Decía
Alejandro Dolina que la belleza es una regularidad o la falta deliberada
de ella. Es siempre simetría. La repetición en el tiempo, la repetición en el
espacio, la igualdad de las distancias, "todo eso genera una reacción
en el espíritu humano que generalmente responde a la idea que tenemos de
belleza".
"Tal era así que los griegos habían sido más rigurosos en esto, ya que
la medían con exactitud, y encontraban números como el número áureo, que les
servía para ver en qué momento de un segmento había que cortarlo, o en qué
lugar de la cara tenían que estar los ojos, o cuándo en una obra tenía que
estar el momento más decisivo" afirmaba el locutor de “La venganza
será terrible”.
Y es que a veces, se obtiene belleza vulnerando esa regularidad, pero poblada de irregularidades que la sostienen. Lo que al final la obra conserva, es un acto creativo atravesado de mecanismos invisibles, que son aquellos que habilitan la posibilidad de la conjetura.
Fuente consultada:
Sebastián Ackerman, 17 de febrero de 2016. “La radio me obligó a transitar un camino de conocimiento”. Página 12. Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/12-38021-2016-02-17.html
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