martes, 14 de noviembre de 2017

Entrevista a Felipe Quinteros, estudiante de bibliotecología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Buenos Aires, Argentina


Noticia biográfica

Felipe Quinteros tiene 25 años, es estudiante avanzado de la carrera de Licenciatura en Biotecnología y Ciencias de la Información (BCI) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata (FAHCE-UNLP). Ingresó a estudiar en el año 2012 y se encuentra terminando de escribir su tesina de Licenciatura. Previamente estudió un año de Licenciatura en Comunicación Social en la misma Universidad. Formó parte de un proyecto de extensión hasta principios del año 2017, coordinado entre el departamento y la CONABIP, encargado de realizar asistencia técnica a bibliotecas populares de todo el país en el Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria DIGIBEPE. Asimismo en 2016 fue ayudante del curso de Ingreso de la carrera de Bibliotecología y adscrito a la materia Administración de Unidades de Información. Actualmente, también como alumno, forma parte de la Junta Asesora Departamental y del Proyecto de Investigación "Entramados de la cultura impresa en Buenos Aires: Libros, Lectores, Bibliotecas (Siglos XIX-XX)".

Entrevistador: Daniel Canosa

- ¿Por qué la Bibliotecología?

Como muchas personas al salir del secundario, creía tener en claro la carrera que quería estudiar. No fue así, pues mi primera elección la abandoné al año de cursarla. Sin embargo si tenía en claro que quería estudiar algo, y al ser un sujeto curioso y al tener personas que conocían la carrera de antemano en mi círculo de relaciones, me inscribí en Bibliotecología. Pero esto no significa que yo supiera específicamente de que se trataba la carrera al inscribirme en ella. Sinceramente lo que más me atrajo fue la cantidad de cosas que hay por hacer en Bibliotecología y la apertura de posibilidades que ofrece.

- Antes de descubrir la profesión ¿ha frecuentado la consulta en bibliotecas? ¿Ha manifestado afición por la lectura, por alguna expresión artística, literaria o cultural en particular?

Mis visitas a bibliotecas no han sido tan asiduas como querría en el pasado. Quizás porque en mi casa paterna y materna siempre hubo una biblioteca propia y esto se relaciona con la segunda pregunta. Efectivamente, al tener tanto material de lectura y estar expuesto al mismo desde temprana edad, siempre fui de leer y mucho. La biblioteca, en mi mente, era una institución casi mítica durante la niñez y luego se volvió algo igual de respetable pero más a nivel conceptual, porque pocas fueron las veces que pisé una antes de estudiar la carrera.

- Dos preguntas en una ¿Cuál fue el libro que más lo influenció? y ¿Qué está leyendo actualmente?

Es una pregunta complicada de responder. Se me vienen a la cabeza dos libros que considero de gran importancia para mí y que, en gran parte, despertaron más mi curiosidad. Por un lado, del género literario-histórico, sería la serie de novelas de Masters of Rome de Colleen McCullough. En el género de divulgación científica, y sobre todo por su gran forma de escribir, diría que me influenció mucho El Mundo y sus demonios, de Carl Sagan. Actualmente estoy leyendo Una historia de la lectura, de Alberto Manguel.

- ¿Cómo definiría a un bibliotecario?

Un bibliotecario es un profesional que debe tener una gran vocación de servicio y un compromiso con la sociedad, la cultura y el conocimiento. Es el encargado de otorgar la información correspondiente a quien corresponde en el momento en que corresponde. También, y quizás aquí peco de poseer una visión romántica y algo desactualizada, creo que el bibliotecario es un guardián del conocimiento. Considérese esto último no como un guardián conservador, sino todo lo contrario: un custodio del conocimiento humano que permite a otros individuos acceder al mismo gracias a dicha tarea. Por esto estoy convencido que no toda persona trabajando en una biblioteca es un bibliotecario. La valoración del título académico es importante y si nosotros mismos no lo tenemos en cuenta no podemos pedir a la sociedad que lo haga por nosotros.

- ¿Qué opina del rol social del bibliotecario?

Esto está muy relacionado con mi respuesta anterior. Considero que el bibliotecario tiene un rol social de forma invariable. Quiero decir: Es un profesional que trabaja para otorgar un servicio a la sociedad. Eso por un lado. En otro plano habría que dimensionar la concientización de todo lo que un bibliotecario puede realizar dentro de la sociedad en donde está inserto y lo que la misma sociedad le permite realizar. En resumidas cuentas y para no divagar demasiado al respecto: La tarea del bibliotecario no puede desprenderse de su rol social. Sin embargo, todo depende de su propia iniciativa y de las barreras de la sociedad en donde se encuentre para determinar el nivel de alcance efectivo de dicho rol.

