Esta nota publicada en El
Orejiverde me hizo pensar mucho sobre el sentido de las profesiones, hay varias
instancias que resultan clave en la vida de un profesional, una de ellas, que
cobra hondo significado conforme sucede el tiempo, es el traspaso del
“testimonio” al discípulo que viene detrás, eso ocurre en un momento
determinado. Lo vemos en el criterio ético del docente cuando confía en algunos
alumnos la posibilidad de continuar la misma senda educativa, lo apreciamos en
el bibliotecario que cumple su servicio luego de toda una vida, anhelando que
los libros “estén en otras manos”, instruyendo al que acaba de ingresar para
que siga su eterno recorrido, lo percibimos en el investigador que confía sus
apuntes a un colega que recién empieza, cuando el cansancio lo lleva a declinar
en favor de otras inquietudes reflexivas.
Es lo que hace que la incesante rueda siga girando, que el
camino se continúe desasnando, abriendo nuevas posibilidades, nuevos destinos,
nuevas construcciones.
Otra instancia relevante es cuando los profesionales deciden, paralelamente al desarrollo de sus profesiones, enseñar a quienes quieran lo que saben: cursos, talleres, cátedras, foros, encuentros, conferencias, y tantos otros espacios donde volcar lo que aprendieron, mientras avanzan en otras teorías, en nuevos aprendizajes.
Otra instancia relevante es cuando los profesionales deciden, paralelamente al desarrollo de sus profesiones, enseñar a quienes quieran lo que saben: cursos, talleres, cátedras, foros, encuentros, conferencias, y tantos otros espacios donde volcar lo que aprendieron, mientras avanzan en otras teorías, en nuevos aprendizajes.
Algo de todo eso lo acabo de comprobar en el grupo musical qom Chelaalapi, que incorporan a su arte el aporte de la enseñanza cultural en escuelas y comunidades, allí donde van, enseñan la lengua, enseñan el canto de los antiguos, enseñan la fabricación del mítico n'viqué, le otorgan al concepto una noción tanto académica como museística, un carácter reflexivo y a la vez comunicativo, valorativo, participativo, colaborativo.
Hoy son noticia por un proyecto de enseñanza en escuelas
públicas denominado “Los Zorzales van a las escuelas”, pero su reconocimiento
viene sosteniéndose desde el permanente boca a boca de los paisanos. Quienes
frecuentan comunidades pueden dar fe de este fenómeno (entre ellos los
integrantes pertenecientes al Centro Comunitario Daviaxaiqui de Derqui) porque
los han visto llegar y forjar sus propias construcciones culturales. Uno de los
últimos casos es el que recientemente difundió El Orejiverde luego de consultar
fuentes de diarios chaqueños, el encuentro celebrado en la Escuela de Educación
Primaria nº 666 Antonia Panieri de Riu, ubicada en el Barrio 12 Viviendas Villa
Oro, de Fontana, Chaco. Allí, dos de los integrantes del grupo, Erminda
Martínez y Claudio Largo, enseñaron a los estudiantes de quinto y sexto grado
sobre danzas originarias, mientras que los músicos Omar Toledo, Claudio Largo y
Elvio Mansilla ofrecieron clases de música originaria qom, incluyendo una
versión en lengua qom del Himno Nacional Argentino.
Lo interesante de esta propuesta es que suelen utilizar
narraciones de leyendas originarias que vinculan con las canciones, contando en
muchos casos historias de las familias qom.
Hace años, el libro viviente Mauricio Maidana comentó en
la Biblioteca Qomllalaqpi de Derqui que los Chelaalapi eran uno de los pocos
grupos que tocaban el n’viqué (violín de lata qom) y que enseñaban sobre la
cultura de los ancestros, incluyendo la construcción de los artefactos, decía
Mauricio “en el Chaco los Chelaalapi mantienen la música, mantienen el
violín de los tobas, con lata. Yo nunca vi con madera, sino con lata, y
calabaza”
Y entre los qom se sabe que el violín n’viqué es tan
representativo de la cultura como el algarrobo o el pi'oxonaq, es parte de su
identidad, los Chelaalapi lo saben y lo enseñan en las escuelas, manteniendo
vivo un patrimonio de siglos.
El museo qom de los zorzales
Otra particularidad de este reconocido grupo musical es
que también cuentan con un museo qom bajo el mismo nombre del grupo, funciona
en el Centro Cultural Leopoldo Marechal (calle Pellegrini 272), en donde suelen
ofrecer diversos talleres, entre ellos el de pintura sobre cajitas de madera,
relativos a la temática de la cosmovisión indígena, o el de cocina autóctona
tradicional, enseñando comidas del pueblo guaraní.
El Museo Qom Chelaalapí fue inaugurado el 17 de mayo de
2014, cuenta con objetos que retratan la cosmovisión indígena Qom y artesanías
de los tres pueblos que habitan el Chaco: Wichi, Moqoit y Qom; así como
historias del Coro contadas en fotografías, plaquetas, reconocimientos a nivel
provincial y nacional, historias y significados de cada instrumento.
Se trata de una agrupación que trasciende la música,
fortaleciendo con su accionar la identidad de los paisanos.
Fuente:
Diario Chaco:
Coro Qom Chelaalapi. Página Facebook:
Documento
oral sobre el violín n’viqué:
El
Orejiverde.
Nota: la imagen pertenece al sitio Territorio
Cultural:
http://www.territoriocultural.com/2015/03/concierto-del-coro-qom-chelaalapi-por-su-53o-aniversario/
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