domingo, 24 de marzo de 2013

24 de marzo...


Así que has vuelto.
Como si hubiera pasado nada.
Como si el campo de concentración, no.
Como si hace 23 años
que no escucho tu voz ni te veo.
Han vuelto el oso verde, tu
sobretodo larguísimo y yo
padre de entonces.
Hemos vuelto a tu Hijar incesante
en estos hierros que nunca terminan.
¿Ya nunca cesarán?
Ya nunca cesarás de cesar.
Vuelves y vuelves
y te tengo que explicar que estás muerto.


“Regresos” de Juan Gelman

Creo que es un buen modo de simbolizar esta fecha. Arrojar poemas contra las bestias del olvido.
El otro día pensé en María Elena San Martín, escritora desaparecida durante un operativo militar-policial en Panamericana y General Paz, el 1 de julio de 1977, a la edad de 19 años. Esta poetisa militaba en la Federación Juvenil Comunista, como ella, hubo otros que poblaron los sueños de un país que se hizo invisible a la fuerza. Pienso cuánto nos hubiera ofrecido esta mujer, hoy tendría 55 años y hubiese alcanzado su madurez creativa, tal vez se trate de matar los pedacitos de la derrota con los rostros de los que se fueron, tal como lo escribió el propio Gelman en uno de sus versos:

nunca me faltará un rostro amado para matarte otra vez.
vivo o muerto / un rostro amado.
hasta que mueras

Cuando ocurre algo como lo que ocurrió pareciera que las palabras se terminan cosiendo a sí mismas. Sellan la memoria con las mismas palabras, como si fuera un consuelo.

Desde hace años la gente persiste en recordar, juntan sin saberlo cada pedacito, y es cierto, nunca faltará un rostro amado para poder derrotar a la derrota.

Vaya un reconocimiento a quienes sostienen desde hace años la memoria de los bibliotecarios detenidos-desaparecidos durante la dictadura. A todos ellos va dedicado este poema de María Elena San Martín, alguien que no pudo envejecer pero que vive en la memoria de quienes algunas vez lucharon por utopías. El poema fue incluido en el libro “Palabra Viva– Textos de escritoras y escritores desaparecidos y víctimas del terrorismo deEstado. Argentina 1974/1983” editado por SEA -Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina- y la Comisión del Personal del Banco de la Nación Argentina por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

Quedate un poco más después del sueño
con tus hombros breves como palomas.
Prometo construir una canción de ramas nocturnas,
no tocar sino el hueco de tu pecho,
mirarte en silencio los párpados cerrados
y no nombrar brujas ni fantasmas
ni muertes secretas como lluvias a la hora del amanecer.
Quedate tapado por las sombras
en un lugar ajeno.
Entonces decretaré territorios para el color de tus ojos.
Si sólo me dejaras quererte las uñas o las encías
de la impotencia;
si solamente me dijeras que existe un lamento
capaz de destruir a todos los otros
y me llenaras de vino la memoria.

Antes de que las yemas de mis dedos me pertenezcan
totalmente;
antes de que dé forma a mi tristeza
para sustituir el asombro que nos ha abandonado para siempre;
antes de que me rescate a la boca de la noche.
Sólo un poco antes,
porque no podré llegar al día si me quedo
aunque sea un momento a solas.
No dejes estas sábanas humedecidas por el océano
aunque conozcas los árboles enfermos,
Si solamente pudiera conocerte un costado que no tenga
lágrimas.
 

Bibliotecarios y Trabajadores de Bibliotecas Detenidos Desaparecidos:

