sábado, 2 de marzo de 2019

El problema de Chiapas en los cuadernos de Saramago


En 1998, el año en que José Saramago fue galardonado con el premio Nobel de Literatura, una serie de reflexiones políticas del escritor portugués fueron guardadas en su computadora, en uno de esos textos, planteó una serie de interrogantes sobre la situación de Chiapas en relación a los recursos naturales y la conflictiva realidad social, que hoy, más de 20 años después –y en un ejercicio crítico que podría abarcar, salvando las  distancias, contextos diferentes pero similares como las salinas del norte argentino, las reservas de gas de Bolivia y el petróleo Venezolano– siguen teniendo vigencia en la región.
Cuando Saramago escribía su diario inédito, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al mando del mítico subcomandante Marcos (“el comandante es el Pueblo”), ya llevaba 4 años de existencia, mostrando al mundo otra forma de entendimiento bajo la experiencia de prácticas revolucionarias de carácter comunitario, se sabe que el poeta lusitano estuvo reunidos con líderes indígenas en marzo del mismo año –días antes de confirmarse el premio Nobel, que lo convertiría en el primer escritor en lengua portuguesa en ganar este galardón– situación que afianzó su compromiso con la realidad de los pueblos originarios mexicanos.
Vale la pena leer a continuación que pensaba Saramago, en aquel tiempo, de lo que ocurría en Chiapas, analizando lo que diversos medios hegemónicos se ocuparon de invisibilizar al resto de la sociedad, y cómo, en ese contexto (llegando hasta nuestros días) es posible advertir la concordancia  entre las líneas editoriales de los medios de comunicación hegemónicos y los intereses político-económicos de los poderes de turno, prácticas que actualmente ya son frecuentes en buena parte de América Latina. El libro que reúne sus reflexiones, y que por diversos motivos había quedado pendiente de publicación durante 20 años, fue titulado “El cuaderno del año del Nobel”, en donde simplemente tituló con fechas cada texto, el que hace referencia a Chiapas fue escrito el 22 de enero.

Texto de Saramago:
Algunos datos estadísticos de Chiapas para ayudar a comprender el mundo. Además de ser el primer productor de café y plátanos, el segundo de miel y cacao, el cuarto en el sector pecuario; además de generar el 46 por ciento de la energía eléctrica del país, en Chiapas se encuentran los nichos más importantes de hidrocarburo de México, con reservas que se calculan entre veinte y sesenta mil millones de barriles. A pesar de estas riquezas, el 60 por ciento de la población (casi un millón de habitantes) no tiene ingresos o gana menos que el salario mínimo, el analfabetismo alcanza el 30 por ciento, variando entre el 50 y el 70 por ciento en las áreas indígenas. ¿Adónde va, entonces, el dinero, si no ha sido puesto al servicio del desarrollo de Chiapas? ¿Qué papel representan los indígenas en todo esto? Un funcionario del Gobierno mexicano, un tal Hank González, a quien tenemos que reconocer el mérito de la franqueza, aunque brutal, si no preferimos antes denunciar su cinismo, acaba de dar la respuesta: «Sobran cinco millones de campesinos», ha dicho. Este es el problema que el neoliberalismo triunfante quiere resolver de forma radical: hacer desaparecer poco a poco (un genocidio a escala planetaria causaría demasiado escándalo), quitándoles o negándoles condiciones mínimas de vida, a los cientos de millones de seres humanos que sobran, sean indios de América o indios de la India, o negros de África, o amarillos de Asia, o subdesarrollados de cualquier parte. Lo que se está preparando en el planeta azul es un mundo para ricos (la riqueza como una nueva forma de arrianismo); un mundo que al no poder, como es obvio, librarse de la existencia de los pobres, solo estará dispuesto a conservar a los que sean estrictamente necesarios para el sistema.
Fuente consultada.
El Cuaderno del año del Nobel / José Saramago. Buenos Aires: Alfaguara, 2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario