miércoles, 29 de octubre de 2014

Sobre la defensa de los sitios sagrados


En el Orejiverde estuvieron presentes Valentin Callamullo, queshwa, miembro del Movimiento en Defensa de la Pacha, y Tahalí Ayemén, kilmes, quienes conversaron acerca de la defensa de los sitios sagrados, el caso de Punta Querandí. Un tema que trata sobre la sacralidad de los pueblos indígenas, en relación a la controversia generada en los espacios reconocidos como sagrados por los paisanos, y que sin embargo son utilizados para el turismo (entre ellos cavernas, cementerios, montañas).

El conflicto de Punta Querandí se origina por la intención, por parte del municipio local, de pretender instalar un negocio inmobiliario (construcción de un country), en ese entonces Vicente Calamullo junto al Movimiento en Defensa de la Pacha (organización formada e impulsada por indígenas de distintos pueblos originarios, entre ellos kollas, quechuas, aymaras, guaraní, toba-qom, wichí, junto con la colaboración de pobladores, ambientalistas, docentes y periodistas), intervienen con la idea de preservar el lugar del avance inmobiliario, además de organizar y promover las distintas actividades culturales que allí se realizan.

El sito ha sido considerado en innumerables ocasiones como un punto de encuentro de las distintas comunidades para recrear antiguas ceremonias andinas, posee un importante valor cultural, histórico, espiritual y ambiental. El trabajo mancomunado del MDP ha logrado mantener el sitio arqueológico, elevando en 2011 al Concejo Deliberante de Tigre una propuesta de protección con la idea de convertirse en el primer distrito del conurbano en proteger y promover un sitio sagrado ancestral.

Se trata de una causa en la que Carlos Martínez Sarasola se ha comprometido en más de una ocasión, temas como la recuperación comunitaria de tierras, reclamos de protección, restitución y no exposición de restos humanos (como ha ocurrido con las momias de Llullaillaco, encontradas en 1999 en las altas montañas salteñas), o casos de restitución de restos humanos de museos a las comunidades, donde probablemente el más significativo haya sido la repatriación, por parte del Museo Etnográfico Ambrosetti en 2004, al Museo Nacional Te Papa de Nueva Zelanda, de una cabeza momificada de un guerrero maorí (Toi moko ), una pieza etnográfica única que ingresó al museo en 1910, y que pertenece al patrimonio cultural del pueblo original de Aotearoa, donde determinarán su procedencia para entregarla a los descendientes.

Se tratan de problemáticas en las que los pueblos originarios no suelen ser consultados, por lo tanto se valoran estos movimientos que buscan defender un derecho como personas y ciudadanos, en eso están los paisanos de Punta Querandí, poniéndole el cuerpo a las ideas, para mantener la espiritualidad en la tierra de los ancestros.

 

Clasificación: Sitios sagrados / Cultura Queshwa / Documentos radiofónicos
Lugar / Fecha: Radio FM Mantra 91.9. Buenos Aires - 23/10/2014.
Número de programa: 18
Entrevista: Carlos Martínez Sarasola
Duración: 23’ 57’

jueves, 16 de octubre de 2014

Taller sobre Lengua y Cultura Mapuche (Museo Etnográfico Ambrosetti)


El jueves 9 de octubre presencié, en el Museo Etnográfico Ambrosetti, un taller sobre Cultura y Lengua Mapuche, a cargo de los docentes Lucas Curapil y Elisa Tripailaf, pertenecientes a la Comunidad Mapuche "Meli Ñom Mapu" de Füshcüg Menuco-Gral. Roca, quienes hicieron un recorrido por cuestiones históricas, lingüísticas y espirituales de la cultura, de mi parte fue un gusto rencontrarme con Lucas Curapil, uno de los responsables de la biblioteca mapuche Ñimi Quimún en Río Negro, quien me confirmó que la biblioteca sigue en pie, junto a los paisanos, ubicada como siempre dentro de la Universidad del Comahue, en Rio Negro.

La jornada se completó el sábado 11, representando la ceremonia del Ngellipun, junto a los rehue pertenecientes al museo, se realizaron ofrendas a la tierra y se compartieron conocimientos de medicina ancestral (donde se compartió la idea de concebir el arte como una medicina, reflejado en algunos casos en la confección de mandalas mapuches).

En el encuentro del jueves se proyectó una parte del documental Puel Mapu, donde se resaltó la importancia de la lengua materna, las historias de vida, el desarraigo de vivir entre dos culturas, la identidad y la vergüenza de quienes tuvieron que callar su origen y sentido de pertenencia. Un tema central fue la espiritualidad, recogida en el relato de algunas abuelas, quienes tuvieron por verdaderos obstáculos culturales lo impartido en dos instituciones que pretendieron, a su modo, desconsiderar antiguos conocimientos orales de la cultura: la Iglesia y la Escuela. En el video se puede apreciar la importancia de la sanación a través de los sueños, y la relación de la comunidad con el volcán Lanin, de cómo los ruegos llevaron a que regresen las lluvias y la nieve.

Por otra parte se planteó la situación de los parlamentos mapuche, ante la disyuntiva existente entre los paisanos por la inexistencia de un criterio político mapuche, ya que en el actual contexto sociopolítico muchos líderes de la cultura se encuentran privados de su libertad en cárceles, o con pocos recursos para hacer llegar a los medios de comunicación la histórica demanda del pueblo mapuche en relación a las tierras, sin embargo aún existe en la ciudadanía una mirada social que reduce al mapuche a la vestimenta, a la utilización de símbolos identitarios o al vínculo laboral con el ganado. Existen conflictos que datan desde la distribución de tierras en la llamada “conquista del desierto”, derivados en la creación de parques nacionales, como así también tierras que conservan restos de los antepasados, verdaderos cementerios ocupados con fines turísticos.

En el taller, denominado Quellu quimel tucuaiñ (volvamos a ayudarnos mutuamente), los asistentes, a modo de introducción, tuvimos que dibujar el símbolo que se advierte en el tambor sagrado culchrung (kultrún) y los 13 ciclos lunares que se registran en un año solar (Peuma peuhutun ñimin), elementos que fueron útiles para tratar un acercamiento hacia otras formas de conocimiento con base en la espiritualidad, para el taller se difundieron dos materiales bilingües, que suelen ser utilizados por los docentes en la cátedra sobre cultura mapuche que desde 2004 imparten en la Universidad del Comahue:

- Aprenda idioma mapuche Quim Mapuche Zungu Ngue 1 / Centro de Educación Mapuche "Quimel Tuhun Mapu Che Zungun" (Elisa Tripailaf, Nicacio Carmelo Antinao y Lucas Curapil)
- Quimel Tuhun Mapu Che Zungun / Nicacio Carmelo Antinao


El primero de los libros es un material didáctico y bibliográfico para la enseñanza y aprendizaje del Mapu che Zungun en el ámbito educativo, utilizado en talleres y encuentros comunitarios con hablantes bilingües en las provincias de Neuquén y Río Negro, donde los docentes tuvieron la compleja tarea de trasladar vocablos mapuche en soportes gráficos para intentar un mayor entendimiento de la lengua oral, predominante en la población rural y urbana con descendientes de la cultura. Para la concepción del libro se tomaron referentes mapuche como la “cushe ñaña” Carmen Antihual, Rosa Alluelef, Rosa Cañicul, Teresa Inal, José Antinao, Mauricio Felipin, Lorenza Agüero, Orfelina Huenufil y Manuel Neculfilu entre otros.

El segundo libro, dedicado a la "abuela de todos los mapuches", Elel Ñuque (Carmen Antihual, quien vivió 116 años y fuera considerada guía espiritual de la cultura), es un testimonio que busca valorar la importancia de registrar una lengua, sostenida en el amparo de los abuelos, quienes autorizaron la tarea de escribir el lenguaje oral con el que históricamente se desenvolvieron los mapuche. La dedicatoria no es casual, la abuela Carmen, quien ejerció en la comunidad como médica, naturista, partera, pediatra, generalista, traumatóloga, parapsicóloga, filosofa y espiritista, fue descendiente directa de los principales longco (jefes espirituales) de la cultura mapuche, su madre, Mercedes Millaquihien, fue hija del legendario Callfu cur’ra, su padre, Antun Paineu Antihual, fue hijo de Paine Ngúr’rúg. Fallece en 1980, pero deja un legado enorme en la memoria de su pueblo. El autor recoge la tradición oral recordando un concepto de vida: túfa llenga mún, nuhutu llafúm que, iñche llema cai, quishu eluhul an, quishu ngúneuhu lan, pir’rque lle el nga, elpelu púñeñ, elpelu fochúm (madre y padre creadores del universo, delegan en mi la responsabilidad de representarlos en esta vida, en las que nos toca vivir; no soy sola, ni me mando sola, es palabra y consejo de quienes nos guían en nuestros destinos).
El libro desarrolla conceptos filosóficos de la cultura ancestral, pretendiendo un llamado al diálogo y al entendimiento a través del aprendizaje colectivo, lo cual constituye un eslabón para empezar a entender la escritura de un pueblo de tradición oral.
El autor es profesor idóneo encargado de la Cátedra abierta, libre y anual del Idioma y Cultura Mapu Che, en la Escuela Superior de Idiomas de la Universidad Nacional del Comahue.

Por último, si bien los autores del taller reconocen que existen en la actualidad entre 50 y 60 propuestas de escrituras en lengua materna, la diversidad no plantea un conflicto ya que en todos los casos existe un entendimiento oral del mapu che zungun (también conocido en otras latitudes como mapuche dungun), lo interesante es que los responsables trabajan en Río Negro con abuelos del PAMI, a quienes asisten en temas de salud con elementos de medicina mapuche, incorporando otra valoración en el modo de respirar y la importancia del agua, elementos que en los contextos urbanos no son considerados con el grado de importancia que requieren, y cuyo tratamiento genera una convergencia entre ambas culturas.

Para quienes deseen contactarse con los autores se comparten sus correos electrónicos:

Elisa Tripailaf

Nicacio Carmelo Antinao

Lucas Curapil

Germán Burgos (diseño multimedia)


martes, 14 de octubre de 2014

Sobre el buen vivir y los Ayllu urbanos


En El Orejiverde estuvieron presentes Mariel Camillo; Kantuta (nombre ancestral, "la flor de los Andes" ), Queshwa. Abogada, miembro del Ayllu Mayu Wasi (Casa del rio) e integrante del Centro Cultural Waka Luna, junto con Javier Ríos (Wari), músico y conocedor de la cultura andina, quienes conversaron con Carlos Martínez Sarasola acerca del buen vivir y los Ayllu urbanos.

Los Ayllu urbanos semejan comunidades ancestrales del mundo andino, construidas en contextos de ciudad, donde coexisten familias con raíz espiritual de convivencia fraterna en la cosmovisión andina. Es interesante la idea de dualidad, centrada en los principios de la complementariedad y reciprocidad, con que las personas plantean diversas cuestiones como por ejemplo incluir modos de alimentación adecuada, que tipo de música se va a escuchar, que aprendizajes realizar.

La autora ha sentido que recuperó su identidad a través de la antropología como también del sentido de pertenencia a la cultura andina, resaltando el modo de conexión con la cultura, que la llevó a vincularse con el conocimiento de los ancianos. El alcance del buen vivir (ya mencionado por los grandes caciques de la Patagonia) es lograr compartir en armonía en relación con el cosmos y los paisanos, sea cual sea su condición.

Somos todos originarios, parte de la Pachamama”, dice Kantuta, no deja de ser un modo de celebrar lo que cada uno representa, expresando la alegría propia de la cultura andina bajo la forma de una danza, tomando energía de la tierra, sanando y viviendo. Fue de ese modo que los asistentes a la presentación del último libro de Sarasola en la Feria del Libro conocieron a esta mujer mientras portaba la whipala, danzando con movimientos concéntricos y de apertura hacia fuera, expresando alegría entre la banda de sicuris que la acompañaban, por cierto un grato momento.



Clasificación: Ayllu / Cultura Queshwa / Documentos radiofónicos
Lugar / Fecha: Radio FM Mantra 91.9. Buenos Aires - 09/10/2014.
Número de programa: 16
Entrevista: Carlos Martínez Sarasola
Duración: 24’ 34’

sábado, 4 de octubre de 2014

Marina Onorato Quispe en El Orejiverde


En El Orejiverde estuvo presente Marina Onorato Quispe, diaguita-queshwa, quien compartió sus conocimientos sobre salud e interculturalidad. La autora es Psicóloga social, especialista y Magister en Salud Intercultural. Miembro y colaboradora de organizaciones indígenas.

Resultó interesante, a modo de introducción, su relación con el mundo mapuche, si bien el apellido de la autora tiene ascendencia aymara (por otra parte su abuela materna, de apellido Flores, perteneció a la cultura diaguita, provincia de Salta) se fue vinculando a los mapuches por sus conocimientos sobre temas de salud, producto de una enfermedad padecida por su madre, a quien acompañó en diferentes procesos que la motivaron a investigar sobre la concepción de la salud desde un enfoque multidimensional, la convergencia mapuche en su historia de vida se fortalece con la idea de entender a la salud como una instancia de felicidad plena, donde se vincula los conocimientos sobre psicología social, espiritualidad y energía.

Es esclarecedor cuando afirma que para tener salud es necesario entender el eje de la salud, que es la identidad, enorme relación de sentido que se da en los pueblos originarios, por ende las causas de transculturación provocaron diversos males ante los cuales los paisanos no eran inmunes si no tenían clara conciencia de su identidad y pertenencia cultural.

Con respecto a la relación entre salud e interculturalidad, la autora resalta la importancia de haber conocido a Julio Arce, en la provincia de Neuquen, quien coordinó desde 2006 diferentes jornadas sobre la temática, situación que permitió generar un espacio de encuentro intercultural para compartir conocimientos sobre usos medicinales y tratamiento médico, Marina Quispe ha resaltado las buenas perspectivas existentes en la actualidad con respecto a un tema que antiguamente no era valorado desde el mundo occidental



Clasificación: Salud / Medicina indígena / Interculturalidad / Documentos radiofónicos
 Lugar / Fecha: Radio FM Mantra 91.9. Buenos Aires - 25/09/2014.
Número de programa: 14
Entrevista: Carlos Martínez Sarasola
Duración: 24’ 20’

viernes, 3 de octubre de 2014

Comienza la Colmena...



del gran Alfredo Mires Ortiz, que mientras siga andando entre las bibliotecas rurales de Cajamarca nos sobrarán los motivos para seguir creyendo en esta profesión.
Simplemente gracias...

Comienza la colmena
Llevo recién dos días viajando, parando de comunidad en comunidad, en cada escuelita del camino, hablando con profesores y alumnos.
Calculo que debo llegar antes que caiga la noche a un caserío de la provincia de Santa Cruz. Pero aún estoy en zonas de la provincia de Chota, hacia occidente.
Me detengo en un recodo, a lado de unas casitas, para preguntar si tienen algunas verduras, que me vendieran, para el fiambre.
La familia está desgranando maíz. No hay verduras.
– ¿Qué hace viajando por aquí? –me preguntan.
Les explico que soy de las Bibliotecas Rurales de Cajamarca, lo que somos y hacemos.
– ¿Tienen libros de derecho? –pregunta alguien.
– Mejor pase a nuestra casa para explicarnos más –dice el papá.
Conversamos.
– Tenemos que reunirnos todos –dicen –. Vamos ahora a juntar el maíz y avanzar con los trabajitos.
Por la noche hay reunión y vuelvo a explicarles todo.
– Cuando uno es humilde y no conocemos, nos engañan y abusan de nosotros –dice don Francisco–, por eso es bueno que leamos y nos preparemos.
– ¿Yo podría ser bibliotecaria? –pregunta la señora Maritza.
– Decidámoslo entre todos –le digo.
Hace muchísimo frío y afuera sopla el viento haciendo tronar el techo. Pero hay un calorcito que nos anima y nos junta.
Cargo conmigo una caja con libros.
El caserío se llama La Colmena: esta misma noche inauguramos la biblioteca.
Ya tenemos otra razón para seguir andando, para seguir creyendo.

Alfredo Mires Ortiz,
Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca