En el pueblo de Kuşköy, a lo largo de la costa del Mar Negro,
Turquía, cerca de 10.000 Aldeanos se comunican por silbidos, en lo que ha sido
conocido como “La lengua de los pájaros”, en donde cada silbido representa una
sílaba diferente, cuyas construcciones fónicas pueden escucharse desde lejos
gracias al eco que producen las montañas.
Es un lenguaje que los ancianos aprendieron de sus padres y que
buscan transmitir a sus hijos y a sus nietos, lo conocen incontables pueblos
situados en los montes Pónticos, y realmente resulta muy práctico para pastores
y pescadores, lo que constituye una manifestación genuina de patrimonio
inmaterial reconocida por la UNESCO.
En Kuşköy sus
aproximadamente 500 habitantes cultivan té y avellanas; en las calles conviven
diversos oficios que ejercen pocas personas, como la panadería, la carnicería y
algunos cafés. Son los
sonidos y no los paisajes los que hacen diferente a Kuşköy. Por
generaciones, los aldeanos han conversado usando una forma única de
comunicación a través de silbidos que llaman “kuş dili” o “lenguaje de
las aves" en turco.
Por sí mismo, el nombre Kuşköy significa “pueblo de las aves”,
allí son frecuentes los silbidos que invitan a tomar el te o a reunirse cerca
de una ladera para conversar, por encima de los valles. A la distancia, logran
“hablar” bajo una serie de estridentes silbidos gorjeantes que
realmente se asemejan al canto de los pájaros.
Hay situaciones que vale la pena rescatar, para Ibrahim Kodalak, un agricultor de avellanas, a menudo
las melodías de las aves locales son similares al kuş dili. También
afirma que el canto mañanero del mirlo es idéntico a un famoso verso del
Corán. Cabe señalar que en el pueblo la electricidad llegó recién en 1986 y
antes de eso era difícil comunicarse a larga distancia, los pobladores
necesitaban ese tipo de lenguaje para comunicar breves noticias en espacios
lejanos.
Como otras formas de comunicación a través de silbidos, el kuş
dili surgió en una región donde el terreno escabroso y la población
escasa hicieron difíciles los viajes incluso de corta distancia. Según
Kodalak, un silbido puede resonar a más de un kilómetro. “Si tu voz no se
puede oír a larga distancia, se puede hacer una cadena con diferentes personas
que retransmitan el mensaje”.
Muchos lugareños creen que el kuş dili surgió
hace aproximadamente 400 años, aunque nadie lo sabe con seguridad. El
“lenguaje” es, de hecho, un dialecto silbado del turco, con cada sílaba
reproducida en uno de los 20 sonidos diferentes. Algunos temas típicos incluyen
invitaciones a tomar el té o ayudar con el trabajo, avisar a los vecinos
sobre la llegada de un camión para recoger la cosecha, o anuncios de funerales,
nacimientos y casamientos. Verdaderamente increíble.
Una forma de comunicación en riesgo de desaparición
El lento proceso de modernización en el pueblo ayudó a
preservar el kuş dili pero, en décadas recientes,
particularmente desde la llegada de la telefonía móvil, el lenguaje ha
disminuido, tal como lo ha señalado el mukhtar de Kuşköy
o jefe del pueblo, Metin Köçek. “Ahora tenemos carreteras, electricidad y
líneas telefónicas” “En nuestra infancia, el lenguaje de las aves era muy usado
en la vida cotidiana. Ahora cubrimos las mismas necesidades usando el
celular”.
La tecnología no es la única amenaza. Como en otras partes
rurales de Turquía, muchos jóvenes están dejando Kuşköy para buscar
oportunidades mejores en las ciudades en auge del país. Esta ausencia de
oportunidades es común en zonas rurales y campesinas de muchos pueblos de
Europa, situación que ha llevado a muchas comunidades a trabajar el turismo
rural como alternativa económica que a su vez permita rescatar valores y
tradiciones lentamente olvidadas.
Aproximadamente desde el año 2000 el pueblo ha celebrado un
festival anual para promover lo que muchos consideran su lengua materna. Hay
una muestra de silbidos y un concurso entre los mejores silbadores, en el que
se transmiten las instrucciones a cada uno de los participantes sobre el valle,
ante un panel de jueces, una interesante iniciativa que busca promover el
lenguaje de las aves en Turquía y en el mundo, tal como lo afirmó Şeref Köçek,
organizador del festival y jefe de la Asociación de Lenguaje de las Aves. Los
festivales incluyen música y danzas locales. Hay quienes sostienen que el kuş
dili podría ser usado como un medio para impulsar la economía local y
detener el éxodo a las ciudades, lo cual sería una herramienta cultural a ser
utilizada en el turismo regional.
La UNESCO señala que el Kusdili constituye un "fuerte
ejemplo de la creatividad humana para simular y articular palabras a través de
silbidos, utilizando los dedos, lengua, dientes, labios y mejillas". En
2017 esta organización ha incluído la llamada “lengua de los pájaros” del Mar
Negro, en el norte de Turquía, en la lista de lenguas amenazadas que
necesitan protección urgente. Salvaguardar esta forma de comunicación, que
desde mediados del siglo XX se ha expandido por las regiones de Trabzon, Rize,
Ordu, Artvin y Bayburt, representaría un modo de fortalecer la identidad local
de las comunidades agrícolas que circundan el Mar Negro, con lo cual sería muy
importante el papel de las escuelas (ya existe una iniciativa desde 2014, que
consiste en la enseñanza de dicho lenguaje en la educación primaria), junto con
las bibliotecas, para poder revalorizar la memoria cultural de los campesinos
de Kuşköy, incorporando a dicho espacio el invaluable aporte de estos
verdaderos libros vivientes.
Documentando voces, silbidos, gestos...
En un contexto signado por la tradición oral y el patrimonio
cultural intangible, tiene verdadero sentido relacionar lo que sucede en este
pueblo campesino de Turquía con el accionar bibliotecario, se trata de
documentar un patrón de comunicación infrecuente, en el que se vinculan
paradigmas tan profundos como la identidad y el valor de la memoria, cuyas prácticas
se suman a otras formas que prescinden de los soportes gráficos.
En un leve sobrevuelo a través de la literatura publicada, en
América Latina se han registrado buenos ejemplos de la importancia de preservar
conocimiento en diferentes tipos de soportes, cuyos objetos han logrado
comunicar información y condensar significación por intermedio de lecturas de
tejidos, vestimentas, nudos, trenzas, ideogramas o logotipos entre otros, en
definitiva símbolos identitarios que permiten a las comunidades la posibilidad
de expresar sin palabras lo que son, lo que representan, donde pertenecen o
cual es la historia que conforman.
Se trata de entender a la biblioteca como construcción social de
la memoria, en donde el simple hábito de la conversación configura un cabal entendimiento
de la interculturalidad. Bajo este plano el concepto de identidad cobra otro
sentido, despojado de adscripciones folclóricas, se trata de un término crucial
sobre el cual los bibliotecarios debemos reflexionar, por lo que implica
documentar distintos modos de comunicación entre pueblos rurales que han
permanecido por años en el mismo territorio.
Hablar, silbar, gesticular...las colecciones audiovisuales de
las bibliotecas tienen elementos no solo para documentar dichas prácticas y
costumbres, que hacen a nuestro acervo y a la concepción de una verdadera
biblioteca humana, sino también brinda la posibilidad de recrear, conservar,
analizar, enriquecer, valorar y difundir dichos elementos, lograr que el
espacio de la biblioteca sea realmente un sitio de encuentro donde se comparte
lo que cada uno sabe.
Hacia estas concepciones, enraizadas en contextos
interculturales, seguiremos avanzando.
Fuentes:
Global Voices. Pueblo turco
conserva el «lenguaje de las aves» en un mundo de telefonía celular
La UNESCO incluye el lenguaje de silbidos del Mar Negro en su
lista de lenguas en peligro
La "lengua de los pájaros" de Turquía en peligro
La UNESCO quiere proteger el lenguaje silbado del Mar Negro de
Turquía
https://www.aa.com.tr/es/vg/galer%C3%ADa-videos/la-unesco-quiere-proteger-el-lenguaje-silbado-del-mar-negro-de-turqu%C3%ADa
Versión para El Orejiverde:
http://www.elorejiverde.com/buen-vivir/4561-el-lenguaje-silbado-del-mar-negro-de-turquia