sábado, 16 de febrero de 2013

Palenque San Basilio: memoria e identidad


“Que las bibliotecas no se conviertan en iglesias”
Cada tanto suelo rememorar experiencias cuyas problemáticas no han variado al paso de los años. Me ocurre en esta ocasión con los investigadores palenqueros de San Basilio del Palenque, sitio ubicado en el Departamento de Bolívar, Costa Caribe (a 50 kilómetros de Cartagena), fundada por esclavos que se fugaron encontrando refugio en los palenques de la Costa norte de Colombia desde el siglo XV. El término otorga definición al lugar que es poblado por cimarrones o esclavizados africanos durante el período colonial. Por ende estas tierras han significado para sus moradores algo así como una guarida y una trinchera, simbolizando el punto de inicio de una resistencia cultural que hoy persiste. Probablemente ese espíritu anide en la conciencia de un grupo de jóvenes palenqueros, estudiantes, bibliotecarios e investigadores de la cultura, quienes han iniciado acciones que representan la lucha de las comunidades afrocolombianas por la abolición de la esclavitud, la reivindicación étnica y el reconocimiento a la diversidad cultural de la Nación. Uno de estos jóvenes, Sinforiano Hernández, investigador palenquero, ha comentado, en el Congreso sobre Interculturalidad y Biblioteca Pública de Colombia, que para generar un espacio de recreación que fortalezca la identidad cultural es preciso que exista una lengua para expresarla. Los trabajos de escrituras realizadas desde la biblioteca implicaron un proceso muy complejo de trascripción (de palenque a castellano). Si no hubieran llevado adelante ese cambio de conciencia probablemente aquella biblioteca se hubiera convertido, tal como lo expresa su autor, en una iglesia más, como tantas otras debido a los procesos de aculturación realizada por las órdenes religiosas ancladas en comunidades palenqueras. Estas acciones, desde el espacio del dogma religioso, han constituido un silencioso modo de etnocidio cultural, tanto desde las costumbres (los complejos rituales fúnebres como el lumbalú o antiguas prácticas médicas) como desde la lengua (criolla con base léxica española, con características morfosintácticas de lenguas autóctonas del continente africano, en especial la familia lingüistica Bantú).

Por otra parte, el historiador palenquero Rubén Hernández explicaba que la comunidad sufrió procesos de discriminación (ya sea por los rituales fúnebres, la condición racial, el tipo de música y la utilización de la lengua materna). Desde 1980 los estudiantes han realizado investigaciones endógenas de la cultura, contando con la ayuda de los abuelos, verdaderas bibliotecas vivas, la mayoría de ellos sin escolaridad, que han aportado conocimientos a través del lenguaje y la memoria. De este modo los bibliotecarios han confrontado escritura y oralidad construyendo identidad a través de los recuerdos. En cuanto a la discriminación pude entrever una similitud con las culturas indígenas de Argentina, donde los padres han negado la lengua a sus hijos para que no sufran lo que ellos padecieron: nula inserción laboral, desprecio por la condición social, indiferencia, saqueo y apropiación de tierras entre otros largos etcéteras.

Otra investigadora palenquera, Wana Paula Pérez, ha recordado que desde hace años se considera al idioma inglés como el idioma de la ciencia, en detrimento de las lenguas autóctonas que carecen de espacios para su práctica. Hay objetos (como reloj o computadora) que no encuentran términos en palenquero que permitan un significado, para lo cual los jóvenes intentan estandarizar un sistema ortográfico que se adecue a nuevos conceptos. Se puede trazar un paralelo con la cultura guaraní, donde numerosos términos que no tienen traducción en dicha lengua se entienden bajo una asociación de conceptos (por ejemplo televisión “caja con personas que se mueven”). Por lo tanto se puede percibir una tensión entre oralidad y escritura, como así también se advierte la necesidad de producir memoria.
 Considero que una de las cuestiones básicas es discutir y analizar el grado de inserción, en el sistema educativo, de los materiales endógenos generados desde las comunidades, como se vinculan en el currículo escolar, como se los aborda, como se fortalece la educación familiar de los niños, pero incluso qué porcentajes de trabajos son realizado en forma bilingüe , porque ya lo dicen sus propios investigadores “para fortalecer la identidad cultural es preciso que exista una lengua para expresarla”. Hay aportes que atraviesan diversos campos disciplinares, es preciso entender este modo de construcción, para que las nuevas generaciones se vean favorecidas en la construcción de sentido desde el espacio educativo, y que sin condicionamientos ni actitudes paternalistas pueden por si mismos expresar críticamente la realidad que les ha tocado vivir y representar.

Históricamente los palenqueros han conservado los rituales de sus antepasados mediante la ejecución de tambores, permitiendo incluso mantener la lengua materna. Para un palenquero, tocar un tambor es permitir remontarse al pasado de aquellos que fueron traídos de África como esclavos, ya que con los sonidos se podían comunicar sin necesidad de las palabras, por tal motivo es entonces valioso que los bibliotecarios generen documentos de investigación sobre este instrumento sagrado, y que pueda en lo posible presenciar los diversos festivales como por ejemplo la CorporaciónFestival de Tambores y Expresiones Culturales de Palenque, para dar testimonio del fortalecimiento comunitario que provocan los músicos con sus canciones.

Se ha considerado que una de las mayores fortalezas de las bibliotecas es ofrecer a sus usuarios documentos que no será posible encontrar en otras unidades de información. Solo los palenqueros pueden generar documentos genuinos sobre el significado de los tambores sagrados, entrevistando músicos, luthiers, ancianos con conocimiento de la cultura, allí radica el valor de la colección, en el aporte comunitario de quienes poseen un saber que tiene honda vinculación con la identidad del pueblo. Hacía allí se dirigirán las nuevas generaciones cuando tengan necesidad de saber sobre sus raíces, es ese el enorme valor de la biblioteca... 

Estos recintos deberían acompañar dicho proceso, salvaguardando materiales pero a la vez tornarlos dinámicos, arborescentes, endógenos. Para eso es necesario crearlos, construir desde adentro y desde afuera el propio acervo, agregar valor y contenido,  de ese modo se podrá preservar y compartir un patrimonio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario