Espacio que pretende resguardar voces, experiencias y conocimientos desde el rol
social del bibliotecario. Documentación de archivos orales sobre el patrimonio cultural
intangible conservado en la memoria de los libros vivientes. Entrevistas, semblanzas,
historias de vida. Reflexiones en torno a la bibliotecología indígena y comunitaria.

sábado, 24 de agosto de 2013

Ignacio Epinayú Pushaina: el valor de la palabra de un archivista wayuu

Semblanza de Ignacio Epinayú Pushaina archivista wayuu, quien ha reflexionado sobre los alcances de la bibliotecología en contextos comunitarios e interdisciplinarios. Resultan reveladoras no solamente las construcciones reflexivas de este profesional de la información, sino también sus interpelaciones y cuestionamientos, tornando visible una apertura hacia otras formas de conocimiento. Un modo crítico y comprometido de tender un puente entre culturas.
Es un hombre que camina entre sus paisanos, motivándolos a comprometerse en la revalorización del patrimonio ancestral, compartiendo una disciplina y un modo de entender el mundo. Es también un palabrero, un mediador de la cultura, alguien que construye en forma endógena los valores de su pueblo. Las imágenes lo muestran de pie, dentro de un círculo, conversando, enseñando, colaborando desde la coherencia con que asume un compromiso ante su gente.
Es realmente significativo saber qué piensa, y de enorme valor para quienes deseen, desde un sentido intercultural, favorecer la construcción de un nosotros.

Palabras clave:  BIBLIOTECOLOGÍA SOCIAL; BIBLIOTECOLOGÍA POLÍTICA; ROL SOCIAL BIBLIOTECARIO

Noticia biográfica:
Ignacio Manuel EpinayuPushaina, wayuu del grupo familiar (eirruku) Pushaina,  hablante de wayuunaiki. Es considerado un referente de la denominada Bibliotecología Social. Ha escrito y participado en eventos relacionados con Bibliotecas interculturales, archivos orales, bibliotecas indígenas y centros de documentación indígenas. Autor de las Ponencias: “Nosotros también somos historia: lineamientos para la recopilación, conservación y difusión de la memoria oral wayuu” (2007) y “Los archivos de la oralidad como propuesta metodológica para establecer espacios de diálogo intercultural” (2009). Coordinó la realización del primer curso de capacitación en “Bibliotecas y Centros de Documentación Indígena”, en la Organización Nacional Indígena de Colombia, con participación de jóvenes indígenas en el año 2007. Diseñó el modelo de Centro de Documentación de la Nación Wayuu, ha participado en “círculos de la palabra”, organizado por la Junta Mayor de Palabreros Wayuu, un espacio valioso donde el conocimiento comunitario wayuu es compartido entre los paisanos de la cultura. Ha colaborado para que el Patrimonio oral e inmaterial de la cultura wayuu sea reconocido a nivel nacional como sistema normativo. Es posible consultar sus reflexiones en su blog personal:  http://epinayup.blogspot.com.ar/


Entrevista:

Ignacio, a modo de introducción, me interesaría saber cual es la ubicación geográfica de la comunidad/nación indígena Wayuu donde colaboras.

La Sociedad wayuu tiene asentamiento en el Departamento de la Guajira en Colombia (ubicada en la parte norte del país), y el Estado Zulia en la República Bolivariana de Venezuela. El trabajo de recopilación de información, se realiza en cortas estancias en Uribia. Uribia es denominada “Capital Indígena de Colombia”, allá se celebra anualmente el Festival de la Cultura Wayuu, en este municipio de encuentra la toda la extensión de la Alta Guajira Colombiana, que es el territorio ancestral wayuu; la ONIC tiene su sede en la Ciudad de Bogotá, es la entidad donde organicé el primer curso de capacitación en “Bibliotecas y Centros de Documentación Indígena”, con participación de jóvenes indígenas en el año 2007. La Junta Mayor Autónoma de Palabreros Wayuu tiene la sede en Maicao (La Guajira), pero realiza los círculos de la palabra en todo el territorio wayuu (Colombia y Venezuela).

Nota del entrevistado: La Nación Wayuu, como proceso histórico y cultural existió antes de la conformación de los Estados Nacionales de Colombia y Venezuela. Geográficamente se encuentra ubicada en el Estado Zulia en Venezuela y el Departamento de la Guajira en Colombia, es decir somos una nacion (cultural) en medio de 2 Estados.

¿Por qué la inserción en el mundo de las bibliotecas y los archivos?
Primero fui usuario frecuente de la biblioteca pública en mi pueblo (Uribia), no sabía que había una profesión para gestionar bibliotecas y archivos. En Colombia, los programas de formación de Bibliotecología y Archivística son uno solo (en otros países cada disciplina tiene su propio programa de formación).
¿Qué opinas del rol social del profesional de la información?
Es un reto y una oportunidad para salir de los estantes y paredes que separaban a la biblioteca de su entorno social. El profesional de la información se convierte, de esta manera, en actor activo de los procesos sociales que suceden en su entorno, y contribuye al fortalecimiento de la participación ciudadana, al fortalecimiento de las identidades locales. Lo anterior, sin perder la identidad y los principios que rigen su labor.
¿ Recordás en qué momento surgió la necesidad de revalorizar el conocimiento de los abuelos wayuu?
Si. Eso fue a finales de 2006. Hay una lista de correo que se llama infoesfera y alguien hizo un comentario sobre bibliotecas aborígenes, bibliotecas indígenas, archivos orales… y tuve la revelación de Gabriel García Márquez cuando leyó “La Metamorfosis”: – ¡Esto se puede hacer desde lo indígena!, y comencé a interesarme en el tema de las bibliotecas indígenas, conocimiento tradicional, archivos orales… a comunicarme con personas que escribían o hacían trabajos similares. Como resultado de eso organicé el primer curso de capacitación en “Bibliotecas y Centros de Documentación Indígena”, en la Organización Nacional Indígena de Colombia, con participación de jóvenes indígenas en el año 2007. Después, he realizado actividades de recolección de información (no muy sistematizado) en periodos cortos en la guajira. También participé en diseño del Centro de Documentación de la Nación Wayuu, un proyecto que forma parte del Plan Especial de Salvaguardia del Sistema Normativo Wayuu, incluido en la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2010. 
En tu artículo titulado “Los archivos de la oralidad como propuesta metodológica para establecer espacios de diálogo intercultural” planteas algunas preguntas muy interesantes acerca de la relación biblioteca pública-comunidades indígenas ¿Percibís actualmente un interés genuino entre las comunidades wayuu y alijuna para fortalecer, desde el espacio bibliotecario, la identidad cultural del país?
No hay voluntad política por parte de los gobiernos locales para hacer realidad lo que planteas. Sin embargo, no podemos esperar que los gobiernos hagan todo. Es deber de todos los ciudadanos, de las diferentes organizaciones y personas para construir puentes para establecer diálogos interculturales. Los wayuu siempre hemos estado con la disposición para compartir nuestros conocimientos con los demás. ¿Están dispuestos los alíjuna para conocer y comprender nuestro conocimiento de manera respetuosa?, ¿están dispuestos los alíjuna a reconocerse en el otro?.
         Ignacio Manuel Epinayu Pushaina, en un círculo de la palabra, explicando cómo sería el                     Centro de Documentación de la Nación Wayuu (Julio de 2010)
¿Existen en la cultura wayuu bibliotecas pensadas como lugares de encuentro donde se recrea la palabra, donde la coexistencia habilita el diálogo, la conversación, el conocimiento local?
Un autor afirmaba que “de la misma manera que un hospital asentado en un territorio indígena no es Medicina Tradicional, una biblioteca asentada en un territorio indígena no es Biblioteca Indígena…”
Existen espacios donde se comparte la palabra, la enramada, es el lugar donde las familias se reúnen, es el espacio social por excelencia. La cocina es el lugar donde los núcleos familiares comparten sus temores al caer la noche y cuentan sus sueños al amanecer. Actualmente, la Junta Mayor Autónoma de Palabreros es una institución que recorre el territorio ancestral y realiza los “círculos de la palabra”, que es un ejercicio de dialogo intergeneracional, en estos encuentros el palabrero (es una persona con autoridad moral que actúa como mediador para mantener o restablecer la armonía social entre los clanes wayuu) le cuentan a los niños su experiencia de vida y la importancia de la palabra para mantener la armonía social.
Resultó realmente interesante el aporte que generó tu participación en el encuentro sobre interculturalidad y Biblioteca Pública realizado en la Biblioteca Nacional de Colombia ¿qué opinión te merecen esta clase de encuentros? ¿has llegado a replicar ideas de otros autores, compartidas en congresos?
El evento del que me hablas fue un excelente escenario para mostrar experiencias, dialogar acerca del papel de la biblioteca como espacio de construcción de identidad local, como espacio de diálogo intercultural. La biblioteca como punto de encuentro, preservación de la memoria de pueblos a través de materiales no librarios… Conocer personas que escriben y desarrollan actividades como las que tú realizas es muy importante para entender lo valioso del trabajo silencioso de quienes hacen de la información un recurso vital para la construcción de identidad. Pienso que se pueden replicar experiencias, pero también se requiere fortalecer la comunicación, construir redes de comunicación entre quienes trabajamos en temas comunes.
¿Qué conceptos, dentro de la profesión, consideras que han cobrado relevancia?
Pienso que hay varios conceptos que se encuentran vinculados a paradigmas actuales, como la tecnología, democracia, interculturalidad, participación ciudadana, globalización… de esta manera se habla frecuentemente de alfabetización informacional, usabilidad, gobierno electrónico… 
En tu blog personal se advierte un profundo conocimiento de la cultura wayuu, sumado a una postura crítica de cómo entiende el “alijuna” el significado simbólico de los valores y costumbres wayuu ¿es posible la construcción de un nosotros? ¿se inserta naturalmente la biblioteca en esa eventual construcción?
Soy wayuu. He tenido la fortuna de vivir y hablar en el mundo wayuu y alíjuna. Lo anterior para decir que soy tan ignorante de lo alíjuna (no wayuu), como el alíjuna puede ser ignorante de lo wayuu. El camino que nos queda es reconocer lo que nos falta en el otro, tender puentes para reconocernos en el otro. La biblioteca como espacio de construcción de identidad, de fortalecimiento de la cultura, como espacio de diálogo, puede ser ese puente.
Entre tus escritos encontramos el siguiente texto: “El fortalecimiento de la lengua, a partir de diálogos intergeneracionales en las noches de luna llena y no en tallercitos” ¿se ha logrado este enfoque en alguna comunidad wayuu?
Como te dije anteriormente, la Junta de Mayor Autónoma de Palabreros recorre el territorio wayuu realizando “círculos de la palabra”, como una apuesta para hacer diálogos intergeneracionales. En ese espacios los palabreros wayuu cuentan historias de la cultura wayuu, experiencias propias, reviven mitos y narraciones del mundo wayuu, ellos sostienen la palabra y los niños y jóvenes escuchan. Se hacen diálogos intergeneracionales, pero también revitalización lingüística.
Se menciona el carácter matrilineal del sistema de organización social y familiar wayuu, lo que habla de una compleja diversidad cultural (“es por ello que podemos ver en nuestro territorio ancestral wayuu rubios de ojos azules y también negros de cabellos quietos”) ¿Ha podido la biblioteca, o los servicios bibliotecarios, representar esa diversidad? ¿Existen materiales en wayuunaiki que den cuenta de los variados aspectos de la cultura?
Bueno, creo que te he mencionado el panorama de la Biblioteca Pública en el Departamento de la Guajira, pero ciertamente la biblioteca se ha quedado rezagada en establecer espacios de diálogo intercultural que materialice el carácter pluriétnico y multiculural de la Nación Colombia en general y de la Guajira en particular. Pienso que estos diálogos interculturales se pueden desde las escuelas, donde hay niños wayuu y alíjuna; la Junta Mayor Autónoma de Palabreros Wayuu, que es una iniciativa de los viejos palabreros wayuu, tiene espacios en los círculos de la palabra, donde los palabreros cuentan sus experiencias a estudiantes de escuelas en las localidades donde se realizan dichos círculos. Con el funcionamiento del Centro de Documentación de la Nación Wayuu, se espera que la difusión de materiales sea amplia para apoyar procesos de reafirmación cultural. Existen materiales (cartillas) que usan en los centros educativos, pero siendo la lengua wayuu totalmente oral ¿se puede transmitir la cultura oral por medio de textos escritos? Hace varios meses escuché que se publicó Cien años de soledad en wayuunaiki. ¿Quien leerá ese fantástico libro en wayuunaiki?, ¿entenderán la magia de cien años de soledad desde el contexto cultural wayuu?, ¿por qué no pensar en audiolibros para que los viejos, niños y jóvenes wayuu hablante de wayuunaiki escuchen otras historias de otros mundos, en el idioma propio?
En el municipio de Uribia, considerada capital Indígena de Colombia, la población wayuu es aproximadamente del 95%, si un bibliotecario desea construir acervo local, que represente las características culturales del pueblo wayuu ¿Donde debería registrar conocimiento?