14-07-1971. Juan Pablo Maestre. Bibliotecario de la Facultad de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
08-10-74. Rodolfo Francisco Achem. Director de la Biblioteca de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
08-07-75Maurice Jeger Rymland. De origen francés, secuestrado en Tucumán.
05-11-75Ana María Guzner. Bibliotecaria. Trabajaba en la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
12-12-75. Napoleón Argentino Araneda, Trabajaba en la Biblioteca del Banco de Mendoza.
18-10-76. Julio Washington Cabrera. Trabajaba en la Biblioteca Popular Mitre de Capital Federal.
18-10-76. Rosa Delicia Chaher. Trabajaba en la Biblioteca Popular Mitre.
27-06-76. Miguel Santiago Bacasun. Trabajaba en la biblioteca de Tribunales de Bahía Blanca.
22-07-76. Eduardo Benito Francisco Corvalan Mato. Desaparecido en Buenos Aires.
01-08-76. Elvira Estela Márquez Dreyer. De Rosario.
11-11-76. Viviana Ercila Micucci Iburrustela. Trabajaba en la Biblioteca del Centro Panamericanode Zoonosis.
12-11-76. Elsa Noemí López Mateo. De La Plata. Estudiante de bibliotecología.
21-12-76. María de Jesús Peláez. Trabajaba en Centro de Documentación de la Secretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires.
04-01-77. Rosa Angélica Murno Merediz. Secuestrada en Remedios de Escalada, provincia de Buenos Aires. Estudiante de Bibliotecología y de Sociología. Continúa desaparecida.
10-02-77. Susana Raquel González. De la ciudad de la La Plata. Estudiante de Bibliotecología y de Letras.
04-04-77. Pedro Ulderico Ponce Sgattoni. Trabajaba en la Biblioteca General San Martín. Tenía treinta años al momento de su desaparición. Continúa Desaparecido.
12-04-77. Ana Inés Della Croce. Secuestrada en La Plata.
15-05-77. Marta Susana Diez Troncoso. Trabajaba en la Biblioteca Argentina de Rosario.
10-06-77. Mary Norma Luppi Mazzone. Secuestrada en Buenos Aires, de nacionalidad uruguaya.
14-07-77. Ramón Manuel Saavedra. Trabajaba en la Biblioteca Nacional de la República Argentina y en la Biblioteca del Congreso de la Nación.
21-07-77. José Dalmiro Rojas. Secuestrado en Río Sali, provincia de Tucumán.
30-07-77. María José Rapela King Magnone. De Ituzaingo.
27-08-77. Ana María Tossetti Jauregui. Buenos Aires.
24-11-77. Beatriz Arango Sánchez. Capital Federal.
06-10-78. José Alfredo Zelaya Mass.
18-12-82. Ricardo René Haidar Camissi. Trabajó en la Biblioteca de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).


Fuente GESBI: Grupo de Estudios Sociales en Bibliotecología y Documentación:
http://www.gesbi.com.ar/agenda-de-eventos/actividades/article/convocatoria-a-bibliotecarios

La imagen de esta entrada pertenece al sitio web del Archivo Nacional de la Memoria.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Testimonio oral sobre educación indígena y educación escolar



Hace tres años tuve la posibilidad de entrevistar a un qom del “barrio toba” de Derqui, en aquel entonces Omar Camachi, de él se trata, comentó que estaba estudiando en su comunidad para aprobar el secundario, con el objetivo, según sus palabras, de “entender un poco lo que dice el blanco”.

Este hombre es uno de los tantos qom bilingües que se encuentran en el Centro Daviaxaiqui, sus reflexiones aún cobran inusitada vigencia, su propuesta era concreta: que los descendientes del pueblo toba deberían recibir dos educaciones: la del “blanco” y la del qom ¿Educación Intercultural Bilingüe? Podría considerarse como una posibilidad pero la idea de un auxiliar bilingüe traduciendo lo que dice un maestro no alcanza, Camachi iba más allá, recibir conocimiento pero interpelando sus contenidos para otorgarles significado, nos habló de una construcción crítica desde un sistema educativo históricamente excluyente hacia una educación comunitaria potenciada por la toma de esas herramientas: resignificar el conocimiento para adaptarlo a una realidad que siempre ha sido esquiva, potenciar la propia interioridad, debatir ideas y pensamientos desde ambos escenarios.

Omar Camachi piensa que una solución sería que profesionales de diversas disciplinas compartan lo que saben junto con la comunidad, que capaciten, que den cursos, que intercambien técnicas, métodos de trabajo, ideas. De esta manera una integración consciente genera sinergia, genera nuevo conocimiento. La comunidad avanzaría mediante el aprendizaje, utilizando ciertos elementos, dentro de una hipotética sociedad de la información, sin perder su orgullo étnico.