- Con respecto al plan de estudios de la carrera ¿Considera que sus contenidos favorecen la adquisición de conocimientos y desarrollo de habilidades vinculados al rol social del bibliotecario?

Considero que el plan de estudios cubre el aspecto referido a la vocación de servicio del bibliotecario, que es una de las dimensiones de su rol social. Creo que es posible profundizar los mismos para cubrir otros aspectos y posibilidades. El aporte que los bibliotecarios podemos hacer a la sociedad, potencialmente, es considerable.


- Se habla frecuentemente de un cambio de paradigma dentro de la profesión (pasando del paradigma de la información al de la comunicación), según su enfoque particular, ¿Percibe ese cambio en el tratamiento docente de cada materia?

La carrera tiene un alto contenido técnico debido a que debe sus orígenes en la práctica profesional. A pesar de esto existen materias, sobre todo en los últimos años de cursada, que fomentan contenidos de índole comunicativa y social, sí. No sabría decir si resulta suficiente o no, pero lo que está claro es que los docentes no son ajenos a los cambios de la disciplina ni lo ignoran. Es más, lo abrazan como algo que ocurre y a lo que los bibliotecarios deben acostumbrarse.

-En el caso que, promovido por el docente, haya realizado una práctica académica o pasantía en alguna unidad de información ¿Considera que los conocimientos adquiridos fueron suficientes para desempeñarse en tales prácticas? ¿Qué conocimientos tuvo que aplicar?

Depende de la pasantía y de la biblioteca en la que se realice. La verdad es que la carrera apunta a formar bibliotecarios de bibliotecas universitarias o públicas, y la realidad de estas es muy diferente de las, por ejemplo, populares o escolares. ¿Qué quiero decir con esto? Que si la pasantía se realizara en una biblioteca universitaria probablemente los contenidos y conocimientos impartidos en nuestra educación resultarían suficientes (De nuevo, no puedo afirmarlo con certeza). Pero de lo que si estoy seguro es que si la pasantía fuera en una biblioteca popular el egresado de la carrera se encontraría incómodo ante desafíos que solo una realidad como esa le presenta. Los conocimientos técnicos serían aplicados, obviamente. Los relacionados al contacto con el usuario serían de extrema utilidad y la formación alrededor de la búsqueda de la información en la web, imprescindible.

- ¿Considera que la bibliografía utilizada en materias relacionadas con tecnologías de comunicación e información se encuentra actualizada? ¿Considera válido el equilibrio entre teoría y práctica en relación a los conocimientos técnicos impartidos en la carrera?

La materia la cursé hace tres años creo, así que no sabría decir en este momento si está actualizada, aunque conociendo a los docentes a cargo estoy seguro que sí. Cuando la cursé si me pareció actualizada y los temas abordados de interés para el mundo contemporáneo y para la disciplina en particular. En mi visión personal hay contenidos técnicos que resultan obsoletos y que los espacios curriculares que ocupan podrían ser empleados en materias que apunten más a la parte teórica y/o práctica. Repito, es una apreciación personal.

-¿Suele participar en listas bibliotecarias? ¿Considera interesante el nivel de los debates? ¿Cómo percibe en dicho espacio la recepción de temas políticos?

No en listas bibliotecarias. Mis discusiones están en el ámbito académico con mis compañeros y docentes. Formo parte de la Comisión de Estudiantes de la carrera y de la Junta Asesora Departamental, como representante del claustro de alumnos. Siento que los temas políticos son abordados con cuidado, al menos en el ámbito donde me muevo yo. Los debates son interesantes, y no es que no existan. Simplemente se toman con cuidado. Personalmente prefiero la prudencia a que posiciones extremas jueguen en contra de los integrantes de la disciplina. Los extremos nunca son buenos.

-Como estudiante ¿Presenció en el aula un debate / clase/ conversación /comentario / reflexión y/o contenido sobre la necesidad o no de contar con sindicatos / gremios / asociaciones en temas relativos a derechos laborales? En caso que la respuesta resulte negativa ¿Considera de utilidad profesional que el docente favorezca espacios de discusión y debate sobre estas temáticas?