Uribia es un extenso territorio de 8.000 km2, con 120.000 habitantes, siendo el 96% wayuu. La población es mayoritariamente rural, distribuida en pequeñas poblaciones distantes unas de otras. Funciona una biblioteca municipal y unas pocas bibliotecas en lugares apartados, por lo general anexadas a las escuelas rurales y todas funcionan bajo el esquema de bibliotecas tradicionales: lugares donde se almacenan libros. Si se decidiera crear un acervo local, habría que conocer las formas de transmisión de conocimiento, el espacio donde se transmite el conocimiento y como se almacena el conocimiento. Implica conocer el perfil de los usuarios, adicionalmente se debería pensar en cómo registrar, conservar, preservar y difundir el conocimiento. Y lo más importante: que sea asimilable culturalmente y que contribuya a generar espacios de diálogo intercultural.  
Sarrakana Pushaina, palabrero wayuu, haciendo trazos en la arena para enseñar, en un “círculo de la palabra”.
Ignacio, una de las imágenes gentilmente compartidas muestran a un palabrero wayuu, Sarrakana Pushaina, haciendo trazos en la arena para poder verbalizar un conocimiento. De este modo construye con el bastón una respuesta que le permitirá leer lo marcado en el suelo ¿existen registros fotográficos o estudios de esas imágenes?

Siempre me ha llamado la atención las escrituras en la arena. Realmente ese bastón no tiene más utilidad que apartar elementos en el camino, para apoyar la posición del caminante cuando descansa. Cuando se está "palabreando" pienso que es una forma de hilar el discurso, de darle sentido a las palabras. Este ejercicio de "marcar" la arena no es exclusivo del palabrero, por lo general lo hacen todos los ancianos. Hasta donde se, el tema de "marcar la arena" es tan cotidiano que creo que no se ha realizado investigación sobre el tema. (Sólo usé este recurso en alguna ocasión en que les explicaba a mis hermanos la historia del libro y las bibliotecas).
Tu blog cita una frase del poeta wayuu Vito Apshana que dice “Cuando vengas a nuestra tierra, descansarás bajo la sombra de nuestro respeto  ¿Por qué la elegiste? ¿cuál es tu interpretación?
Había leído la frase antes de conocer a Vito Apshana. La frase está en un verso del poemario que se llama "contrabandeo sueños con arijunas cercanos". Escogí esa frase porque encierra lo que somos como anfitriones. Recibimos al visitante con calidez y respeto; le damos la mejor comida, la mejor atención, el mejor chinchorro para dormir. Atendemos a las visitas en una enramada para protegernos del sol, la enramada se vuelve el espacio social por excelencia durante el día. La frase me parece inspiradora: es una invitación a que nos visiten, a que nos conozcan, el visitante sólo puede esperar de nosotros hospitalidad y respeto. Así somos.
¿Cómo definirías a un bibliotecario?
Es el garante de la recuperación, organización, preservación y difusión de la información. Eso lo hace una persona con muchos conocimientos, con sensibilidad social, un ávido lector. No solo de textos, sino del entorno para saber cuáles son las necesidades y expectativa de los usuarios. Un bibliotecario debería ser un mediador competente entre la palabra y las necesidades de los usuarios, como una especie de palabrero!
Por último, dos preguntas en una: qué libro te ha impactado y que relato oral te ha producido la misma sensación.

Dos libros que me han impactado: “sobre la misma tierra” (Rómulo Gallegos) y la “increíble y triste historia la cándida Eréndira y su abuela desalmada” (Gabriel García Márquez). En la primera muestra la paradoja de la riqueza que produce el petróleo en el golfo de Maracaibo y a escasos kilómetros un pueblo (wayuu) muriéndose de hambre y sed; en la segunda obra se muestra elementos culturales wayuu (los sueños, la esclavitud, el respeto por los muertos, el contrabando…).
Un relato que me impactó por la musicalidad, por la habilidad del narrador (Corriente IPuana), donde narra el origen del faro que ilumina las noches en el cabo de la vela (según el relato, el faro se encuentra sobre los restos de un wayuu que naufragó siendo niño, luego fue rescatado y adoptado por un capitán de un barco extranjero, regresó buscando sus orígenes y finalmente pidió que sus restos mortales fueran sepultados en territorio wayuu como es costumbre).
Lo anterior, para mostrar que los wayuu siempre hemos estado presentes en los relatos de los alíjuna (en el lado oscuro de la moneda, por supuesto) y los alíjuna están presentes en nuestros relatos, en nuestros sueños (produciéndonos dolor). Ambos, alíjuna y wayuu, tenemos las mismas preocupaciones, las mismas tribulaciones, los mismos sueños… vividos de una manera diferente, soñados de una forma diferente, pero atados a las mismas realidades. ¿Entonces por qué nos negamos a reconocer-nos?...


Ignacio Manuel Epinayu Pushaina, junto a 2 palabreros, el día de la Declaratoria del Sistema Normativo Wayuu como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad (noviembre de 2010)

Bibliografía consultada:

Página de Ignacio Epinayú Pushaina en Infoesfera: Arquitecturas de la información

Blog personal:
http://epinayup.blogspot.com.ar/

Plan especial de salvaguardia del sistema normativo wayuu aplicado por el PÜTCHIPÜ'ÜI
www.mincultura.gov.co/?idcategoria=37703&download=Y

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