Es tiempo de convergencias. Lo que pide Camachi, después de tres años de formulada la propuesta, parecería que como sociedad no podemos ofrecerlo. ¿Como incluir, dentro de los contenidos educativos, el atravesamiento de las problemáticas indígenas, considerando en el esquema una  comunicación donde el docente escuche al alumno, y a partir de sus refutaciones amplíe el sentido de la educación? Ya lo decía Paulo Freire, es necesario “
desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho”.

Los libros no reflejan lo que la historia significa para los qom, esta sentencia ha motivado una profunda meditación sobre el sentido tradicional de las colecciones impresas, que aún es tema de controversia para aquellos profesionales de la información que trabajan en comunidades indígenas.

Hubo un momento en que el grabador solamente registró palabras, sé que esa es la función de los grabadores de periodista, pero a Camachi se le estaban llenando los ojos de lágrimas cuando pronunció “los tobas tienen hambre, los tobas no tienen matemáticas”...
Detrás de esta frase hay una concepción existencial cuyo alcance abruma comprender.
Confieso que después de esta entrevista sentí que el concepto biblioteca indígena no era más que una utopía, una eterna expresión de deseos, una idea difícil de sustentar mediante la técnica.
Hoy revisaría todas las teorías de aquellos bibliotecarios involucrados con esta problemática, y les pediría un ejemplo concreto de biblioteca indígena que se haya mantenido en el tiempo, con bibliotecarios colaborando en su desarrollo, para así debatir cada una de esas realidades, históricamente atravesadas por obstáculos y carencias, y encontrar en ellas elementos de potenciales paradigmas. No hablo de fracasos, porque aún así las intervenciones despiertan posibilidades que probablemente algún día se cumplan, todo en definitiva se trata de una construcción.

El “indio” sin plumas, la persona detrás del estereotipo. Difícilmente podamos entender el drama profundo de las comunidades indígenas, porque desde siempre estuvieron invisibles, y se acostumbraron a no ser vistos, a no ser escuchados, a que cada “colaboración” tuviera detrás el amargo sabor de la actitud paternalista. Esta vez, lo supe directamente de alguien que compartió algo más que una entrevista, y no casualmente Camachi resaltó en un momento de la conversación la paciencia de los qom, paciencia que no se mide en años, que viene de mucho atrás, y que debemos seguir reflexionando en otra ocasión.


Clasificación: Educación Intecultural Bilingüe / Cultura qom / Educación familiar indígena
Informante: Omar Camachi: Artesano,. Pertenece al Centro Comunitario Daviaxaiqui.
Lugar / Fecha: Biblioteca Qomllalaqpi, Derqui, Buenos Aires - 20/03/2010.
Entrevista: Daniel Canosa
Duración: 37´ 07´´

Contenido de la entrevista:

0.00 Presentación personal
2'.20'' Relatos sobre la situación social de la cultura.
4'.10'' Reflexión sobre lo que cuentan los libros sobre los qom
4'.45'' Desinterés por la cultura por parte de los jóvenes
6'.15'' Aprendizaje y realidad
6'.55' Estudios primarios y secundarios
8'.00'' Pedido de comunicación intercultural
9'.02'' Cooperativa de trabajo en Derqui
9'.38'' Llegada a Derqui
10'.00'' Integración educativa entre el qom y el profesional ajeno de la cultura
11'.30'' "los tobas tienen hambre..."
13'.30'' Valoración del conocimiento
15'.45'' Deseos de volver a Chaco
19'.50'' Importancia de la lengua materna
21'.40'' Representatividad de la Constitución Nacional
26'.06'' Conocimientos sobre artesanías
26'.40'' Aportes en educación bilingüe
30'.28'' Reflexión sobre 2 tipos de educaciones
34'.10'' Mensaje para los paisanos de Formosa
36'.35'' Saludo final

sábado, 9 de marzo de 2013

Tierra de gigantes...


Quisiera compartir un destacado sitio de investigación con aportes bibliotecológicos, trata sobre las culturas indígenas del sur argentino, un espacio de trabajo denominado "Pueblos originarios de la Patagonia austral" que ofrece documentos de gran valor (videos, textos, fotografías, mapas), permitiendo la consulta de fuentes directas de autores involucrados personalmente con las temáticas ofrecidas. Se sabe que para investigar sobre culturas indígenas es recomendable tomar por hábito la consulta de los archivos históricos de la Nación, como así también bibliotecas especializadas en colecciones etnográficas, centros de documentación y museos históricos, allí encontraremos muchos documentos fotográficos, artefactos y crónicas varias, pero indudablemente acceder a grabaciones audiovisuales permite un acercamiento genuino para aquel que busca comprender otras formas de conocimiento, aún considerando en la evaluación la evidente construcción de sentido por parte del autor, lo que se consulta no deja de ser un testimonio único, que posibilita situarnos en el contexto social de los sujetos a investigar.

Al ver los videos (principios de siglo XX), que se reproducen en este sitio se logra entender cómo todo lo que rodeaba a los pueblos originarios realmente les pertenecía. Estos grupos minoritarios fueron los verdaderos dueños de esas tierras, hubo un tiempo en que fue así, sería tal vez interesante proyectar estas imágenes con los descendientes de la cultura, discutir porqué algunas costumbres dejaron de practicarse, analizar la mestización, los procesos históricos y políticos, la lengua olvidada, las prácticas sociales, el conocimiento natural, porque ciertamente poco se hace con los descendientes que conservan algunos de esos conocimientos, no revalorizamos lo que saben, no lo integramos como contenidos de una potencial educación intercultural bilingüe, viven sus vidas en el más absoluto de los silencios, y callan lo que alguna vez fue motivo de orgullo.


Me gustaría describir lo que consulté, para asignar el valor del documento en este proceso de construcción interdisciplinaria. Hay un video, denominado Terre Magellaniche (tierras Magallánicas), realizado por Alberto María de Agostini en el año 1933, que muestra pequeños segmentos de paisanos Aónikenk, Kawésqar, Selknam y Yagán, viviendo en sus tolderías, socializando en comunidad, mostrando el proceso de construcción de los arcos y flechas, las prácticas chamánicas y medicinales, la pesca en canoas, los trabajos de tejidos y confección de cestas de junco por parte de las mujeres, la construcción de las precarias viviendas con ramas y pieles de foca, imágenes de niños llevando guanacos por el campo...el documento es realmente impactante y valioso (el video del curandero Selknam Pachek es una pieza única) incluyendo en el proceso de edición detallados informes como por ejemplo sobre la dentadura de los paisanos como herramienta de corte y molienda, imágenes que se combinan con pequeños textos que dan buena cuenta de lo observado por este viajero ("al calor del fuego curva pacientemente una rama, puliéndola con una piedra afilada"), recuperan parcialmente otras formas de comportamiento, costumbres que ya no se cultivan entre los descendientes de la cultura.

En aquellos textos se da cuenta de los cambios padecidos en la cultura tehuelche por parte del predominio araucano proveniente desde Chile, otra transformación significativa fue la introducción del caballo, lo cual modificó el antiguo nomadismo pedestre en un desplazamiento ecuestre, provocando según los autores del sitio una revolución en el patrimonio cultural de estas etnias. El tema de la "araucanización" de la cultura tehuelche ha generado polémica a lo largo de los años, es deseable consultar a los lonkos de las comunidades mapuches al respecto, como así también a los antropólogos cuyos trabajos de campo permitieron discutir revisiones históricas. Hace un tiempo leí un pequeño trabajo publicado por el lingüista Rodolfo Casamiquela, quien a lo largo de su carrera ha registrado por intermedio de ancianos tehuelches un vocabulario, canciones y oraciones, esbozando un análisis morfosintáctico de la lengua originaria, no es intención de quien suscribe sembrar discordias, a propósito del devenir histórico de estos pueblos enfrentados a mediados del siglo XIX, cuya última batalla, que sentó el predominio mapuche, fue conservada en la memoria de los paisanos y abordada por numerosos lingüistas e investigadores. Me interesa en este caso el conocimiento académico de quien fuera un hablante de lengua, desde esa posición discutir sus argumentos, esbozando cada uno sus propias construcciones para así intentar alcanzar una verdad histórica mediante las evidencias, registros y conocimientos locales.

