lunes, 12 de mayo de 2014

Toda la tierra es una sola alma


Me parece oportuno compartir, mediante un acto simbólico, lo que ha sido un modo de construcción interdisciplinaria y de búsqueda de entendimientos, se trata de la presentación en la Feria del Libro del nuevo trabajo del antropólogo Carlos Martínez Sarasola “Toda la tierra es una sola alma”, ocurrido recientemente (lunes 5 de mayo) en la Sala Roberto Arlt, que vio colmada su capacidad al momento de iniciarse la presentación. Puedo decir que luego de finalizado el evento entendí el significado de la palabra celebración. Un encuentro atravesado por la interdisciplinariedad, en donde artistas, antropólogos, filósofos, chamanes, músicos e investigadores compartieron un sentido de construcción endógena basado en el respeto hacia otras formas de conocimiento y de manifestación cultural de valores ancestrales.

La gran convocatoria de Sarasola puede entenderse desde el camino ético recorrido por el profesional a través de su extensa obra, tan necesaria como imprescindible. Bastaron las palabras de los representantes de los pueblos originarios para certificar que Carlos Martínez Sarasola es un “hombre de la tierra”, buscando permanentemente entendimientos desde el aporte crítico de los diversos campos disciplinarios que suele analizar.

La particularidad de la presentación, en palabras de Carlos “poco convencional”, le otorgó un sentido genuino a la propuesta, ya que luego de unas breves palabras sobre un libro que recoge aforismos, testimonios y leyendas de pueblos originarios, el reconocido antropólogo cedió el espacio a diversas expresiones musicales de las culturas indígenas, en una sala que a esa altura ya mostraba gente de pie, aplaudiendo y cantando al compás de la música.

Se trató en definitiva de una celebración, y de un modo de comprender la investigación endógena en contextos multiétnicos, primero ejecutaron sus composiciones el grupo Albá Llaléq (música de la selva) de muy buen nivel vocal, tocando instrumentos autóctonos y rememorando músicas ancestrales del noroeste argentino, luego siguió Máximo Jorge (canto chelala, pueblo qom) aquel cacique que tuve la suerte de entrevistar en Derqui, quien ejecutó con n'viqué (el conocido violín de lata) tres canciones de su pueblo (la última de ellas con el público coreando los estribillos de una canción de cuna qom), posteriormente ocupó el pequeño escenario la reconocida Beatriz Pichi Malén, canto mapuche, acompañada de un kultrún (tambor sagrado de la cultura mapuche) y de una voz con muchos matices, finalmente ingresaron desde la Feria los Kay Pachamanta, música andina, con sus sikus, bombos, quenas y charangos, tocando y danzando en círculos, una especie de serpiente mitológica que se enroscaba en sí misma mientras el resto de los asistentes acompañaba con sus palmas y sus voces, para finalmente verlos salir tocando hacia los pasillos de la Feria, ante la sorpresa de los lectores que andaban en ese momento por ahí, para seguir haciendo música fuera del recinto, incluso Sarasola se unió con percusión y canto, lo que estaba ocurriendo era lo que el libro había generado “toda la tierra es una sola alma” dijeron, y tenían razón.

Personalmente hace tiempo que no recuerdo la presentación de un libro tan auténtica y sentida, y bien sabemos, el mérito del autor reside en su honestidad intelectual, tanto como su capacidad para lograr, desde innumerables intervenciones, un mundo “donde quepan muchos mundos”.



3 comentarios:

  1. me encantó la crónica y coincido en la autenticidad de la propuesta que desarrolló el autor Carlos Martínez Sarasola , la presentación estuvo preciosa, no me esperaba tanta música y sentimiento.
    el día 12 concurrí nuevamente y me compré el libro , encantada como estaba de hallar tanta sabiduría de las distintas etnias reunida .
    lamentablemente me asaltaron antes de llegar a mi casa y perdí un libro que me hubiera gustado estar leyendo en estos momentos.
    sobre todo porque he ido por Argentina al I Congreso de Literatura Internacional por la Identidad de los pueblos y la paz en el Archipiélago de Chiloé en este febrero pasado y leer el libro hubiera completado mi visión holográfica de estos mundos con tanta magia y sabiduría reunidas.

    abrazos y me gustaría que el autor pudiera recibir mi saludo de admiración por su trabajo y presentación.

    también soy escritora
    Marisa Aragon Willner

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  2. Marisa
    Gusto en saludarte, le haré llegar a Carlos este cálido mensaje, ciertamente en esa presentación se pudo comprender aquello que Carlos dijo: un mundo donde quepan muchos mundos.
    Cordiales saludos.

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  3. Estimada Marisa
    Me acaba de escribir Carlos Sarasola, conmovido de lo sucedido por el tema del libro, me pide si es posible que usted se comunique a su correo ya que desea obsequiarle un libro autografiado, le dejo el contacto:
    csarasola@sinectis.com.ar

    Muchas gracias.

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