Si analizamos el contexto de pandemia que estamos atravesando como sociedad, no podemos dejar de observar la necesidad de un equilibrio en este desbalanceado mundo en el que intentamos un sentido de coexistencia.
En dicho territorio, donde todo es arborescencia, multiplicidad, heterogeneidad, se encuentran una serie de conceptos que alguna vez fueron pronunciados por Carlos Martínez Sarasola, al estudiar a los paisanos desde los recónditos de la historia. El gran antropólogo mencionó concepciones básicas, cultivadas durante siglos por los pueblos originarios: equilibrio, reciprocidad, circularidad, entendimiento, representatividad, totalidad, sacralidad, completitud, identidad.
No basta con el acto comunitario que consiste en dar un alimento a la Pacha, es preciso un cambio de conciencia, que muchas comunidades ya vienen trabajando desde hace tiempo.
Es necesario hacer una lectura de todo esto que está ocurriendo, donde queda en evidencia la noción de lo que significa convivir con un contexto absolutamente desfavorable, pero que requiere de numerosos entendimientos que permitan equilibrar el plano social en el cual estamos insertos.
La sabiduría
ancestral de los pueblos originarios aún sigue presente entre nosotros, a pesar
de la invisibilidad, indiferencia y olvido con que históricamente fueron
desplazados del imaginario social de lo que representa la identidad nacional,
queda en nosotros darnos cuenta, porque en esta desventura que el aislamiento
provocó, necesitamos más que nunca, que esos silencios sean convocados, que podamos
escuchar lo que siempre supieron, que nos sirva de algo lo mucho que perdimos.
Fuente:
El lenguaje de los
dioses, arte, chamanismo y cosmovisión indígena / Ana María Llamazares y Carlos
Martínez Sarasola. Buenos Aires: Biblos, 2004.
Nota: la imagen
pertenece al sitio Web Pixabay.
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