lunes, 30 de noviembre de 2020

Sobre la permanente necesidad de construir fondos orales en comunidades indígenas


Es necesario recordarnos el alcance de esta problemática, de algún modo implica reconocer el complejo tema de la identidad cultural indígena, situación que se torna crítica si consideramos el carácter ágrafo de dichas culturas originarias.

Conformar un fondo oral requiere de tiempo, una variable que se vincula con el trabajo de documentación. Este ejercicio incluye múltiples conflictos: comunidades que han sido forzadas a la migración, educación escolar sin posibilidad de interactuar con la lengua materna, ausencia de derechos a pesar de estar contemplados en la Constitución Nacional, casos de pobreza extrema en contextos tanto rurales como urbanos, enfermedades absolutamente evitables si se contara con acceso a recursos básicos de higiene, y largos etcéteras que harían muy extenso este listado.

En el contexto referenciado, la intervención bibliotecaria (mediante la construcción de documentos orales, cuyo objeto de estudio es el conocimiento oral propiciado por la familia indígena) permite fortalecer aspectos representativos de la identidad indígena según como lo entienden los propios miembros de las comunidades. En tal sentido, los fondos orales habilitan la recuperación de micro-historias, biografías locales, vocabularios, representaciones artísticas, memorias orales y conocimientos específicos de la cultura, que inciden en el fortalecimiento de la identidad indígena.

Dicha tipología, basada en colecciones sonoras accesibles en bibliotecas indígenas, representa el entendimiento local de las comunidades, por tratarse de conceptos interpelados en los propios códigos lingüísticos. Se trata de un trabajo colaborativo, que permite cultivar saberes mediante el tratamiento de la memoria oral, la oralidad primaria y la subjetividad del informante, desde una intervención respetuosa, donde los datos registrados no sean interpretados bajo concepciones folclóricas y/o paternalistas.

A lo largo del tiempo, las comunidades indígenas de Argentina han intentado mantener sus costumbres y tradiciones. Los conocimientos fueron verbalizados de generación en generación, con lo cual es posible medir el enorme grado de representatividad de las colecciones sonoras que registran saberes en la propia lengua, mediante un trabajo colaborativo realizado entre el bibliotecario y la comunidad. A modo de ejemplo, hubo casos de audios compartidos en el espacio de bibliotecas indígenas, que generaron participación de los niños y niñas, al reconocer la voz del entrevistado, del mismo modo, el acto motivó vincular el por qué de dicho testimonio en ese recinto, que pasaba a representar, sin advertirlo del todo, un espacio de socialización de los conocimientos recuperados.

Hay algo que se logra en ese trabajo mancomunado, pero parece que no se lo dimensionara en su justa medida. Lo que se salva es, en algunos casos, la interpretación de un conocimiento que se ha visto modificado a lo largo de las generaciones, donde están presentes los patrones culturales que intervienen en la comunicación de un saber tradicional, entendiendo el contexto desde donde se origina un intercambio verbal a través de relaciones interculturales. Generar dicho acervo conlleva una investigación previa por parte de un equipo interdisciplinario, lo cual constituye una de las principales fortalezas de lo que se entiende como “construcción social de conocimiento”.

En el caso de las comunidades indígenas, este proceso de significación cultural abarca un conjunto de valores, creencias, prácticas, destrezas y saberes, ofreciendo una interpretación local del conocimiento ancestral, lo cual implica concebir una actividad sociocultural constructiva del pasado histórico, a través de los recuerdos sociales de sus protagonistas. En este escenario, el entendimiento de la tradición oral, incluyendo conocimientos históricos, valores espirituales y prácticas ceremoniales ancestrales, atraviesa buena parte de los símbolos identitarios indígenas.

Se trata de una tarea que, en el actual contexto de pandemia, se ha visto interrumpida en las diferentes comunidades indígenas de Argentina, lo que representa un problema ante la imposibilidad momentánea de concebir un conjunto de documentos que represente, en sus contenidos, un puente entre la verdad y el conocimiento.

Como se advertirá, hay más preguntas que respuestas en esta interpelación que vincula un inevitable cruce de entendimientos. Probablemente, como ciudadanos no podamos más que cuestionar, quienes podrían hoy hacer ese tránsito, y hacia qué lugar discutir el concepto de identidad en los actuales relatos históricos.

3 comentarios:

  1. Hola. Creo que esa es una tarea que nos compete a todos, como habitantes de esta tierra... No es tiempo de esperar que algún mandante ponga en franco ejercicio la creación de puentes entre el conocimiento, la verdad y la historia; sería justo que eso pasara... Además que ese puente incluya todos los puntos de vista, individuales y colectivos... Sería un ideal. Pero la realidad que vivimos se inclina más hacia un borrado generalizado que hacia una conservación de nuestras raíces, que hoy más que nunca (y me atrevo a decir, más que nunca en la historia de la humanidad) están expuestas a sequía y a machete. Vos desde tu lugar, yo desde el mío, todos, tenemos la obligación moral y espiritual de recoger, atesorar y sembrar esas semillas de ancestrales tiempos. Y de exigir para los pueblos lo que es de los pueblos. Paz y luz para todos, a ver si se iluminan los corazones.

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  2. Olvidé preguntar, ¿puedo compartir el artículo?

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  3. Muchas gracias por el comentario, hace tiempo que vengo comprendiendo que trabajos de este tipo son tan urgentes como necesarios, vincular el concepto de verdad con la noción de conocimiento es una asignatura pendiente en la Historia de nuestro país, reducido en este caso al entendimiento indígena, para que nunca más se pueda decir que lo interpretado por fuera de las comunidades deba ser aceptado por la sociedad como una verdad universal, no deja de representar todo un desafío lo que cada uno pueda hacer desde su lugar. Aprovecho para comentar que todo lo publicado en este espacio se puede compartir, con lo cual muchas gracias por la gentileza, saludos.

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