Noticia
biográfica
Laura
Lavega tiene 28 años, vive en Monta Grande con su madre y una manada de perros
rescatados de la calle, se encuentra
cursando el último año de la Tecnicatura Superior en Bibliotecología
en el ISFDyT N°35 de la misma localidad. Además, es bibliotecaria en un colegio
privado de la zona y traductora para una multinacional ubicada en Shanghai.
Entrevistador: Daniel Canosa
- ¿Por qué la Bibliotecología?
Creo que
mi primera aproximación a la bibliotecología fue un cliché: me gustaba leer,
quería hacer algo que tuviera relación con eso, trabajar en una biblioteca me
parecía la mejor idea. Cuando entré en la carrera, sin embargo, me di cuenta
que la noción de biblioteca que tenía estaba muy estereotipada y que iba mucho
más allá de eso. Arranqué por un ideal erróneo, pero me quedé porque descubrí
que me apasionaba todavía más lo que la verdadera Bibliotecología abarcaba.
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?
Durante mi adolescencia
frecuenté mucho la biblioteca local de mi barrio, más que nada para obtener
material de estudio, pero después de eso hubo una brecha de tiempo en la que no
volví a acudir. En cuanto a mis aficiones, definitivamente cuento la lectura
por encima de todas las demás. También me gusta muchísimo escribir, aunque
actualmente no tengo tanto tiempo para dedicarle.
- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más
lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?
Siempre me costó mucho
responder esta clase de preguntas, porque nunca se me viene un solo libro a la
cabeza, sino muchos. Pero quizás como lectora (y quizás también como potencial
escritora), termino inclinándome por El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien.
Soy lectora de ficción por sobre otras clases de géneros, y el trabajo de este
autor es sublime: la manera en que creó un mundo totalmente de la nada, con su
propia historia, mitología, religiones y demás, es simplemente inigualable. Si
tuviera que elegir uno de no ficción, sin embargo, me inclinaría por uno que
leí este año, Hamilton The Revolution de Lin Manuel-Miranda y Jeremy McCarter,
en el que exponen el proceso creativo detrás de la creación de un musical de
Broadway y que me pareció totalmente inspirador para todo aquel que desee y ame
crear en cualquier ámbito artístico y, por qué no, incluso dentro de otras
disciplinas, como la Bibliotecología. Actualmente estoy leyendo mucha
literatura orientada a públicos más bien juveniles porque me atraen las
temáticas que se tocan en esa clase de libros. Estoy empezando Blue Lily, Lily
Blue de Maggie Stifvater, que es la tercera parte de la saga The Raven Cycle.
- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?
Me gusta pensar que un
bibliotecario es un profesional que abre las puertas del conocimiento en todas
sus esferas y que brinda información para ayudar a mejorar la vida de las
personas.
- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?
Hoy por hoy el bibliotecario
tiene que ser una de las figuras más activas en el ámbito social. Tenemos las
herramientas para generar cambios y crear oportunidades para aquellos que más
lo necesitan, para visibilizar grupos sociales y temáticas que quizás se
encuentren marginalizados, para democratizar el conocimiento con igualdad entre
todos. Me cuesta creer que todavía hoy hay bibliotecarios que siguen las viejas
costumbres, que no se dan cuenta del impacto positivo que podrían tener en sus
instituciones o en sus comunidades si tan solo tomaran conciencia de ello.
- Con respecto al plan de estudios de la carrera
¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos y
desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario?
Al cursar
una tecnicatura y no la licenciatura, muchas veces nos repiten que lo
importante en nuestra formación está ligado a los procesos técnicos. Pero, al
menos en mi experiencia, no tiene tanto que ver con el plan de estudios, sino
con los profesionales a cargo de las materias. Tuve y tengo la suerte de pasar
por clases maravillosas a cargo de profesoras excelentes que le dieron lugar a
esta clase de temáticas y que por lo tanto me abrieron los ojos a mí en cuanto
al rol social del bibliotecario. ¿Debería haber algún tipo de equilibrio entre
los contenidos técnicos y los contenidos sociales? Sí, definitivamente hay que
seguir reviendo el plan de estudios y ajustándolo a las necesidades de un mundo
cambiante, pero desde mi perspectiva no siento que los espacios curriculares
hayan sido o sean insuficientes, porque las pocas materias en las que existen
estos contenidos fueron enseñadas de una manera que me brindó las herramientas
necesarias para poder empezar a zambullirme en este aspecto de la carrera.
- Se habla
frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del
paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque
particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia? (la
pregunta va orientada hacia los contenidos que brinda el docente, si fomenta
habilidades sociales o comunicativas o centra toda su atención en contenidos
técnicos)
No en
todas, pero sí en la mayoría. Las materias técnicas se mantienen técnicas y hay
muy poca apertura hacia temas sociales o comunicativos, pero aquellas materias
centradas en la gestión, los usuarios y el manejo de la biblioteca fuera de los
procesos técnicos se está moviendo mucho en esa dirección.
-En el
caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o
pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos
adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué
conocimientos tuvo que aplicar?
El año
pasado realicé mis primeras prácticas profesionales en una universidad. La
experiencia fue más que grata y pude poner en práctica (valga la redundancia)
muchas cosas que sólo comprendía en teoría y que no tenía idea cómo iban a
funcionar en el día a día de una biblioteca. El personal de la biblioteca fue
muy receptivo y muy didáctico y me facilitó las herramientas para poder dar
unos primeros pasos dentro de una biblioteca real, con usuarios reales,
realizando tareas de referencia, préstamos, cargando libros en Pérgamo y demás.
Este año comencé
a trabajar en una biblioteca (escolar) por primera vez. La bibliotecaria
anterior se jubiló y prácticamente me dieron las llaves de la biblioteca y me
dijeron que me haga cargo. Cuando puse un pie adentro, me sentí totalmente
perdida, sin nadie que me guiara. La biblioteca estaba en un estado de abandono
muy triste y fue como empezar de cero. Pero también me abrió los ojos: por más
que estudio y estudio, y más allá de las pocas semanas de prácticas
profesionales, estar al frente de una biblioteca es un desafío y los
conocimientos que tenía no me parecieron suficientes. Me hizo cuestionar
algunas cosas del plan de estudio, como el hecho de que en la tecnicatura
Desarrollo de Colecciones es un espacio curricular de tercer año, cuando el
conocimiento y la gestión de la colección es algo que tendríamos que poder
manejar mucho antes. Me resultó muy difícil, estando sola sin ningún tipo de
colega que me acompañe en las tareas diarias, poder poner en marcha la
biblioteca, especialmente porque la primera tarea involucró realizar un expurgo
de la colección (colección que, además, no estaba inventariada ni registrada de
modo alguno).
-
¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con
tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera
válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos
técnicos impartidos en la carrera?
No, no
utilizaría la palabra actualizada para describir esa materia, ni encuentro un
equilibrio en los conocimientos. Pero también tiene que ver con el hecho de que
en carreras terciarias se encuentran alumnos de distintas generaciones que
tienen diferentes experiencias con la tecnología. Estoy en tercer año, a punto
de recibirme, y el único software bibliotecario que vimos, y ni siquiera en
profundidad, fue Winisis, que ya está prácticamente obsoleto. Siento que se
pierde el tiempo con contenidos como Microsoft Word, Excel y Power Point,
cuando se debería poner enfoque en temas más específicos a la formación. Es
importante conocer softwares básicos como esos, pero quizás podría
implementarse otro tipo de solución para las personas que no saben manejarlos,
como ayudantías o tutorías, o quizás un curso de ingreso.
-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de
los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?
No, no
suelo participar. La política, en cualquier ámbito, me interesa en un nivel muy
básico.
-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación
/comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con
sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En
caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que
el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?
Sí, se ha
hablado en clase en algunas oportunidades y me parece importante que haya
espacios de discusión para este tipo de temáticas.
- El
concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las
problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto
bibliotecario, según lo vivenciado como alumna de la carrera ¿desde el aula,
recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?
Sí, en
algunas cátedras se ha tocado el tema. Más que nada hablamos sobre cómo tenemos
que empezar a ocupar un rol más activo, ser protagonistas de los cambios, dejar
de sentarnos a custodiar libros mientras el mundo sigue avanzando a nuestro
alrededor.
-¿Cómo
percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta
visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a
problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión
social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos
bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)
Me parece que la bibliotecología es imprescindible a niveles interdisciplinarios. La información (y la necesidad de información) trasciende los campos del conocimiento y la bibliotecología es la única ciencia que puede actuar de enlace entre todos ellos. Como organización, la biblioteca es el escenario ideal para dar respuestas a diversas problemáticas sociales: basta leer el informe de la agenda 2030 de la IFLA para tener ejemplos de lo importante que puede ser la biblioteca en el accionar hacia la resolución de estos conflictos.
Me parece que la bibliotecología es imprescindible a niveles interdisciplinarios. La información (y la necesidad de información) trasciende los campos del conocimiento y la bibliotecología es la única ciencia que puede actuar de enlace entre todos ellos. Como organización, la biblioteca es el escenario ideal para dar respuestas a diversas problemáticas sociales: basta leer el informe de la agenda 2030 de la IFLA para tener ejemplos de lo importante que puede ser la biblioteca en el accionar hacia la resolución de estos conflictos.
-¿Recuerda
en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a
bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales,
campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados
sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)
Sí, en
segundo año abordamos frecuentemente la temática en la materia Gestión y
Administración de las Unidades de Información, especialmente durante el
proyecto de cátedra que tuvo que ver con la creación de una biblioteca humana.
-Si le
fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En
que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la
institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten
posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?
Creo que
habría que reforzar el tema de las bibliotecas digitales/virtuales/electrónicas,
las tecnologías relacionadas con ellas, los procesos de digitalización. Las
materias de gestión y administración deberían estar en los tres años de la
carrera, no sólo en los dos primeros, y Desarrollo de Colecciones debería
adelantarse al menos un año. Hay contenidos que parecen desprendidos, recién
ahora en tercer año estamos empezando a encontrar conexiones entre cosas que
vimos en otros años, pero todo debería haber empezado a tener sentido mucho
tiempo antes. También podría ser interesante tener una materia específica
dedicada al rol social de la biblioteca, como Bibliotecología social o similar.
No alcanza con que sea un tema que se aborda en alguna que otra materia,
debería ser un eje central. Si bien en
el instituto se pueden charlar con los docentes este tipo de propuestas, creo
que a nivel institución todavía se está muy lejos de llegar a la concreción de
las ideas de los alumnos.
-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en
foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a
la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca
esta situación?
No creo en la desaparición del libro impreso: puede ser que su presencia disminuya, que en algunos ámbitos se reemplace por documentos digitales (como estudiante muchas veces los prefiero por ser más económicos y accesibles), pero no creo que vaya a desaparecer por completo. Se viene vaticinando su extinción hace mucho y sin embargo los estudios prueban que, si bien hubo una época en el que el auge de la tecnología hizo disminuir la venta de materiales impresos, la gente al fin y al cabo prefiere tener el libro en la mano. Yo soy una de esas personas. Para el estudio y el trabajo creo que es muy práctico contar con los documentos digitales, pero a la hora de relajarme con una buena lectura, no hay nada que le gane al libro impreso.
No creo en la desaparición del libro impreso: puede ser que su presencia disminuya, que en algunos ámbitos se reemplace por documentos digitales (como estudiante muchas veces los prefiero por ser más económicos y accesibles), pero no creo que vaya a desaparecer por completo. Se viene vaticinando su extinción hace mucho y sin embargo los estudios prueban que, si bien hubo una época en el que el auge de la tecnología hizo disminuir la venta de materiales impresos, la gente al fin y al cabo prefiere tener el libro en la mano. Yo soy una de esas personas. Para el estudio y el trabajo creo que es muy práctico contar con los documentos digitales, pero a la hora de relajarme con una buena lectura, no hay nada que le gane al libro impreso.
Muchas
gracias Laura
Daniel
Canosa
Perdón, pero, ¿no sería jauría?. Muy bien dirigidas las preguntas de la entrevista.
ResponderEliminarla observación es buena, sin embargo si bien lo más apropiado es referirse a un conjunto de perros como jauría, también es posible el uso de la palabra manada, ya que puede ser usado como término neutro, según el Diccionario de la Real Academia Española, en tal sentido otorga referencia al "conjunto de ciertos animales de una misma especie que andan reunidos".
ResponderEliminarSaludos.
Acertada elección, entonces, ya que aporta equilibrio al texto y cierto agrado estético. Éxitos para ud y para la entrevistada por su admirable trabajo con los perritos.
ResponderEliminarMuchas gracias!
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