El sitio web cuenta con información, textos, imágenes y videos de las culturas patagónicas australes, recoge crónicas de historiadores, biógrafos, viajeros de la "tierra de los fuegos", entre ellos Tomás Falkner, Fritz Roy, Charles Darwin (quien, cautivado por estas tierras, retornó poco antes de morir al “país del viento” según sus palabras), mucho de lo registrado se remonta a mediados del siglo XVI, permitiendo el acceso a documentos que dan buena cuenta de las características históricas de aquellas comunidades que poblaron el sur del país.

Para recomendar.

Nota: las fotografías y tomas de captura de video pertenecen al sitio "Pueblos originarios de la Patagonia austral".

viernes, 1 de marzo de 2013

Oralidad y memoria


"El espíritu amerindio aún perdura, en la palabra, en el gesto y en el obraje de los Sabedores indios, y en las realizaciones de aquellos que por haber grabado sus obras en la piedra perdura más allá del silencio”.
Fernando Urbina


Es interesante abordar nuevamente un sistema de pensamiento tan significativo como el cultivado por el filósofo, investigador, docente y fotógrafo FernandoUrbina, con quien tuve la dicha de compartir un congreso sobre interculturalidad y Biblioteca Pública en Bogotá (2010). En dicha ocasión el investigador, perteneciente a la Universidad Nacional de Colombia, reflexionó sobre memoria y oralidad en relación a las diferentes culturas originarias de América Latina.

En aquel escenario Urbina recomendó la lectura de un libro de Gabriel García Marquez (La peste del olvido), el autor nos recordó que antiguamente, para los griegos arcaicos, la verdad era lo opuesto al olvido, verdad significaba “no olvidar”. Etimológicamente verdad deriva del término griego aleteia “sin olvido”. Con el tiempo muchas verdades pasaron a considerarse mitos, es decir mentiras. Es hoy que por mitómano se entiende aquel que es aficionado a decir mentiras.

Para el autor lo fundamental varía de acuerdo a cada cultura. A su entender resulta esencial abrirnos a las verdades de los otros proponiendo las nuestras sin apagar las otras. Nos habla de una apertura a las verdades de los otros, una coexistencia de las ideas.
Fernando Urbina reflexionó sobre muchas cosas en aquel evento, propuso la hora del mito, consistiendo en encuentros nocturnos de docentes con abuelos indígenas en medio de la selva amazónica, con la idea de multiplicar los “
mambeaderos” donde se puedan contar historias, y resaltó un dato singular: la valoración de la gestualidad como acompañamiento de la oralidad, ya que antiguamente la gestualidad fue considerado el lenguaje primordial que antecedió a la palabra.

Luego hizo referencias al entorno amazónico, su biodiversidad biológica y cultural, la mitología que se ha podido recuperar de la selva (se dice por ejemplo que las mariposas antiguamente se posaban en la cabeza del caimán para contarle historias, y que los hombres, para diferenciarse de los monos, se arrancaron los ombligos para dejar de ser micos, entonces descubrieron que les faltaba el nombre y la lengua, y una vez que lo tuvieron, descubrieron que no tenían historias para contar, y allí radica el sentido de la existencia del hombre, que tenga historias para contarles a los demás, porque toda historia encierra detrás un conocimiento, un aprendizaje).
En otros pasajes del encuentro el autor mencionó, con sabiduría, las propiedades medicinales de la yuca y de la coca, los juncos ontogénicos utilizados por chamanes, las herramientas con que contaban los cazadores y pescadores para sobrevivir en la selva, la flora y fauna con su mitología, sus leyendas y sus cuentos, el arte rupestre (citando grafismos antiguos con referencias a imágenes de hombres sentados -muy recurrente en la iconografía universal- posición o postura que adoptan los hombres para hablar y aprender), al respecto hay muchos trabajos con referencias a mitos, ritos y petroglifos, Don José, un abuelo “mambeador” dio cuenta de 104 variaciones de este tipo de representaciones. 
Un dato a considerar es la idea de "ir hacia adentro" por parte del autor, al cultivar conocimiento con informantes locales, visitando los sitios de interés, estableciendo comunicaciones directas con los nativos que por lo general no figuran en las citas correspondientes luego de haber sido consultados.

Todos estos conocimientos les fueron dados compartir a Fernando Urbina por los paisanos huitotos y muimanes entre otros, que frecuentó por años y que le llevó a comprender que “el paisaje es un libro que se lee, si se deteriora no se puede leer”.
He aquí una inquietud que tiene relación con la idea de representatividad de las bibliotecas en contextos multiétnicos. Nos dice el autor que las malocas, casas comunales del amazonas, son tenidas como duplicados del universo, duplicados hechos a escala del hombre, pero que comprenden (resumen, sintetizan) la totalidad.
Es el lugar ritual por excelencia, la síntesis Universo-Memoria, donde el abuelo se encuentra sentado en el mambeadero (útero de la madre-maloca), engendrando la palabra, (el saber) a la comunidad humana. Suelen ser frecuentados en rituales (eventos cósmicos totalizadores) como en tareas colectivas de interés comunitario.
Su construcción no puede ser arbitraria, debe respetar la ubicación de las estrellas y realizarse según el criterio arquitectónico indígena, de lo contrario, una maloca puede “deteriorar el paisaje”.

En su momento tuve necesidad de comentar lo siguiente:
En esos espacios, donde no existen bibliotecas y probablemente no exista necesidad de ellas, que un bibliotecario, luego de comprobar en base a sus investigaciones que la cultura oral corre riesgo de perderse y que, siempre atendiendo a su criterio académico y desde una posición respetuosa hacia otra cultura, considera necesario la instalación de una biblioteca en medio de la selva para salvaguardar dicho conocimiento, esa acción, aún contando con buenas intenciones y favoreciendo la recuperación de un patrimonio ¿no deteriora en cierto modo el paisaje?.
¿Debemos pensar bibliotecas como malocas?

Hay una enorme disyuntiva: el corpus de nuestra profesión puede contribuir a preservar información que hace al patrimonio cultural, pero su espacio puede significar una intromisión, un elemento ajeno a la cultura, una imposición desde otra vereda. Es necesario tomar herramientas propias de la descripción densa para entender de qué estamos hablando.
Seguramente la construcción, si resulta aceptada, debería seguir los criterios y fundamentos de una maloca, pero no podría tener un vínculo genuino con la gente, ya que históricamente nunca lo necesitaron.

De este verdadero buscador de mitos quedan muchas enseñanzas potencialmente replicables desde múltiples disciplinas, llego a decir que "El mito simplemente se camufla y permanece allí, dándole sentido a la aventura humana. Se trata de la infancia de la humanidad. Ellos tienen un trasfondo de miles y miles de años de experiencia humana decantada. Hoy, tantos milenios después de su eclosión, todavía permean la vida del hombre, sólo que ahora los mitos se disfrazan. Eso no lo sabía antes, lo he entendido después de mucha lectura, meditación y de atender lo que dicen los grandes especialistas".
A modo de epílogo, considero necesario recordarnos estas palabras del autor, le otorga absoluto sentido al trabajo de investigación “hacia atrás” y “hacia adentro” que suele caracterizar el trabajo de quienes con su tarea hurgan las raíces de los patrimonios históricos, un modo genuino de asignar valor mediante el conocimiento:

"Toda realidad cultural se diversifica hacia atrás en un montón de raicillas cuya conjunción produce el origen de algo. Todo problema cultural es como un árbol con muchas raíces que se van diversificando hasta volverse hilos imperceptibles que son, precisamente, los orígenes de las cosas. Por eso este tipo de problemas (el del origen) nunca se acaba, lo apasionante es tratarlos, porque hay una vocación irremediable del espíritu humano por entender los inicios del universo y el destino. Esas son las dos preguntas fundamentales de la existencia: de dónde es lo que es y para dónde va".

Nota: Se recomienda la lectura de un trabajo titulado “La cultura de tabaco y coca: Análisis crítico sobre su reconstrucción socio-cultural, después de la explotación Cauchera”, del autor Norberto Farekatde Maribba, Bogotá D.C. Mayo de 2004.

La imagen inicial de la maloca pertenece a este sitio.