No tengo un recuerdo exacto de quien inició el tema en clase. Creo que fue una cuestión conjunta, probablemente surgida del papel de AGBRA como organización sindical o no y de lo que se puede realizar alrededor de la misma para que funcione como tal. Es un recuerdo muy vago que tengo, de principios de la carrera. De todas formas, si recuerdo que la idea fue desestimada casi en seguida, probablemente debido a lo que implica crear una organización sindical y los alcances que efectivamente tiene AGBRA.


- El concepto de neutralidad en la profesión ha dividido las aguas ante las problemáticas sociales y políticas que inciden en alguna medida en el contexto bibliotecario, según lo vivenciado como alumno de la carrera ¿desde el aula, recuerda si algún docente ha interpelado y/o analizado esta cuestión?

Si, también tengo recuerdos de situaciones referidas a este tema en las aulas. En un contexto donde las posiciones radicales están al orden del día, algo de neutralidad es completamente necesario y sano. Quizás “neutralidad” no es el término, sino objetividad… intentar ser parcial. Prefiero que veamos grises antes que blancos y negros. Por otro lado, obviamente que habrá posiciones enfrentadas o divididas… es algo normal de la academia. Lo importante es que, como profesionales y pertenecientes a una casa de estudios como la FAHCE sepamos hacer lo que la sociedad en donde estamos insertos parece no saber: consensuar de forma civilizada.

-¿Como percibe a la bibliotecología en contextos interdisciplinarios? ¿Resulta visible? ¿Siente que la carrera le otorga elementos para dar respuestas a problemáticas sociales que otras disciplinas sí ofrecen? (ejemplo inclusión social, problemáticas de minorías sociales, desastres ambientales, conflictos bélicos, problemáticas jurídicas, etc.)

La Bibliotecología es importante, pero es justamente la capacidad que tiene de relacionarse con otras disciplinas (y de tomar conceptos de estas últimas y acuñarlos para el conocimiento bibliotecario) lo que le da una perspectiva más general de problemáticas sociales. Los bibliotecarios se desempeñan para servir a la sociedad en sus necesidades de Información, y los bibliotecólogos investigan temas académicos que, en última instancia, contribuyen a la primera tarea.  La relación interdisciplinar enriquece a la bibliotecología y le permite contextualizar algunos fenómenos, sobre todo social, histórico y cultural desde un enfoque bibliotecario. Yo percibo que, al igual que muchas otras disciplinas, la Bibliotecología y Ciencias de la Información no puede responder a problemáticas sociales por sí misma, sino que requiere de otras áreas del conocimiento y, a su vez, puede aportar su visión particular. Sin embargo es cierto que nuestra disciplina no es tan visible como tal respecto a otras.

-¿Recuerda en alguna clase que el docente haya abordado cuestiones vinculadas a bibliotecas en contextos sociales vulnerables? (comunitarias, rurales, campesinas, indígenas, carcelarias o de temas relativos a minorías, desplazados sociales, multiculturalidad, comunidades sexuales, bibliotecas humanas, etc.)

Si, recuerdo que se hayan abordado situaciones de instituciones así, en cuanto a las bibliotecas insertas en comunidades vulnerables, recuerdo específicamente que en la materia Políticas de la Información y Tecnologías de la Información se trató el tema de biblioteca para presos y para comunidades aborígenes a nivel internacional. También recuerdo en el Seminario de Promoción de la Lectura hablar de conformar colecciones que apunten a públicos en particular, entre ellos poblaciones vulnerables. Estos casos fueron traídos por los respectivos docentes, pero siempre fue tratado como formación... "complementaria". La educación de los alumnos de la carrera busca que estemos capacitados para considerar que todo usuario de la biblioteca debe ser atendido de igual forma y con los mismos derechos, cosa que resulta algo obvio en el imaginario social hoy día pero que nunca esta de más resaltar. A pesar de esto hay cosas que quedan lejos del alcance de la currícula, como (para dar un ejemplo quizás crudo) el que nosotros como profesionales estemos formados para poder hablar mediante lenguaje de señas con gente incapaz de oír.
De nuevo, esto se relaciona mucho con el rol social del bibliotecario y de lo que su formación y la sociedad misma le permiten realizar y no tanto en donde se encuentre ubicada la biblioteca. Obviamente, el contexto determina los alcances de los objetivos y funciones de la unidad de información, pero si la misma cuenta con todos los recursos pero la formación del bibliotecario no apunta a llenar correctamente el papel que debe desempeñar en esta, entonces hay algo "trunco" en la relación bibliotecario-institución-publico de usuarios. De todas maneras es muy difícil pedir que la academia se encargue de formar profesionales capaces de cubrir todos y cada uno de los casos de bibliotecas en poblaciones vulnerables y lo que necesitan los bibliotecarios para poder atenderlas correctamente y, quizás, por esta misma razón es que se ve como algo complementario.

