sino también un motivo más para seguir comprometidos con esta lucha constante en la que cada día vamos aprendiendo de nuestro compañero Alfredo y de todo lo que él conoce y nos comparte acerca de la vida, de la sabiduría y de las honduras comunitarias, de nuestra historia y cultura peruana y del mundo entero. Y este orgullo colectivo se debe también a que Alfredo no solamente es un antropólogo investigador, sino porque es un hermano, un compañero que nos anima a seguir, a avanzar, a leer, a aprender y a desaprender. Nos anima con sus coplitas, con sus cuentos, con su poesía, con sus dibujos… también con sus bromas.
Ahora que los tiempos son difíciles porque con tantas redes sociales y con tanta televisión la gente lee menos y se vicia más, publica y celebra cualquier cosa y no lo que realmente merece celebrar, este reconocimiento para Alfredo es una buena señal para nosotros. Es una esperanza y un ánimo.
Bien dicen algunos compañeros en el tomo 22 de la Enciclopedia Campesina, “El porqué de los cuando”, de nuestra serie “Nosotros los cajamarquinos”:
Cuando escuchas cantar un pajarito, es porque tu día será lindo.
Cuando se juntan muchos quindes es porque va a ser un buen año.
Cuando nos armamos y la coquita nos endulza, nos va bien.
Gracias Alfredo por tu trabajo que nos augura buenos tiempos, gracias por esas buenas señales que nos hacen seguir creyendo.

Fuente

Bibliotecas Rurales de Cajamarca

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