-Si le fuera dado proponer modificaciones en los planes de estudio de la carrera ¿En que aspectos técnicos y/o humanísticos focalizaría su atención? ¿Favorece la institución académica escenarios de discusión y debate que habiliten posteriormente la concreción de dichas propuestas por parte de los alumnos?

Personalmente pondría más atención en el aspecto teórico de la disciplina. La carrera ha evolucionado mucho en los últimos años sobre todo, y la madurez de los académicos que conforman su cuerpo docente, en su mayoría, es notable. Pero a pesar de esto creo que hay carencias en la formación de los alumnos concernientes a la parte investigativa y lo noto ahora que estoy escribiendo mi tesina de Licenciatura, por lo que sería interesante desarrollar un plan que otorgara más y mejores herramientas al futuro Licenciado para que en el momento de enfrentarse a la tesina no deba aprender todo el proceso investigativo desde cero. Igualmente, esto último no es una cuestión del todo desatendida, porque Investigaciones Bibliotecológicas y el Seminario General se encargan de otorgar algunos de los mencionados lineamientos, pero sostengo que la formación debería ser a lo largo de toda la carrera y no en los últimos años.
Creo que hay materias técnicas que ocupan demasiado tiempo del plan. No las desmerezco para nada, son tan importantes como cualquier otro aspecto de la Bibliotecología considerando que la disciplina le debe mucho a la parte técnica de la profesión justamente, pero se interioriza al alumno en la Clasificación y Catalogación, por ejemplo, con herramientas obsoletas que en lo personal, no encuentro un justificativo sólido respecto a su empleo más que a forma de interiorización. En cambio, otras materias con contenidos densos como Historia del Libro y de las Bibliotecas cuentan con solo un cuatrimestre para desarrollarse. Yo pondría el punto de atención en estos “desbalances”.En cuanto a los espacios de discusión, yo siempre sentí que estaban abiertos; así como los canales de diálogo. La conformación de la Comisión de Reforma de Plan de Estudios y la convocatoria al claustro de estudiantes para formar parte de la misma es una prueba tangible de esto.

-Se habla frecuentemente de la lenta desaparición del libro impreso, incluso en foros de bibliotecología, en su caso como estudiante ligado permanentemente a la utilización de dispositivos físicos, digitales y/o virtuales ¿Qué le provoca esta situación?

Me provoca pensar que es una afirmación apresurada, por decirlo de alguna forma. El libro físico es muy difícil que desaparezca del todo, según mi percepción, porque en última instancia en lo físico es donde se encuentra el último bastión de la preservación del conocimiento. No voy a ir en contra de las nuevas Tecnologías de la Información y mi afirmación no se encuentra en esta línea. Son importantísimos los avances que la Bibliotecología incorpora a sus quehaceres cotidianos y al desarrollo de sus tareas, y los Bibliotecarios y Bibliotecólogos debemos estar formados y capacitados para tratar estas incorporaciones de la misma forma que el material físico, pero si desde la Bibliotecología afirmamos que el libro desaparecerá en su formato impreso creo que cometemos un error de visión sobre el futuro y no por cuestiones sentimentales, sino por falta de practicidad. Quizás me arriesgo al hacer una afirmación de este estilo, pero pienso que el libro impreso seguirá perdurando aunque sea como respaldo a futuros formatos no físicos o dependientes de fuentes de energía y que los que estamos formados o formándonos en esta área del conocimiento debemos abogar por que no desaparezca.

Muchas gracias Felipe
Daniel Canosa

3 comentarios:

  1. felicitaciones por la nota! Qué claridad conceptual la de Felipe!

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  2. María Inés Lorenzo15 de noviembre de 2017, 10:26

    De acuerdo con Felipe! El libro físico, su olor, textura, la sensación de tenerlo en tus manos es algo inigualable y NO puede ni va a desaparecer. Y lo dice alguien que ya no tiene lugar para más libros en su casa y que lee en Kindle actualmente!!!

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  3. "De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo (...) el libro es otra cosa: es una extensión de la memoria y de la imaginación". Borges.

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